The Chaos Engine
- PlataformaPC7
- GéneroAcción
- DesarrolladorBitmap Brothers
- Lanzamiento29/08/2013
- TextoAlemán, Español, Inglés
- VocesInglés
- EditorMastertronic
The Chaos Engine
Estética Steampunk y un mundo post-apocalíptico aguardan en The Chaos Engine, una remasterización del original de Amiga que sin grandes novedades aparece nuevamente en el mercado a través del servicio Steam.
The Chaos Engine vio la luz por primera vez a principios de la década de los noventa en plena vorágine de las consolas 16-Bits y con la siguiente generación de máquinas a la vuelta de la esquina, con PSOne y Saturn a la batuta. Debutó originalmente en Commodore Amiga para poco más tarde hacer lo propio en otras plataformas de menor éxito, obteniendo un buen puñado de premios que pretendían recompensar la magnífica labor realizada por The Bitmap Brothers. La compañía de origen británica, conocida principalmente por estar detrás del desarrollo de Speedball o Z, apostó fuerte por un proyecto que en poco tiempo se convertiría en un clásico. Cuando se cumplen dos décadas de su lanzamiento, Chaos Engine vuelve al panorama de la actualidad con una remasterización en la que se actualiza la mecánica de juego a los tiempos que corren y, en cierto modo, también la interfaz gráfica, aunque ésta bebe del espíritu retro de los clásicos.
Chaos Engine se dio a conocer por su vista 'top-down' o aérea, tan popular en aquella época, que permite al jugador explorar escenarios con un grado limitado de visibilidad. Su principal premisa es ofrecer la posibilidad a dos jugadores de disfrutar de la acción de forma cooperativa, con la misión de eliminar a los monstruos que aparecen en los escenarios post-apocalípticos por lo que se compone la aventura y con claras referencias a la cultura Steampunk. A diferencia de otros títulos de la época, Chaos Engine cuenta con un aspecto visual desenfadado en el que se dan de la mano una buena definición de personajes y la presencia de escenarios laberínticos y de construcción cada vez más compleja.
La estructura del juego se compone por un total de cuatro mundos, divididos a su vez en cuatro niveles distintos. Cada dos niveles se ofrece la posibilidad de mejorar los atributos de los dos protagonistas invirtiendo el dinero obtenido tras eliminar a los enemigos que tratan de frenar nuestro avance, además de potenciar otros aspecto como la cadencia de fuego de las armas o la duración del ataque secundario. La mecánica de juego es tan sencilla que no requiere de la presencia de un tutorial propiamente dicho: basta con disparar a todo lo que se mueve procurando recibir el menor daño posible. En cada escenario existe un número predeterminado de nodos que debemos activar para desbloquear la salida, tarea para la que nos podemos ayudar de recargas de energía, bombas e incluso de poderes especiales que nos otorgan una ventaja temporal con respecto a nuestros enemigos.
Existe asimismo un nexo argumental que sirve como justificación para vivir los eventos que aquí se dan cita: la aparición de una máquina capaz de alterar la materia y de jugar con las dimensiones del espacio-tiempo. Tras una serie de desdichas, la máquina produce el efecto contrario al deseado y trae consigo la aparición de terribles criaturas que en cuestión de meses amenazan con la estabilidad mundial. La humanidad decide abandonar las islas británicas a su suerte. Esto genera la aparición de mercenarios dispuestos a adentrarse en el foco del problema por una módica suma de dinero. En total son seis los que se ofrecen como personajes controlables, cada uno con sus ventajas e inconvenientes, en un claro intento de equilibrar las fuerzas humanas con las enemigas.
Al comenzar la partida es necesario escoger a uno de estos seis personajes y a un compañero que controlará la CPU con escaso gusto por la IA. La principal novedad que descubrimos en este apartado con respecto al original es la posibilidad de disfrutar de la partida con un compañero a través de Steam, a lo que se añade la opción de juego local. No es difícil apreciar que Chaos Engine es una aventura pensada para el disfrute entre dos jugadores, aunque no por esto la experiencia en solitario deja de ser aconsejable. Existe cierto factor competitivo pero también estratégico, ya que sin la ayuda de un compañero resulta realmente difícil terminar la aventura sin reiniciar la partida en más ocasiones de las que podríamos desear. Chaos Engine es un beat 'em up a la antigua usanza como bien atestigua la presencia de códigos para "guardar" la partida, en uno de los muchos ejemplos que dan a entender que esta remasterización no pretende cambiar la filosofía del original, ni tampoco realmente "adaptarla" a nuestros tiempos, en tanto que no se reduce en nivel de dificultad ni se ofrecen extra ayudas al jugador.
De hecho, los cambios más significativos que encontramos en esta edición son dos: el remozado gráfico y el movimiento de 360 grados (además de poder disfrutar del cooperativo a través del Online, como se explicaba anteriormente). Como sucede en otros ejemplos similares, Chaos Engine ofrece la posibilidad tanto de jugar con la interfaz renovada como de hacerlo con la clásica, decisión que depende fundamentalmente de nuestros gustos. El nuevo sistema de control permite utilizar un pad (en nuestra experiencia, el controlador de Xbox 360) en el que el joystick ofrece un movimiento más fácil de controlar. Más allá de estos cambios es difícil hablar de novedades significativas, un hecho que parece querer decir que Chaos Engine sigue siendo una experiencia de los noventa que no pretende adaptarse a las mecánicas de juego actuales.
Aunque probablemente exista un núcleo de jugadores que agradezca que se mantenga el espíritu clásico del juego, existen algunos aspectos que no hubiese estado de más revisar, como la presencia de códigos numéricos para guardar nuestra posición en la aventura o la constante repetición de una misma melodía durante los cuatro niveles por los que se compone cada mundo. Si nos quedamos sin vida durante la aventura nos veremos obligados o bien a comenzar la partida de nuevo o simplemente a reiniciar el nivel en concreto; un paso en falso puede tirar por la borda el esfuerzo realizado durante los quince minutos que puede llevar finalizar una misión. De una forma u otra, el avance se acaba reduciendo a memorizar la ubicación de los enemigos y, en caso de jugar con la CPU, de que sea nuestro compañero el que tome la delantera para evitar sufrir sorpresas desagradables que merman la mitad de nuestra barra de energía.
Chaos Engine es una experiencia difícil de digerir pero de rica degustación, por lo que no tendría mucho sentido criticarla por su nivel de dificultad. Sin embargo, sí echamos de menos la opción de poder guardar la partida en cualquier momento o incluso la presencia de algún que otro personaje controlable más, que hubiese ofrecido una nueva perspectiva a un clásico. Este es, no obstante, el procedimiento que se suele emplear cuando se busca ofrecer un clásico a la nueva generación de jugadores, acostumbrados a otros estilos de juego. Esta aventura puede resultar frustrante si no se toma con la paciencia adecuada y sobre todo si no se aplica algo de estrategia en los momentos de mayor exigencia. Sin embargo es innegable que este aspecto será uno de sus mayores atractivos a ojos de los jugadores que buscan experiencias tan divertidas como exigentes.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.