En el mercado actual, hay un nuevo género que se va haciendo un inevitable hueco en las estanterías. Partiendo del éxito de un juego de bajo presupuesto (que con el tiempo llegaría a ser una saga de renombre, de las más deseadas por los usuarios) que respondía al nombre de Grand Theft Auto, han sido numerosas las entregas y los títulos que nos ponían en el papel del malo de la película.
Este mundo de destrucción, delincuencia, drogas e incluso prostitución, reservado para los mayores de la casa por la calificación por edades, llega a Xbox 360, por primera vez en una consola de nueva generación. Saints Row es un título de una calidad sublime, digno de inaugurar el género y que satisfará a los usuarios por su gran variedad, que dota al juego de numerosas horas de diversión.
Guerra de bandas
La base argumental del juego nos sitúa en una ciudad que responde al nombre de Stilwater. Nuestro personaje (al que crearemos previamente en un completo editor) está vagando por uno de los barrios bajos de la misma, cuando se ve involucrado en una batalla de bandas, y parece que su vida llega a su fin, pero los 3rd Street Saints le salvan el cuello, y decide unirse a ellos en la guerra que está teniendo lugar en las calles de Stilwater.
Todo es una lucha por la supremacía, por controlar todas las influencias y el tráfico ilegal en la ciudad, la cual está dividida en sectores, cada uno bajo el yugo de una banda diferente. Junto a nuestros protagonistas, los Saints, estarán los Westside Rollerz, aficionados a la velocidad; Los Carnales, una banda de traficantes colombianos; y los Vice Kings, con su mercado musical.
Una vez superemos la prueba de iniciación a la que seremos sometidos, empezará nuestro trabajo como miembro de la banda. Pese a la idea inicial de la misma de tan sólo dedicarse a defender el territorio, ha llegado la hora de pasar a algo más y hacerse con el control de la ciudad. Las 36 divisiones de la misma deben llegar a ser nuestras, ese es el duro objetivo con el que nos encontraremos.
Gánate el respeto
La estructura del juego, si optamos por seguirlo de una forma más o menos lineal (algo a lo que no estamos en absoluto obligados) es muy simple. Para poder acceder a las misiones de la historia principal, deberemos tener ganado el respeto suficiente, que conseguiremos mediante la realización de misiones secundarias, independientemente de quién sea nuestro cliente.
Así, podremos meternos en asuntos turbios como el robo de vehículos, tráfico de drogas (donde deberemos defender a los camellos mientras realizan su trabajo), escolta (donde evitaremos a la prensa mientras los clientes gozan con una chica de dudosa reputación), chuleo (nuestro deber será recoger prostitutas y llevarlas al burdel que nos contrató), fraude al seguro (simular atropellos en la calle), etc.
Se podría hablar largo y tendido de estas misiones, que son como minijuegos en sí mismos, por eso optamos por esa pequeña descripción para que os hagáis una idea de lo que os vais a encontrar. Aparte, hay algunas misiones que son más largas y que no tenemos un límite temporal para cumplirlas, sino que gozaremos de toda nuestra experiencia de juego para irlas realizando poco a poco.
Esto incluye el taller ilegal, que nos pedirá unos ciertos tipos de coche bastante peculiares que tendremos que encontrar y no será especialmente fácil, o un trabajo como sicario, donde deberemos eliminar a una lista de gente, que primero tendremos nuevamente que encontrar. Son trabajos bien remunerados, pero bastante complicados, que alargan la vida del título.
Con el cumplimiento de estas misiones secundarias ganaremos, aparte de respeto, dinero, con el que luego podremos realizar nuestras compras. Cuando tengamos el respeto necesario, se nos avisará de que podremos acceder a una de las misiones principales. Como la banda atacará a la vez por distintos frentes, podremos elegir entre unas cuantas misiones cada vez que queramos seguir el hilo argumental.
Estas misiones serán la base del juego para un sólo jugador, ofreciendo diversión y retos más complicados y enrevesados que las de las secundarias; si cabe, menos simpáticas y con un aire más serio. Siguiendo el argumento, veremos cómo reaccionan las bandas rivales, y poco a poco nos iremos haciendo con el control de la ciudad, con el consiguiente aumento de nuestros beneficios.
