Sangrienta historia de venganza

Item: Shank
Rating: 7

Las juegos en dos dimensiones están a día de hoy tan de moda como a mediados de los 90. Shank es una prueba más de ello, ofreciéndonos un arcade de acción a medio camino entre contra y los beat'em ups más sangrientos y salvajes que se recuerdan. El resultado, como mínimo, es interesante.

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Actualizado a 12 de abril de 2012 07:47 CEST

Shank en principio no viene a ser una de las palabras más comunes del inglés. Su significado viene a referirse a una palanca o un mango (de agarrar). Sin embargo en el título de Klei Entertainment, que nos llega de la mano del gigante canadiense Electronic Arts, hace referencia a un personaje con tinturas al mismísimo Rambo. Este héroe tiene como misión conseguir vengarse de un grupo de malhechores que asesinó a su mujer años atrás y que casi acaban también con su vida.

La historia comienza así de enigmática y con ciertos ribetes que nos recuerdan a la épica Kill Bill, dirigida por Tarantino hace ya unos años. Los paralelismos con el film continúan durante toda la aventura, incluso acrecentándose conforme avanzamos en su historia. Aunque el parecido más obvio no es la excusa argumental, sino la brutalidad de la acción y la cantidad de sangre que se derrama con cada ataque del protagonista o su partenaire en el modo cooperativo. No será raro eviscerar a nuestros enemigos con una motosierra, partirles en dos armados de una katana, desangrarlos a base de balazos con nuestras armas

Bien es cierto que en este caso estamos hablando de un juego de acción completamente bidimensional, pero la puesta en escena y el apartado sonoro parecen por momentos un homenaje a dicha obra del director Tenesse. Es en este punto donde más brilla la propuesta de Klei Entertainment, con gráficos coloridos, bien diseñados y además en alta resolución, con unas animaciones y un nivel de detalle que rayan a gran altura.

Y hasta ahí llegan las virtudes de Shank, puesto que para empezar el argumento carece de personajes carismáticos o momentos verdaderamente épicos, siendo una simple excusa para colocarnos en distintas localizaciones ante un ejército sinfín de enemigos semi-clónicos. Esto no es necesariamente un gran defecto, ya que no son pocos los títulos de este estilo que caen en el mismo error.

Sin embargo el mayor pecado de Shank no hace sino acrecentar esta falla. Nos referimos a su diseño de niveles, que no está a la altura de las circunstancias. Demasiadas zonas similares a las ya pasadas y un nulo reto a nuestras habilidades al mando (el aporreamiento de botones suele dar resultado). A esto contribuyen las capacidades del héroe de la aventura, algo limitadas y con una progresión prácticamente inexistente durante las escasas horas que dura el juego. La única razón real para continuar avanzando acaban siendo los logros y nuestra ansía por superar a nuestros amigos en los marcadores globales a través de la red de redes.
Y es que la jugabilidad de este título es más bien limitada, pudiendo únicamente utilizar un arma cuerpo a cuerpo y otra a distancia al mismo tiempo, a elegir entre un limitado rango de opciones. Las únicas variaciones al esquema de juego llegan con los enemigos finales, algunos suficientemente imaginativos como para necesitar un verdadero esfuerzo por parte del jugador. Por si esto no fuera suficiente el modo historia puede terminarse en dos horas de juego, sin ofrecer extras de relevancia (sí que podremos desbloquear nuevos trajes) para sucesivas partidas.

Si bien, la mayor sorpresa que encierra esta descarga digital es su modo cooperativo para dos jugadores, entretenido e imaginativo. Su argumento es una precuela de la historia principal. Sin embargo un vistazo más profundo nos lleva de nuevo a la decepción, debido a la escasa duración de los niveles que nos permite jugar esta modalidad. No entendemos la razón por la que no se permite jugar la totalidad del modo historia de esta manera. Sin lugar a dudas este pequeño detalle conseguiría aumentar notablemente la vida del juego y, por tanto, mejoraría nuestras impresiones respecto a Shank. También sería de agradecer que se permitiera el juego a través de la red de redes, ya que tan sólo podremos disfrutarlo de manera local.

La historia comienza así de enigmática y con ciertos ribetes que nos recuerdan a la épica Kill Bill, dirigida por Tarantino hace ya unos años. Los paralelismos con el film continúan durante toda la aventura, incluso acrecentándose conforme avanzamos en su historia. Aunque el parecido más obvio no es la excusa argumental, sino la brutalidad de la acción y la cantidad de sangre que se derrama con cada ataque del protagonista o su partenaire. No será raro eviscerar a nuestros enemigos con una motosierra, partirles en dos armados de una katana desangrarlos a base de balazos de nuestras armas.

La guinda la pone un sistema de control algo impreciso que puede llegar a dejarnos 'con el culo al aire' cuando menos nos lo esperamos (suele tener problemas con los ataques de los perros y en algunas luchas con enemigos finales). Aunque por lo general Shank se controla con solvencia, estos momentos de desconcierto vuelven a empañar el trabajo realizado por la desarrolladora. Quizás las prisas han sido las culpables de que no hayan sabido rematar correctamente un juego tan prometedor como este.

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.