SEGA Classics Collection

Érase una vez…
Muchos somos los que, de vez en cuando, miramos atrás y soltamos aquello de que otros tiempos eran mejores. Cierto es que las tecnologías actuales son un salto cualitativo que, para otros tantos, convierten a los viejos clásicos en programas auténticamente despreciables… pero ante los que como el que esto suscribe ven esos negativos pensamientos como herejías de primer grado, Sega regala una atractiva compilación de lo mejor de su mítico catálogo.

Outrun
Parece mentira que una premisa tan sencilla como la de recorrer mundo a bordo de un fantástico Ferrari Testarrosa y acompañados de una despampanante rubia, se convirtiese en uno de los videojuegos más emblemáticos de la historia. Todas las premisas típicas en los arcades del género, con la ineludible carrera contrarreloj y cientos de vehículos a esquivar… sólo que en esta ocasión, estábamos ante un juego que no podía recibir un calificativo por debajo de "impresionante".

Desgraciadamente, lo que Sega plasmará en Playstation 2 distará mucho de transmitir el fantástico sentimiento 'píxel' del original. Y más aún, el resultado gráfico, pasado a un elemental entorno poligonal, sufre en demasía si lo comparamos al asombroso y reciente Outrun 2 que tan bien corrió en Xbox. De todos modos, será curioso de ver, mantendrá alguna de sus virtudes lúdicas y, por encima de todo, conservará su emblemática banda sonora. Que no es poco.

Golden Axe
Golden Axe sorprendió en 1989 a propios y extraños por su particular puesta en escena dentro de su desarrollo cien por cien clásico. Si bien no dejaba de ser una pequeña variante del mítico beat'em up Double Dragon, la exquisita capacidad artística por parte de sus creadores llevaba al jugador a una ambientación de espada y brujería, al más puro estilo Conan el Bárbaro. Todo hay que decirlo, la originalidad de la situación y el buen hacer de Sega en el apartado jugable convirtieron a Golden Axe en la máxima referencia de la compañía por aquellos entonces.

Space Harrier
Si hay algo de lo que puede presumir Space Harrier es de ser uno de los arcades más revolucionarios de todos los tiempos. El concepto de juego que presentaba Sega, lejos de alejarse del matamarcianos clásico de toda la vida, se veía adornado por un asombroso entorno gráfico gracias al por entonces novedoso sistema de scalling desarrollado por los ingenieros de AM2.

En esta nueva versión, Space Harrier se presenta bastante atractiva, siendo posiblemente, por lo elemental de su desarrollo, el que mejor ha pasado el viaje a la nueva generación. Divertidísimo como antaño gracias a su simpleza bien plasmada, vertiginoso como pocos y con una banda sonora auténticamente sobrecogedora, Space Harrier traspasa la barrera de los años con sobrada solvencia.

Fantasy Zone
Curiosamente, a pesar de su origen recreativo, Fantasy Zone fue uno de los títulos emblema de una de las consolas más populares de Sega: Master System. De todos modos, lo que tendremos aquí en Playstation 2 es, ni más ni menos, una conversión directa del arcade original, sin cambios de tipo alguno. Así pues, sin llegar a ser el juego más puntero del pack, Fantasy Zone es una excelente propuesta de acción, y un matamarcianos más que notable que ha envejecido francamente bien.

Alien Syndrome
Otro clasicazo que tuvo más éxito en Master System que en su homónimo recreativo. En esa ocasión este arcade se basaba de forma más que evidente en la obra fílmica Alien, recuperando para ello el estilo de juego que magnificase en su día el legendario Gauntlet de Atari. Para uno o dos jugadores simultáneos, Alien Syndrome suponía toda una terrorífica experiencia repleta de monstruos de pesadilla e inmensos escenarios de perdición.

Columns
¿Quién no ha oído hablar de Columns? Vale, tal vez no es tan popular como Tetris, pero sin duda los usuarios de Megadrive apreciarán como pocos el buen hacer de la compañía nipona al programar en su día este estupendo juego de puzzles. Habiendo visitado tanto a las consolas de Sega como al recordado MSX 2, Columns supuso un auténtico hit que enganchó a no pocos jugones en una época colapsada por los grandilocuentes nombres provenientes de los salones arcade. Pocas innovaciones para un título que no necesita más…

Monaco GP
Al más puro estilo de clásicos posteriores como Road Fighter o Trash Rally, Sega prácticamente inauguraba un género anteriormente copado por los primitivos experimentos con raíles fotográficos. Nada que ver con el más moderno Monaco GP que tantas glorias cosechase en la gran Megadrive, la nueva actualización para 128 bits lucirá remozada pero aún bastante retro, y afortunadamente con toda la jugabilidad del viejo título adaptada a la perfección al control analógico.

Bonanza Bros
Es curioso que un arcade como Bonanza Bros haya sido elegido para acompañar al resto de glorias aunadas en esta compilación de cracks. El caso es que, aún sin haber sido remozado de cara a las nuevas tecnologías, este particular arcade de Sega desentonará un tanto por lo extraño de su concepto y de lo peregrino de su desarrollo. Gustó en Japón, pero en occidente paso más que desapercibido, al igual que lo hará dentro de este Sega Classics Collection.

Virtua Racing
Posiblemente, la joya de la corona de la colección. Virtua Racing supuso un ante y un después en lo que a juegos de carrera se refiere, siendo sin duda alguna la piedra angular de lo que a día de hoy son los racing games: gráficos tridimensionales, realismo inusitado en su vertiginoso desarrollo, control que trata de alejarse de lo puramente arcade… Qué os voy a contar si actualmente en muchos salones recreativos Virtua Racing sigue siendo toda un imprescindible.

Por el camino…
Si bien se ha incluido también como complemento al olvidable Bonanza Bros el singular Tant R, Sega se ha dejado en el tintero otros componentes de la serie Sega Ages como Afterburner o el juego basado en Hokuto no Ken. Aún así, a pesar de que los altibajos entre un título y otro son más que patentes, la propuesta retro de Sega pasa por ser de las más atractivas del mercado. Veremos qué tal se porta en el momento de la verdad. Aquí estaremos para contároslo…