La Segunda de Manassas

El mayor éxito y atractivo del juego reside en su fidelidad histórica de la Guerra Civil Norteamericana. Es por ello que en nuestro país el juego seguramente pasará sin pena ni gloria, aunque seguirá siendo uno bonita golosina para los estrategas mas avezados. Esta vez la gente de MadMinute nos sitúa en la Virginia de 1962, en la 2º Campaña de Manassas. Campaña en la que el general Confederado Robert E. Lee y el Ejercito de Virginia del Norte ocupó Richmond y obligó al ejecito de la Unión a retirarse, poniéndolo al borde de la derrota en Second Manassas.

El juego se desarrolla durante 18 escenarios,  y pese a la delicada situación de la Unión esto no quiere decir que si elegimos al Ejercito Confederado solamente tengamos que avanzar para aplastar a la resistencia. La fidelidad histórica es máxima, pero junto a las batallas más famosas se han añadido otros escenarios 'de relleno' para aportar variedad. En principio podremos jugar la mayoría de los escenarios de ambos bandos, aunque el acceso a algunos está bloqueado hasta que no salgamos victoriosos antes de otra batalla anterior. Por supuesto las perdidas de nuestro ejercito y los ascensos se irán manteniendo en estas batallas ligadas.

Aparte de la campaña histórica, tendremos la posibilidad de jugar escenarios sueltos personalizados, así como la posibilidad de jugar un pequeño tutorial, imprescindible, con el que hacernos con el juego. Es una pena que el título no cuente con multijugador, ya que las batallas podrían ser épicas y realizar una campaña con varios jugadores encarnando a diversos oficiales se antoja como una idea con mucho potencial. Sin embargo eso no quiere decir que el juego no cuente con presencia en Internet. La actividad de la scene, visto lo visto con la primera parte, se antoja intensa. Ya con el primer título de la saga aparecieron multitud de nuevas campañas, ampliaciones o nuevas tropas, y parece que la corriente se mantiene en esta segunda parte.

En el juego encargaremos a un alto cargo del ejercito. Todo depende de cuantas tropas se nos asignen, podemos estar al mando de una brigada de apenas un millar de soldados de infantería, hasta estar al mando de un cuerpo completo formado por varias decenas de miles, con caballería y artillería, pasando por una división.

Y  si en algo destaca Take Command es que de verdad hará que nos creamos que somos un General al cargo de un gran ejército. Aunque una brigada de unos 400 hombres aparezca en pantalla representada por apenas un par de filas de un par de docenas de soldados, la cantidad ingente de brigadas que podemos tener a nuestro mando harán que nos creamos que tenemos en nuestras manos el futuro de los Estados Unidos.

Pero aunque en un principio, sobre todo al jugador no experto en wargames, puede parecer una odisea lograr mover un gran ejercito tal y como queremos, la verdad es que es un aspecto muy bien diseñado por los programadores. El juego cuenta con una desarrollada Inteligencia Artificial que nos ayuda a manejarnos.

La estrategia es imprescindible y para salir victorioso de la batalla se hace imprescindible tener una buena visión de estratega. Hacerse con las posiciones más ventajosas es esencial si queremos salir victoriosos. El juego distingue si estamos parapetados tras un muro o escondidos en un trigal, a la hora de disparar y de recibir cobertura. También influye el terreno a la hora de avanzar y de calcular el cansancio de nuestras tropas. Siempre será preferible marchar en columna por un camino, que atravesar un bosque a paso ligero. Seguramente si optamos por la segunda opción nuestras tropas lleguen exhaustas y mucho más tarde al campo de batalla.

Por supuesto cubrir los flancos, colocar bien la artillería, aprovechar la movilidad de la caballería y no quedarnos sin suministros, son puntos esenciales a tener en cuenta si queremos salir victoriosos. El juego puede parecer un poco lioso en un principio, sobre todo si estamos acostumbrados a los juegos de 'elegir tropa y clickear donde queremos que se mueva'.

No tiene la espectacularidad o los impresionantes aspectos gráficos de Company of Heroes o de los Age of, pero, ¿para qué? El juego cumple y recrea perfectamente el ambiente. Seguramente si los desarrolladores hubiesen optado por darle más relevancia al apartado gráfico tendríamos un juego mucho menos profundo y con unos requisitos de sistema exorbitados.  Las tropas están representados por bonitos sprites que encajan perfectamente en unos escenarios tridimensionales no demasiado sobrepoligonados.

El juego es lento, demasiado en ocasiones, y una pequeña escaramuza puede tardar más de media hora en llegar a su fin. Si hablamos ya de las gigantescas batallas que tienen lugar en el juego, podemos acercarnos sin muchas complicaciones a las tres horas de juego por partida. Nuestra misión es meramente estratégica, lograr colocar en una posición ventajosa a nuestras tropas y evitar que el miedo y la desesperación se apoderen de ellas. Cuando manejamos a un ejercito gigantesco, de proporciones reales, se trata de una tarea titánica intentar que nuestras tropas se coordinen correctamente más o menos. La coordinación cronométrica de otros juegos no existe en Take Command, cosas del caos de la guerra.

Y es que el mayor aliciente del juego es su veracidad histórica, su realismo. Se empieza a intuir en su completo manual, más de 100 páginas, en las que se nos dan todo tipo de detalles. Y continua en el juego, donde las batallas están perfectamente representadas y los textos que sirven de ambientación son extensos y elaborados con rigor. Además todo ello en perfecto castellano gracias a Friendware.