Star Trek Armada (PC)
Imaginate pilotar una de las diferentes naves de la Federation, Klingon, Romulan o Borg. Imaginate ahora que todo lo que se respira es universo Star Trek. Eso es Star Trek Armada, un simulador/arcade ambientado en el combate espacial al más puro estilo Xwing.
El universo de Star Trek ha crecido mucho desde sus comienzos en los años 60, cuando el capitán Pike hizo sus primeros vuelos con el Enterprise antes de ceder el sillón de mando a Kirk. Desde entonces, muchas razas y héroes, muchos planetas, muchas aventuras y un buen número de series han engordado tanto el material sobre Star Trek que a Paramount le pareció apropiado licenciar diferentes trozos de ese ingente universo a diversas compañías.
El resultado, durante mucho tiempo, ha sido la impotencia tanto de jugadores como de desarrolladores para llevar hasta sus últimas consecuencias el vasto universo creado por Gene Roddenberry.
Cada juego, sujeto a una determinada licencia, debía ignorar las partes del universo Star Trek que caían bajo la jurisdicción de otra licencia distinta en manos de una compañía distinta. Los Trekkies no podían disfrutar de un juego que genuinamente representase la esencia de algo tan complejo como Star Trek, ya que cada juego estaba forzado a lobotomizar ese universo.
Por fin, esa situación ha acabado. Paramount anunció el año pasado la firma de un acuerdo con Activision por la que esta última obtenía la licencia por nada menos que diez (10!) años de todo el universo Star Trek. Tres juegos eran anunciados como la avanzadilla; cada uno de un género diferente. El que nos ocupa hoy es uno de ellos, y lo hace con un nombre tan sugerente como Star Trek: Armada.
Armada es un juego de estrategia en tiempo real. Un RTS con conceptos muy familiares que atraerán a todos los adictos al género, a los trekkies y con mayor razón, a aquellos que cumplan ambas condiciones. Estamos frente a una campaña de combates a escala galáctica en los que se verán involucrados la bienintencionada (y a veces demasiado bucólica) Federación, los aguerridos Klingon, los intrigantes Romulanos y los ignominiosos Borg. Cada una de estas facciones con sus intereses, sus motivaciones, sus tecnologías particulares y sus potentes flotas de combate.
Los Borg han vuelto. Nada nuevo, claro... Los chicos de la Federación seguro que se limitan a enarcar las cejas, hacer una muesca más al lado de la pantalla y llamar a Picard, que saben que le priva. La cuestión es que cuando Picard llega frente a los Borg descubre que el enemigo está capitaneado por Locutus de Borg. Ahora el que va a enarcar las cejas es el melómano capitán, dado que como todo buen Trekkie sabe, Picard y Locutus son la misma persona. ¿Qué está ocurriendo?
El jugador tiene ante sí una dura campaña de 26 misiones divididas entre los cuatro bandos (¿Alguien ha dicho Starcraft?) en las cuales la gestión de recursos, la investigación y la estrategia van a ser compañeros inseparables de las salvajes batallas en las que nos vamos a ver envueltos y de las que vamos a ser protagonistas y responsables: ¿Alguno de vosotros cree que podría haber dado una lección de estrategia a los Borg en Wolf 359? Esta es la vuestra.
Dando detalles, una de nuestras tareas va a ser conseguir tener la flota a punto para cuando la batalla tenga lugar. Esto lo conseguiremos mediante varias tareas indispensables; Gestión de recursos, Investigación y Lucha.
Nuestros recursos en Armada van a ser el Dilitio y el personal. El Dilitio, un raro mineral cristalino, es una importante fuente de energía que nos va a permitir constuir todo aquello que necesitemos. Para ello, contaremos con unas naves especiales (cargueros) que se encargarán de recoger el Dilitio allí donde este se encuentre. El personal es lo que metemos en las naves para que cuando el puente explote haya alguien que salga volando por encima de la barandilla : ) .
Fuera bromas, el hecho es que el personal en Armada es un recurso esencial, que tendrá importantes implicaciones en el transcurso de la acción. Personal bien entrenado y con experiencia a bordo de una nave de clase Galaxia puede hacer pasar un mal día a una banda de novatos por mucho que vayan en un pájaro de presa Romulano. Para conseguir el personal, haremos bien en disponer de una gran cantidad de estaciones espaciales.
Las naves van a ser recursos valiosos y no muy numerosos; esto quiere decir que una flota de combate puede estar formada por 5 o 6 naves y que una batalla de proporciones apocalípticas tendría lugar entre 20 o 30 naves. Esto es algo que puede resultar difícil de digerir a algunos de los más veteranos del género pero que es altamente coherente con la filosofía de Star Trek.
Naves poderosas con tripulaciones expertas y valiosas, naves de las que nos va a costar deshacernos y que vamos a tratar de no perder bajo ningún concepto, llegando a rescatar a tripulaciones perdidas en el casco muerto de una nave derrotada. El armamento será el que esperamos dada la temática del programa; torpedos de fotones, phasers... pero supeditado a los avances tecnológicos que consigamos durante el transcurso de la acción, con el añadido de determinadas 'superarmas' propias de cada especie y tipo de nave que darán a las batallas un toque especial de imprevisibilidad.
Estas armas, como todo el equipamiento, estarán completamente basadas en la tecnología de Star Trek y en sucesos ocurridos en las diferentes series y películas, como ocurre con una de las superarmas de la Federación conocida como 'Dispositivo Manheim', fundamentada en un tipo de anomalía temporal que aparece en el episodio "Siempre nos quedará Paris" de la Nueva Generación, capaz de crear múltiples copias temporales de una nave.
El perfeccionismo ha llegado a tal punto que cuando era necesario incorporar tecnología o armamento inéditos en las series, el equipo de Activision ha estado en contacto directo con el personal de la Paramount (no nos sorprendamos si en los próximos episodios o películas de la serie aparecen artefactos propios de Armada
El sistema de juego es 2D, al estilo de los más conocidos juegos del sector, pero la presentación es 3D, a la Starfleet Command. Es decir; nuestras órdenes se darán en 2D, pero la presentación y la acción tienen lugar en 3D (de tal modo que dos naves a las que ordenamos converger al mismo punto se situarán una encima de la otra).
La acción tiene en cuenta la cinemática propia de la serie, con esos elegantes virajes y movimientos tan trekkies a que nos tienen acostumbradas las naves de la última frontera. Las naves derrotadas podrán ser abordadas y capturadas, con lo que podremos emplearlas contra nuestros adversarios y hacerles probar un poco de su propia medicina armamentística. Para ello, nuestras escuadras de marines serán de inestimable ayuda.
Por supuesto y como ya comenté antes, el apartado tecnológico diferencia en mucho a las diversas facciones. La Federación, con sus escudos de alta resistencia y su rapidísimo avance tecnológico; los Klingon, con su armamento de gran potencia y su inefable filosofía de 'Dispara primero y no te molestes en recoger los restos después'; los romulanos, con su tecnología de ocultamiento y los Borg con... Bueno, los Borg símplemente lo asimilan todo.
En definitiva, Star Trek reclama el puesto que siempre le ha pertenecido pero que nunca pudo ocupar en el mundo de la estrategia en tiempo real. Lo hace con un título que los chicos de Activision parecen estar puliendo a conciencia y que va a apasionar a los Trekkies y a los que no lo son por igual. Si las cosas no se tuercen, pronto podremos saber cómo se comporta una nave clase 'Soberano' a nuestro mando. Quien sabe si incluso no será el mismísimo Enterprise E.
- Acción