Un gran acierto del juego es que, aparte de los momento que argumentalmente lo requieran (que los hay), las bandas rivales pueden atacar uno de nuestros barrios aleatoriamente, por lo que deberemos dejar lo que estemos haciendo y acudir rápido en ayuda de nuestros compañeros para defender nuestro territorio de la embestida rival.
Tampoco tenemos por qué ser unos solitarios, y de hecho, no lo somos. Si estamos en nuestro barrio, hagamos lo que hagamos, recibiremos el apoyo de todos los miembros de nuestra banda que estén cerca nuestra, aunque sea para atacar a una anciana indefensa que pasaba por la calle. Según avancemos en la historia principal, también podremos llevarnos a compañeros con nosotros en nuestras misiones, tanto las principales como las secundarias, resultando siempre de una gran ayuda.
De tiendas de día y de noche
Como ya hemos dicho, aparte de respeto, ganaremos dinero que podremos gastar a nuestro gusto, y son abundantes las tiendas que hay por la ciudad. Para empezar, siguiendo con el completo editor de personajes del inicio del juego, hay tiendas de cirugía estética donde cambiar nuestro aspecto, tiendas donde ponernos tatuajes en cualquier parte del cuerpo, con una oferta realmente elevada, o incluso peluquerías.
También habrá talleres donde podremos arreglar vehículos o tunearlos a nuestro gusto, ofreciendo también una completa gama de opciones; tiendas de comida rápida donde conseguir alimento que recupera nuestra vida; tiendas de ropa donde cambiar nuestro aspecto; tiendas de armas para equiparnos (aunque podremos recoger las que suelten nuestros enemigos); y, por supuesto, la tienda de licores.
Profundicemos en esta última, porque en ella conseguiremos bebidas alcohólicas a la par que podremos hacernos con drogas. Los efectos de estos objetos, al consumirlos, es directo y evidente, ya que se reflejará en pantalla. Sin embargo, nuestro personaje se convertirá en una máquina que irá más rápido, será más bestia y podrá iniciar un atraco si estamos en la tienda sin que nosotros lo queramos.
Están muy bien representados los efectos de estos elementos, y si bebemos mucho nuestro personaje vomitará, mientras que si fumamos mucho tendrá fuertes ataques de tos, que le afectarán a las habilidades superiores temporales que tiene con dosis más pequeñas. La principal queja en este aspecto es la corta duración del efecto de todas ellas, que apenas da tiempo a 'disfrutarlas'.
Además, todas las tiendas pueden ser atracadas si apuntamos al dependiente con el arma que tengamos equipada en ese momento. Resulta curioso el hecho de, por ejemplo, comprar una chaqueta y recuperar el dinero atracando la tienda después. Si entramos a la fuerza por la noche, mientras está cerrada la tienda, podremos acceder a la caja fuerte, donde habrá un minijuego para abrirla, y deberemos huir de la policía para llegar a la casa de empeños más cercana.
Jugabilidad
Como ya habréis descubierto hasta ahora, las opciones de juego son numerosas, con una gran libertad, que nos permitirá hacer lo que queramos. Sí, hay un argumento principal, pero podemos montarnos nosotros nuestra propia historia, dedicándonos a misiones secundarias o a ser un criminal simplemente. Las opciones son prácticamente ilimitadas.
Aparte de lo ya dicho sobre las tiendas, podremos robar cualquier coche, pero con una peculiaridad: si en un vehículo van más de dos personas y echamos al conductor, podremos raptar a los demás ocupantes. Si aguantamos el secuestro durante un tiempo determinado escapando de la policía y sin bajar la velocidad, podremos cobrar el dinero del rescate.
Una pega que se puede destacar en este aspecto es la ausencia de vehículos de dos ruedas del tipo de motos o bicicletas, que se suple con una amplia gama de coches y camiones, de diversa antigüedad, velocidad, resistencia o aceleración. Están muy bien representados y diferenciados, y el control de todos ellos es muy bueno, aunque los pequeños detalles se notarán entre uno y otro vehículo.
Aparte de la barra de respeto, y de la barra de energía, tendremos una barra de resistencia del personaje, que limitará el tiempo que puede correr, además del nivel de lo buscados que somos por la policía y por bandas rivales. Con el botón B accederemos directamente a los menús para seleccionar armas y utilizar objetos (comida rápida y drogas principalmente).
