Tales of Innocence, Impresiones
Namco vuelve a Nintendo de la mano de una de sus sagas más emblemáticas y que sin duda alguna ha sido todo un referente en el género a lo largo de más de una década. Tales of Innocence sigue la estela dejada tras de sí por Tempest', una joya entre tantas otras que se ha quedado por motivos comerciales fuera de Europa.
Namco vuelve a Nintendo de la mano de una de sus sagas más emblemáticas y que sin duda alguna ha sido todo un referente en el género a lo largo de más de una década. Tales of Innocence sigue la estela dejada tras de sí por Tempest', una joya entre tantas otras que se ha quedado por motivos comerciales fuera de Europa.
Namco bautizó un género que por aquél entonces atravesaba por su época dorada. Un equipo técnico novato tras la producción de Tales of Phantasia logró explotar casi al completo la capacidad de la por aquél entonces potentísima máquina de Nintendo. La fórmula calidad gráfica-jugabilidad dinámica surtió tal efecto que diez años más tarde todavía se explota exactamente del mismo modo en diversas historias, todas y cada una de ellas firmadas por los creadores de PacMan.
Con tantos años de experiencia y con poco más de una decena de juegos bajo el mismo sello pululando por el mercado, la mayoría de ellos apoyados unánimemente por crítica y aficionados, no es de sorprender que Namco haya logrado establecer una línea de calidad y fiabilidad en sus videojuegos, más aún en los centrados en la línea central de la serie y no en los múltiples spin-off lanzados al mercado, léase el caso del austero Tales of the World: Radiant Mythology que vio la luz allá por el mes de Septiembre en PSP.
NDS en alta definición
Uno de los problemas más criticados en Radiant Mythology fue el apartado gráfico, muy pobre y desabrido, alejado de las capacidades reales de la consola de Sony. Esto no es lo habitual en la compañía, conocida principalmente por su tendencia arcade y buen hacer técnicamente en casi todos sus productos, o al menos en el gráfico. Tales of the Tempest, esta vez fruto de un equipo distinto y con una financiación mucho más generosa, obtuvo todos los elogios habidos y por haber en su paso por Nintendo DS -como buen exponente de la serie-, aunque pasó desapercibido por el mercado tras un tirón inicial sorprendente.
Tempest' es en efecto un RPG de factura técnica sublime, y a buen seguro ha sido la base de inicio a la hora de concebir Tales of Innocence; su introducción no se aleja del tópico anime, al igual que la ambientación y el diseño de los personajes, otorgando mayor importancia al diseño de las ciudades y de las mazmorras por las que transcurre la historia, muy cuidadas. La comicidad de la historia y el buen humor de la saga sigue presente en todo momento, gustándose por los colores llamativos, las situaciones inverosímiles o las continuas discusiones entre los miembros de nuestro grupo.
Y sin alejarse de dicho tópico, que necesariamente nos lleva por ciudades neo-futuristas, praderas interminables y laboratorios de investigación, Alfa System -encargados del desarrollo de esta versión, al igual que de Tempest- ha conseguida labrar el que es sin duda el motor tridimensional más importante y de mejor factura visto hasta el momento en la portátil de Nintendo, a años luz de cualquier otro cartucho que hayamos podido jugar en SNES. Podríamos incluso afirmar que deja en evidencia a algún que otro título de PS2, y aún nos quedaríamos cortos.
En la época de la Alta Definición y con juegos como Mass Effect o Eternal Sonata -por poner dos ejemplos recientes del género- en el mercado hay pocas cosas que gráficamente nos sorprenden. Es muy llamativo tener la sensación de estar jugando con una PSP y no con la teóricamente inferior técnicamente' portátil de Nintendo, que día a día demuestra de sus capacidades. Una vez superada esta primera impresión la vista se acostumbra a los trabajados modelados de los personajes y a sus numerosas expresiones, de nuevo tradicionales en la saga, o a la cantidad de efectos especiales que transcurren por la pantalla sin la más mínima ralentización o parón.
El fuerte componente humano que superan los personajes gracias a sus movimientos y acciones es paradójicamente otro elemento que arrastran los orígenes de animación del cartucho y de la serie, que una vez más muestran las conversaciones y la mayoría de los diálogos por medio de un avatar. Hablar de la introducción sería reincidir en que NDS es totalmente capaz de reproducir series de anime, un CGI que adelanta algunos momentos cumbres del argumento.
Por otro lado, la cámara juega un papel muy importante a la hora de controlar a Ruca, protagonista de la aventura, situada de forma isométrica con respecto al personaje central, pasando al plano horizontal cuando se produce un combate. Es, dentro de lo que cabe, uno de los estándares del género, pero ciertamente repetimos que impresiona ver la suavidad con la que se reproducen los parajes. Este efecto de grandiosidad en el aspecto gráfico es logrado en gran parte por la altura a la que se coloca la cámara en los momentos de exploración, y por ende contrarrestada nuevamente en los combates, donde los personajes muestran el mimo con el que han sido puestos en escena.
