¡Zoy el gato con botaz!

Poneos las botas porque aquí llega el gato más controvertido de todo el panorama infantil. ¿No es lo creéis? Sólo tenéis que mirarle a los ojitos y quedaréis prendados... ¡para despuez morir a miz manoz!

Cuando se anunciaron, no hace mucho, las nuevas conversiones de la segunda película de Shrek nos comenzaron a temblar las piernas. ¿Sería algún juego nuevo, u otro de esos terribles juegos infantiles que más que divertir asustan al indefenso jugador que los adquiera? Pues no, se trata de una simple continuación, al menos en GBA, que ya que la película acaba de salir en DVD, hay que darle más publicidad.

Para aquellos que nos hayáis leído el análisis del primer Shrek 2 'a secas', os recordaremos cual era el panorama. Se trataba ni más ni menos de un juego mediocre, muy típico, aunque algo superior al resto de juegos de plataformas que prometen lo mismo que este, pero ofrecen mucho menos. Por lo pelos, pero le dimos el visto bueno.

Un par de meses después, cuando aún no hemos recuperado las ganas de volvernos a meter en la piel del ogro verde más conocido por casi todos los niños, llega el gato con botas, uno de los protagonistas de la película, y sin duda el más carismático, para ofrecernos una nueva aventura. Curiosamente, Shrek también se deja ver por el título, ya os explicamos en su apartado correspondiendo el porqué.

El objetivo del juego nos quedó claro desde el momento en el que lo vimos anunciado. Las dudas, si alguien tenía alguna, se disiparon cuando lo pudimos probar, y hoy, os hacemos llegar nuestra opinión sobre un cartucho que ofrece lo mismo que su antecesor, y cuyo objetivo, como decíamos, no es otro que el de vender cuantas más copias mejor. ¿Como todos? Probablemente, pero es que esta vez es algo TAN descarado...

Encontró unas botas especiales, diseñadas para su estatura, y así se convirtió en el gran espadachín que es hoy en día. Su valor quedó demostrado al aceptar y cumplir la misión de derrotar a un ogro muy peligroso que acechaba su población natal. Una vez hecho esto, y en busca de más trabajo, cometió el error de aceptar un encargo muy similar. Derrotar a un ogro. Pero vaya ogro...

Así pues, la historia se nos relata de forma más o menos similar a la película, por medio de páginas, supuestamente sacadas de un cuento (cuyos dibujos son desternillantes), y que a su vez se va mezclando con la película, rescatando algunas aventuras que vimos en ella pero no en el Shrek 2 de la portátil, junto a, como es lógico, las batallas del 'puss ‘n boots'.

La forma de relatar todo el juego es de risa. Encaja a las mil maravillas con el estilo que impone el gato con botas, simple y desenfadado, siempre respetando el público al que va destinado, que como ya habréis podido suponer no es otro que el más infantil de nuestras casas. Aunque, aún así, conseguirá arrancarnos alguna que otra sonrisa.

Los personajes se han rediseñado de forma que han adoptado un diseño más alegre y colorista, como así más similar al original que pudimos ver en los cines (y ahora en DVD). Sin embargo, nuestro gato es extremadamente pequeño, algo que ejerce de contraste con el imponente físico de Shrek. En el caso del primero, es bastante complicado manejar a una especie de pulga moviéndose por un escenario, por lo general bastante grande.

Además de grandes, repetitivos. No encontraremos muchos mundos, y entre ellos tampoco muchas diferencias en lo que respecta al sistema de desenvolvernos por ellos, es decir, trepar por lianas, evitar pinchos, matar enemigos... y que además, casi siempre se dividen en cinco fases en las que básicamente repetiremos el escenario, aunque no la posición de los objetos a conseguir o plataformas.

Desde los soldados que visten de rojo, a los esqueletos, todos mejor diseñados y con algo más de colorido y de calidad general, menos pixelados... pero igualmente repetitivos. Los hay nuevos, obviamente, pero los veremos una y otra vez en todos y cada uno de las fases que pisemos.

Si a esto le añadimos la imposibilidad de oír los golpes de nuestros personajes por la música (y a que no tenemos un menú de opciones para quitarlo), nos quedamos con un pobrísimo aspecto de efectos especiales -porque son especialmente difíciles de oír-. Chistes a parte, es una auténtica pena no poder hablar de un apartado remodelado o mejor pensando y en el que se han mantenido esas voces que, cómo no, se repiten a lo largo de todas las fases.

Sus ataques son más amplios. En primer lugar tenemos el típico de la espada que empuña, luego una defensa de la cual carecen otros héroes, y sobre todo el ataque que más le caracteriza; sus ojos. Poner cara de 'gatito bueno' para dejar enamorados (atontados) a nuestros enemigos y, como ya os decíamos en la introducción, matarles. Además, podremos trepar algunas paredes, y un doble salto muy útil.

Mientras, Shrek se mantiene exactamente igual que en la aventura original. Sus saltos, lentos, su agilidad, nula, y su fuerza, inmensa. Los enemigos que con el gato necesitan cuatro o más golpes, el ogro los resuelve con no más de dos. Y es que, los que requieren más, ya suponen un auténtico reto para nosotros.

Este fallo (cómo no), se arrastra de la versión anterior, en la que también sufríamos de personajes con una lentitud suprema, especialmente adecentada en Shrek, que parece, y es, un auténtico ogro, lentísimo, y que hace fases cortas en un sacrificio innecesario que no tenemos por qué sufrir.