Shellshock 2: Blood Trails

En un entorno conocido, la guerra, nos encontramos ante una amenaza atípica. Haremos frente a una expansión vírica en medio de la guerra de Vietnam en este survival horror en perspectiva de primera persona el cual, siguiendo la estela que dejó Monolith con F.E.A.R.,  amenaza con convertirse en un  de más calidad que su antecesor, ShellShock: Nam '67.

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El género del survival horror ha tenido vertientes para todos los gustos, demostrando que el miedo puede llegar a muchos niveles en el mundo de los videojuegos. Desde el más psicológico y retorcido hasta el más visceral, es difícil no encontrar algo que encaje con nuestros gustos. En esta generación las propuestas vacilan más a la hora de salir a la calle; tan sólo lo han hecho con éxito notorio la saga Condemned para Xbox 360 -con una continuación multiplataforma- y el shooter F.E.A.R., ambos de Monolith y con un enfoque radicalmente distinto a pesar de apostarse ambos en la perspectiva en primera persona. Cada uno a su manera, demostraron que se podían hacer productos de calidad, sacando gran provecho del poderío técnico propio del momento, y además con su correspondiente personalidad.

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Y como es lógico, ante un rey siempre aparecen amenazas a su corona. Algunas con más suerte, algunas con menos. Ese  último fue, por desgracia, el caso de una muy desarrolladora ahora bastante más conocida, Guerrilla, que se intentó acercar a este enfoque con un juego ambientado en un conflicto algo diferente al que tenemos acostumbrados. Vietnam se puso como escenario para el horror, y, por desgracia, éste vino de una manera bastante diferente a la que nos esperábamos, puesto que el resultado final no terminó de cuajar, enseñándole a Monolith una valiosa lección que aplicaría con maestría poco menos que un año después. El nombre que se le puso fue Shellshock: Nam '67 -como diminutivo de Vietnam 1967-, y la idea era ciertamente buena, pero al final se perdió la oportunidad.

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Ahora han pasado casi cuatro años de aquello, la nueva generación está más que asentada y cualquier desarrolladora atrevida puede llevar a cabo un buen proyecto si cuenta con la astucia adecuada. Es el caso de Rebellion -autores del notable juego para PC Alien VS Predator-, quienes una vez más de mano de Eidos pretenden llevar el contexto del terror a la guerra de Vietnam. Aunque en este caso nos encontremos con una franquicia que no arrancó como debiera, el hecho de que se haya anunciado esta secuela con el atractivo de un mayor terror psicológico hace que, una vez más, tengamos la esperanza de que el resultado final se sepa llevar a buen puerto.

El argumento nos pone en el momento álgido del conflicto entre EEUU y los vietnamitas, donde un cargamento del más alto secreto denominado 'Caballero Blanco' se pierde de manera misteriosa en las profundidades más recónditas de la jungla. Como no podía ser de otra manera, se envía a la élite, a las fuerzas especiales, a deshacer el entuerto lo más rápidamente posible. Para su desgracia, uno a uno van desapareciendo en no menos intrigantes circunstancias. Pasados 30 días, un único hombre reaparece de repente, aparentemente saliendo de la nada. Con un estado mental que deja mucho que desear y en unas condiciones físicas no menos lamentables, el resto no tardan en darse cuenta de que ha perdido todo rastro de su humanidad, parece que puede volverse más peligroso de lo que parecía.

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Titulado Shellshock 2: Blood Traits, hasta el momento poco más se desconoce acerca del argumento que se desarrollará. Por ahora, un pequeño tráiler nos ha mostrado -bajo un acertado tema del grupo de rock sureño Lynyrd Skynyrd, 'Free Bird'- hacia qué camino puede desarrollarse todo, y ciertamente le da un vuelco a la tan manida guerra de una manera que pocos han intentado. Al parecer nos encontraremos poco menos que solos ante una horda de infectados los cuales, movidos por una sed irracional, se lanzarán hasta nosotros para eliminarnos. Aunque, eso sí, por lo que hemos visto es muy probable que nos veamos también envueltos en esa espiral de violencia sin sentido.

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Gráficamente podemos decir que apunta maneras, sin sobrepasar los estándares de los sistemas actuales pero aprovechando esos entornos selváticos para darles una nueva vuelta de tuerca y transformarlos en parajes solitarios, llenos de claroscuros donde el enemigo pueda esconderse, y de edificios en estado deplorable. Básicamente en este género las mayores bazas son la iluminación y los efectos sonoros, así que esperamos que estén al nivel que apuntan los datos vertidos hasta el momento. La manera de relatar las escenas cinemáticas estará, parece, atada la perspectiva jugable.

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La mecánica, como ya sabemos, parece ser que pasará por la de un FPS con tintes de survival horror. Obviamente estando en medio de una guerra difícilmente nos faltará munición. El armamento será, al parecer, más que abundante. Desde las básicas pistolas que nos sacarán de más de un aprieto hasta ametralladoras gatling, torretas, escopetas y alguna que otra más contundente. Aún así, parece ser que se nos pondrá en más de un aprieto. También hemos visto cómo el protagonista se veía obligado a inyectarse una misteriosa sustancia en su organismo, lo cual sugiere que podría dar uso a otro tipo de habilidades. Eso sí, las acciones cuerpo a cuerpo serán frecuentes, ya sea golpeando a nuestros enemigos o interactuando con los escenarios. Estos recorrerán, como es lógico, ambientes dentro de la zona de Vietnam así como bajo ella, en complejos subterráneos donde todo tipo de locuras acontecerán ante nuestros ojos y, con suerte, desvelarán un argumento que parece ser la mayor baza para sorprender al público.

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