Sniper Elite V2, Impresiones

La perspectiva del francotirador en juegos bélicos siempre se traduce en campeo y estacionamiento sin riesgo. Sniper Elite V2 es el reboot de la franquicia que colocará al jugador en la postura más realista jamás vista para un sniper, un juego donde el sigilo, la preparación de cada situación, la estrategia de posicionamiento y las trampas van mucho más allá de lo que conocíamos hasta ahora. Disfrazado de shooter en tercera persona, lo nuevo de Rebellion y 505 Games buscará su sitio idóneo a principios del próximo mes de mayo.

Hace casi siete años, los ahora venidos a menos Rebellion Software -NeverDead es su último juego- se atrevieron con un título de disparos e infiltración totalmente distinto, una apuesta hacia el realismo donde el jugador encarnaba a un francotirador del bando norteamericano en la Segunda Guerra Mundial que, partiendo desde su base en cada episodio, debía cumplir diversos objetivos militares en las calles de una Berlín completamente tomada por los nazis y los rusos. Sniper Elite V2, que llegará los primeros días de mayo a Xbox 360, PlayStation 3 y PC, supone el reinicio de la marca más que un remake al uso. Es un juego nuevo, con otras ideas, mapas y búsqueda plena de adaptación a los estándares de calidad de hoy en el que es el género más recurrente de los últimos años, el third person shooter. Bajo la distribución en nuestro país de 505 Games, este episodio pretende enseñarnos cómo es en realidad la labor de un francotirador, más allá de lo que podemos entender por el rol de francotirador en los juegos de guerra intensa, más populares como Call of Duty, Medal of Honor o Battlefield.

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Sniper Elite V2 es una obra que exige reflexión y un avance disciplinado y lento antes de actuar. Es un videojuego de acción en tercera persona, coberturas, granadas y sigilo pero con fuertes componentes de estrategia aderezando el desarrollo, ya que las misiones y los verosímiles comportamientos de la IA rival exigirán a nuestro personaje desde colocar trampas en los accesos a su guarida de sniper como moverse con cautela y sin hacer ruido, crear ataques sorpresas con granadas y dinamita, herir a soldados enemigos para que cuando éstos caigan y pidan ayuda sus compañeros salgan de su escondite, etc. Todo ello con una concepción espectacular que da un espíritu vistoso al juego, con bullet-cam desde la bala, y kill-cam que nos dejan ver cómo impacta ésta en los cuerpos de los enemigos, variando trayectoria y destrozando órganos vitales, mostrados con una especie de radiografía en movimiento que aparece cuando logramos tiros únicos e innegablemente letales.

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La jugabilidad de Sniper Elite V2 mezcla los pasos iniciales de exploración y dominio de cada nueva área -no siempre establecidas en las calles de Berlín en este caso-, el sigilo extremo para no ser detectado por los enemigos -que empiezan a llamarse y a moverse hacia nosotros muy deprisa y dejándonos pocas posibilidades-, localización de éstos mediante los prismáticos y marcas, la preparación de trampas y de la estrategia a seguir para lograr pasar por un puesto de control tomado o limpiar una calle, y, finalmente, la supervivencia en tiroteos intensos a metralleta en caso de ser detectados y que comiencen los rodeos y presiones, bastante habituales. En su búsqueda del realismo, en Sniper Elite V2 es difícil sobrevivir más de uno o dos minutos estando expuestos al enemigo, que tendrá referencias de nuestra posición indicadas al jugador con una especie de fantasma u holograma de nuestro personaje, que marca dónde consideran que estamos colocados y dónde dejaron de vernos. El humo, el polvo levantado por una granada o la lejanía son elementos que podremos usar para desaparecer de estos momentos donde somos cazados y muy vulnerables. Hay regeneración automática de la vida pero de poco servirá cuando uno o dos impactos de bala acaban con el personaje.