Como viene sucediendo desde hace ya tiempo en los RPGs de corte nipón, la historia se ha elaborado entorno a la figura de un niño raro, distinto a los demás con problemas de integración en la sociedad. Ruca es forzado a abandonar su pueblo y a demostrar que su carácter humilde y honesto, o en otras palabras; apaciguado, no es merecedor del maltrato al que se ve sometido día a día a fe de sus amigos. Por el camino estamos llamados a vivir una historia trascendental para el futuro del planeta, tarea en la que nos acompañarán algunos nuevos conocidos como Iria, Spada o Ricardo. Como viene siendo menester en la saga desde hace ya algunas entregas, tendremos forzosamente que cuidar la elación que nos une con cada uno de ellos, por el bien de nuestro propio grupo.
Por el camino descubriremos que, obviamente, Ruca es un muchacho dotado con algo más que un carácter al irrisorio, y que su destino va mucho más allá del que le deparaba su familia al verle partir. Un alter-ego, una especie de espíritu de aspecto demoniaco reside en nuestros haberes, aunque su papel en la trama lo desconocemos. Su fuerza y valía quedan probados en el primer combate de la aventura, introducción y tutorial forzados para los que se inicien en este género y que, de paso, nos sirve como prolegómeno para explicar el factor más importante de cualquier Tales of ' que se preste; el sistema de combate.
Acción combinada
Encontronazos aleatorios previa visualización del enemigo; no existe otra forma más sencilla de describirlo. El cambio de ángulo en la posición de la cámara es una de las muchas ventajas que nos otorga este sistema, que por cierto presenta pocos cambios. Seguimos empleando una combinación de dos o más botones para poder realizar un ataque, de corte mágico o físico, mientras que nuestros compañeros actúan bajo nuestras órdenes, automáticamente, asistiéndonos durante la batalla. Terminado el combate, a la suma de puntos de experiencia hay que añadir los puntos de vida útil de cada arma, o el aprendizaje de nuevos estilos de ataque -defensivo, atacante, mágico, etcétera-; una faceta que abre muchas posibilidades de cara al control de los protagonistas durante la acción.
Las opción in-game nos dan a elegir la opción de automatizar todo este proceso de machaqueo de botones, un modo entre otros de agilizar los combates y aligerarlos de peso, pero al igual que en tantas otras ocasiones resulta mucho más gratificante controlar la acción en la mayor medida de lo posible, ya que de entrada sólo podemos controlar a un personaje y dar órdenes a los dos que nos secunden. En este primer vistazo nos ha vuelto a llamar la atención el mal uso reservado para la pantalla táctil, ignorado sin motivo aparente durante los combates.
Buena fe damos que, sea como fuere, el cartucho ha mantenido la calidad gráfica y sonora a lo largo de las primeras horas de juego. Los personajes tienen voz propia, aunque esto no es del todo una sorpresa; la ambientación es otro de los puntos en los que más énfasis ha puesto Alfa System, incluyendo voces en la mayor parte de las conversaciones del título, desde en charlas intrascendentes hasta en los diálogos pertenecientes al argumento central.
Un mapamundi al uso
Si olvidamos por un momento la calidad gráfica que atesora el cartucho, queda inconclusa la capacidad del juego para explotar la otra virtud de NDS. La doble pantalla pasa a ser un elemento secundario y de mucha ayuda en según qué situaciones, mal aplicado en algunas otras. Contamos con la ayuda de un enorme mapamundi muy útil para guiarnos a través del extenso mundo puesto ante nuestras manos, pero no para poder asistirnos en una mazmorra, como sí ocurriese en cualquier juego de Rol inspirado en Dragones y Mazmorras, o incluso en un Zelda, ejemplo mucho más próximo.
En los primeros compases de la aventura la pantalla inferior permanece con un fondo de tono marrón mientras la historia va transcurriendo, algo que se postergará a todas las situaciones en las que la trama pase a ser el elemento central. El uso del stylus ha sido hasta el momento más un lastre con un plus, y lo cierto es que se echa de menos la posibilidad de mover a nuestro personaje pulsando el lugar de la pantalla al que queremos que se mueva, como sucedía en FFIII. Habrá que ver cómo afecta esto al cómputo global del juego.
¿Digno sucesor?
Dos hechos podrían llegar a empeñar el resultado final del cartucho,; más allá de la calidad que atesora el propio juego en sí y su aceptación en el mercado, hay que andar con mucho cuidado con su distribución por tierras occidentales. Tales of Innocence aúna lo mejor del género y no disimula que toma lo mejor de sus hermanos menores, aportando nuevas ideas y sosteniéndose sobre un motor gráfico que quita el aliento. Si a esto le sumamos la salida de Final Fantasy IV en tierras niponas, encontraremos dos opciones muy suculentas de cara a la importación.
Innocence se deja jugar y dada su historia, de corte más bien sencillo, nos costará muy poco hacernos con el control del juego y con sus personajes, amén de ser infinitamente superior a Radyant Mythology que sinceramente queda en ridículo al lado de esta nueva creación de Namco.
- Acción
- RPG