La variedad será suprema, hasta el punto de que podremos tener un tiroteo desde el coche, mientras conducimos, intentando acabar con nuestros posibles perseguidores, o simplemente para causar una carnicería por la calle. Sin duda, el título es realmente jugable: sencillo, directo, variado y muy divertido, cumpliendo todas las metas que se propone en este aspecto.
Apartado gráfico
Sin duda estamos ante un título de la nueva generación. La ciudad es enorme, y salvo que iniciemos alguna misión, el juego no carga en ningún momento. De hecho, lo va haciendo sobre el camino, y según avanzamos va cargando las siguientes zonas de una forma ciertamente sutil, aunque puede dejarse algún defecto gráfico que otro por el camino. En cuanto a la física, contrasta la dureza de algunas construcciones frente a la facilidad para destruir o derribar otras, de modo que semáforos y farolas parecen casi de papel y se caen al más ligero roce.
Stilwater está viva, y aparte de los vehículos y gente que pululan por las calles, la noche y el día se sucederán, y sufriremos cambios climáticos como niebla o lluvia, que estarán muy bien representados. A veces resulta curioso cómo aparecen coches de la nada, aunque sea en los puntos más lejanos del escenario; no obstante, eso no quita un buen apartado gráfico.
Los efectos de luz, explosiones y disparos, así como los reflejos, son verdaderamente dignos de mención. Las secuencias cinemáticas mantienen el nivel general del juego; aunque en alguna que otra da la sensación de que se podrían haber trabajado más, lo cierto es que cumplen con su cometido perfectamente, y sin duda están al nivel notable de lo que se le puede exigir a la máquina.
Apartado sonoro
La banda sonora es de bastante calidad, sin llegar a la elevada calidad de otros títulos, pero que cumplen de sobra con las variadas emisoras de radio, que podremos seleccionar en el vehículo, o comprar canciones en la tienda de música y crear nuestras propias listas de reproducción. Los efectos sonoros están a un nivel notable, en cuanto a sonido de motores, golpes y explosiones.
En el aspecto en el que debemos sacarnos el sombrero es el, casi sin quererlo y sin darnos cuenta, excelente reparto de voces que tiene Saints Row entre sus dobladores. Nombres que hablan por sí solos como David Carradine (Kung Fu, Kill Bill), Michael Clarke Duncan (La milla verde, Armaggedon) o Tia Carrere (la serie Cazatesoros, Los Inmortales), junto a otros de menos renombre como Keith David, pero que también gozan de un extenso historial (Pitch Black, Requiem por un sueño).
Jugando en red
Por su todo esto fuera poco, Saints Row ofrece la posibilidad de explotar la experiencia de Xbox Live con una amplia gama de modos de juego online para hasta doce jugadores. Los variados modos son: pelea de gángsters (solitario y por equipos), cadenas molonas (igual), buga maqueado, protege al chulo y cooperativo. Por equipos nos permite unirnos a nuestros amigos, crear una banda y retar a otras. Sin duda, esto aumenta con creces la vida del juego, y abre toda una nueva red de juego para Xbox Live.
Problemas con el idioma
A pesar de que en la caja del juego pone que está traducido al español, esto es una verdad a medias. Menús, misiones, tutoriales... todo en el juego está en nuestro idioma, salvo los diálogos. No es que no estén doblados, sino que si les añadimos subtítulos, estos aparecerán en inglés. Por esta extraña circunstancia, hemos hablado con los chicos de THQ España, para saber a qué se debía.
El problema es que se ha producido un error en el proceso de adaptación del juego a nuestro mercado, y es algo con lo que no contaban. La decisión de localizar el título se tomó antes de que THQ se estableciese en España, y aunque ellos tenían marcados los subtítulos para su traducción, la localización la tenían dividida en dos y quedaron sin traducir las voces por error. Una situación que lamentan desde la propia THQ España.
Pese a que pueda afectar levemente a la experiencia de juego el enterarse de la mitad de lo que sucede en las escenas cinemáticas, lo cierto es que Saints Row se puede jugar perfectamente aunque no se domine el idioma de Shakespeare, ya que todas las misiones y situaciones nos serán explicadas perfectamente en español. En esencia, el título se puede disfrutar igual, ya que por ejemplo Los Carnales, como colombianos que son, hablan muchas veces en español. No dejéis de darle una oportunidad al título por este desgraciado error ajeno.