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Los grandes mapas tienen distintos caminos y puntos que alcanzar para que se dispare el checkpoint y el objetivo siguiente. Los hay interiores y exteriores, mezclando ambos diseños y dejándonos entrar en casas con varias plantas y diferenciadas en estética y decoración entre sí. Escuchar tras las paredes, comprobar si cae polvo del techo -suelo de nivel de arriba- y otras conductas de precaución extrema parece ser que serán clave para avanzar sin ser detectados o toparnos con sorpresas. Es muy importante además explorar los cuerpos caídos en busca de munición, armas variadas, granadas, dinamita y otros explosivos instalables, que por cierto no nos harán daño por ser colocados por nosotros mismos, algo que le resta ese realismo que Rebellion quiere conseguir. Las misiones siempre intentan mostrar la preparación del francotirador y su puesta en marcha, pero no todo será acabar con rivales en plazas y calles, sino que el juego propone objetivos como rescatar a un determinado personaje, acabar con un convoy, llegar hasta un cuartel determinado, limpiar una zona, colocar minas en determinados puntos...

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Gráficamente el juego no es ninguna joya inimitable, solo se comporta y sabe exponer con solidez tanto los enormes escenarios como a los distintos enemigos de cada área, nunca demasiado numerosos ni con animaciones deslumbrantes. Eso sí, el mejor punto de su apartado técnico está en la espectacularidad lograda por las cámaras desde la bala en determinados tiros, no siempre, y en las que muestran el interior del cuerpo -huesos, músculos y órganos- destrozándose, incluídos ojos, testículos o riñones, sin ningún tipo de reparo en crudeza. Factores como el viento, la distancia o la potencia del arma influirán en los disparos, pudiendo aprovechar desde rebotes de las balas hasta la cercanía de otro enemigo para acabar con dos a la vez, una jugada maestra difícil de conseguir. También habrá otras jugadas brillantes, como el disparo sin apuntado exacto desde tapias para las puestas a cubierto y esquinas, o disparar a explosivos colocados previamente para hacer saltar por los aires a todos los enemigos cercanos en un momento determinado. 

La IA rival, por su parte, supone para Rebellion uno de los aspectos a mejorar en esta última etapa de desarrollo hasta el día de su lanzamiento. Es cierto que los enemigos tienen conductas creíbles, salen a ayudar a compañeros caídos, se mueven rápido y se ponen a cubierto mientras gritan "¡francotirador!" para alertar al resto, etc. pero no es suficiente y también cometen algunos errores inadmisibles como atascos tras paredes o en un edificio en concreto, acercamiento desprevenido a zonas de peligro para ellos, posturas extrañas al caer muertos o heridos, recargas en momentos cruciales, etc. Si esto se evoluciona lo suficiente, Sniper Elite V2 puede ser una experiencia jugable y reto muy desafiante y entretenido.

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Está claro que Rebellion quiere hacer algo totalmente distinto a lo existente y que ponga al rol de francotirador en su sitio, con una propuesta más fiel a la realidad que la de los shooters más populares de hoy. Sniper Elite fue un juego notable que traía consigo ideas y cambios, ahora habrá que ver cómo funciona aquella concepción en la situación actual del videojuego. Lo cierto es que V2 hace renacer muchos parámetros y los adapta a los tiempos que corren, como el tamaño y diseño de los mapas y las distintas vías de actuación, la espectacularidad absoluta, la variedad de armas y explosivos, o la visibilidad plena en la distancia gracias a los potentes prismáticos y mirillas de los rifles. Pero algunos factores deben ser pulidos para que esta obra alcance la grandeza que sus creadores sueñan, como mezclar mejor las partes de sigilo y disparo, o la a veces incongruente IA enemiga. Si sus modos de juego son lo suficientemente numerosos, su Campaña larga, y sus misiones variadas, este reboot puede dar bastante que hablar. Llegará en tres meses, con ambición tibia pero con un buen puñado de mecánicas distintas a lo común en el género.

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