Serial Cleaner
- PlataformaXBO7.5NSWPC7.5PS47.5
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladoriFun4All
- Lanzamiento14/07/2017 (XBO, PC, PS4)06/12/2018 (NSW)
- TextoEspañol
- EditorCurve Digital
Serial Cleaner, Análisis
Una sangrienta escena de un crimen en los años 70. Cadáveres, policías y un limpiador. Así es Serial Cleaner, una divertida aventura de sigilo en vista cenital en la que debemos hacernos cargo de los asesinatos de otros sin ser vistos.
Tïtulos como Hotline Miami han marcado época gracias a su explosiva mezcla de acción, desafío y un humor muy particular; otros como Party Hard, apostaban por un ritmo de juego más pausado y menos visceral, sumando a la ecuación buenas dosis de estrategia y sigilo. Ahora nos toca limpiar lo que otros hacen. Somos el Limpiador, un profesional de la limpieza tras los más atroces crímenes que actúa al margen de la ley en favor de la mafia a cambio de un buen pellizco. Obra del pequeño estudio polaco iFun4All junto a los londinenses Curve Digital, Serial Cleaner nos lleva a la convulsa década de los años 70 para limpiar, aspiradora en mano, las escenas criminales más variopintas, tanto en PC como en PlayStation 4 y Xbox One, en una aventura 2D de sigilo y con un agudo sentido del humor. ¡A limpiar!
Inicios de los 70. Somos el Limpiador, un aficionado al boxeo amante de los vaqueros acampanados que vive con su madre y que se dedica, sin que nadie lo sepa, a un trabajo que muy pocos entenderían. Cada llamada se convierte en un nuevo y macabro encargo al que debemos acudir con nuestra ranchera, para así deshacernos de los cuerpos, reunir las pruebas incriminatorias y hacernos con otros preciados objetos, no sin dejar de limpiar los litros y litros de sangre esparcidos en cada escenario criminal. Y todo ello rodeados de policías, mafiosos y otras perspicaces figuras que tratarán de darnos caza a la más mínima sospecha de nuestra presencia. A grandes rasgos, Serial Cleaner se antoja como un título sencillo de consumo rápido; nada más lejos de la realidad. Tenemos por delante horas y horas para completar cada escenario al cien por cien y hacernos con su gran cantidad de coleccionables escondidos a lo largo y ancho de sus numerosos escenarios.
El título ofrece como gran aliciente un modo historia con un argumento curioso ‒que no escatima en tópicos‒ con hasta 20 niveles diferentes por superar, además de otros 10 niveles extra ‒realmente buenos‒ basados en películas de culto y que podremos desbloquear si encontramos sus bobinas de cine respectivas ocultas en los escenarios. En casi todos los niveles los desafíos y las mecánicas a seguir serán las mismas; tenemos como objetivos recoger los cuerpos de las víctimas, meterlos en bolsas y llevarlos a nuestro vehículo; en ciertas ocasiones podremos hacer desaparecer los cuerpos de otras formas, digamos, poco ortodoxas. Otros condicionantes que nos permitirán completar un nivel será la recogida de todo tipo de pruebas del delito, así como completar el porcentaje requerido de sangre “retirada” del escenario; eso sí, siempre podemos llegar al 100% de sangre si queremos completar el título al completo, un reto bastante complicado, por cierto.
Los niveles estarán plagados de policías, agentes de seguridad e incluso mafiosos que vigilarán la escena del crimen para que nadie manipule o retire las pruebas. Según el tipo de “enemigo”, correrán más o menos, tendrán mejor o peor vista o se percatarán de nuestra presencia con mayor o menor facilidad. Y es que si retiramos un cadáver o una prueba, rápidamente acudirán al lugar para tratar de averiguar qué ha ocurrido; si nos cogen, termina la partida y toca reiniciar el escenario, algo que será especialmente doloroso en los niveles más avanzados ‒y complejos‒ cuando nos falte poco por acabar. Será en este momento donde entre en juego la estrategia y el sigilo; deberemos estudiar muy bien cada nivel ‒desde casas a fábricas, pasando por clubs, gimnasios o parques de caravanas‒ y las rutas de cada policía o guardia de seguridad.
Así, cada uno de nuestros antagonistas seguirá sus propios itinerarios observando el lugar gracias a sus conos de visión; si nos cruzamos con ellos y entramos en su alcance, emprenderán una persecución a la que deberemos responder o bien ocultándonos o despistándolos. Eso sí, normalmente corren más que nosotros ‒especialmente si cargamos con un cuerpo‒, con lo que la mejor opción será buscar algún elemento de ocultación de los muchos disponibles según el mapa: desde macetas a barriles o cajas, todo valdrá para despistar a nuestros perseguidores. Con el objetivo de localizar cada uno de los objetivos y sitios en los que escondernos, podemos recurrir al llamado Sentido del Limpiador, una habilidad que nos permite ver el mapa entero destacando los puntos de interés.
También podemos tratar de llamar la atención de un policía para así cambiar su ruta de paso y dejar libre una zona que nos interese, ya sea pasando rápidamente por su cono de visión o causando distracciones con radios u otros ruidosos objetos, además de mover ciertos objetos para cambiar el escenario. Es aquí donde Serial Cleaner muestra su mejor cara, ofreciendo al jugador todo un abanico de posibilidades para afrontar cada situación de la manera que consideremos. Además, con cada nueva partida o intento, los principales elementos cambian de ubicación, con lo que el desafío aumenta de forma exponencial; eso sí, algunas de estas configuraciones aleatorias serán más accesibles que otras, provocando alguna que otra incoherencia en la curva de dificultad del título. Por suerte, y una vez hayamos terminado la campaña principal, podremos añadir una larga colección de desafíos que cambiarán por completo el devenir de cada partida, sumando todo tipo de hándicaps que modificarán la personalidad del título y que pueden dar lugar a niveles infernales a nivel de dificultad; todo un acierto.
Nuestro Limpiador será totalmente inofensivo frente a los policías y otros vigilantes, con lo que deberemos explotar al máximo nuestras habilidades de sigilo para pasar desapercibidos; o no, puesto que uno de los grandes aciertos de Serial Cleaner es ofrecer al jugador un sinfín de posibilidades en un, aparentemente, sencillo juego del ratón y el gato. Toca correr, escondernos o, en todo caso, aprovechar los charcos de sangre para deslizarnos y huir más rápido. El título es ameno y adictivo y no pararemos de limpiar hasta sacar partido a todas sus posibilidades; incluso llamará la atención de aquellos no iniciados en un género que, tradicionalmente, hace gala de un ritmo pausado y sosegado. Serial Cleaner es diversión pura y dura, acompañado también por una puesta en escena de estilo cartoon más que acertada, proponiendo un fuerte contraste entre una temática adulta y cruda y un apartado artístico que nos traslada a los dibujos animados de dicha época.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.