Sabre Wulf
Un lobo nuevo con sabor añejo.
Devolver clásicos a la vida no es una idea nueva, pero hacerlo con títulos tan antiguos puede ser arriesgado. Para solucionarlo, en esta nueva versión de Sabre Wulf pocas cosas son como antes. Muchas se han mejorado, pero lástima que no todas.
Devolver clásicos a la vida no es una idea nueva, pero hacerlo con títulos tan antiguos puede ser arriesgado. Para solucionarlo, en esta nueva versión de Sabre Wulf pocas cosas son como antes. Muchas han mejorado, pero lástima que no todas.
Sabre Wulf (Spectrum) |
Seguro que muy pocos recordarán el juego original de Sabre Wulf. Un juego de la época del Spectrum, y no uno cualquiera, sino uno de los primerizos de aquel entonces. Y además era uno de los mejores técnicamente para el momento.
Por supuesto, en un Spectrum de 48 Kb no se podían hacer grandes logros, pero desde luego que las ideas entonces eran todas frescas y muy divertidas, porque a fin de cuentas no había nada inventado. El juego de Sabre Wulf era básicamente un título de laberintos, en donde orientarse era la principal complicación.
Sabre Wulf (GameBoy) |
El objetivo era conseguir las diferentes partes de un amuleto, pululando por una jungla sin fin, esquivando los enemigos que salían al paso. Pero el problema no eran los enemigos, sino evitar perderse. Con la limitada cantidad de memoria que se usaba en aquella máquina, todos los escenarios eran idénticos, y la única solución era ir dibujando un mapa en un papel. De lo contrario, uno podía estar pasando una y otra vez por el mismo sitio sin notarlo.
Pero ahora todo es diferente. Las máquinas, los juegos y sobre todo las ideas han cambiado tanto que nada tienen que ver los antaño originales juegos que venían grabados en una cinta de casete que tardaban 15 minutos o más en cargar.
Sabre Wulf (GameBoy) |
Y Sabre Wulf ahora es tan diferente como todo lo demás. Se ha intentado conservar una parte del espíritu, en incluso de la perspectiva, pero el juego en sí no tiene nada que ver con su original. Esto no es malo en absoluto, pues el juego original sería demasiado aburrido hoy en día, y los pasos dados han sido bien orientados.
Este juego se podría parecer más al también conocido The Lost Vikings, pues a fin de cuentas, casi parece un juego de puzzles con toques de plataformas. Esto que suena tan complicado es muy sencillo de explicar:
Sabre Wulf (GameBoy) |
El juego se divide en 2 tipos: la aventura, y las fases de acción. La aventura se contempla desde encima del protagonista, y en ella hay que hablar con los otros personajes, y escoger la fase a la que queremos ir. Ahí se irá desarrollando el argumento, que se limita a conseguir las 8 partes del amuleto que han sido dispersadas por las diferentes zonas.
Las fases de acción son diametralmente opuestas. Aquí el juego parece un plataformas, se ve al personaje desde un lado, y hay que ir saltando y avanzando. Pero para avanzar, es necesario pensar un poco y resolver los puzzles que van apareciendo, de una manera similar al citado The Lost Vikings.
Si algo destaca en este juego, desde luego no son lo gráficos. Como puede verse por las capturas, visualmente estamos ante un juego bastante pobre, que sin ser lo peor de GBA, desde luego no aprovecha la capacidad de la portátil de Nintendo.
Sabre Wulf (GameBoy) |
Lo primero que llama la atención es el pobre uso que se hace del color. No es que haya pocos colores, sino más bien que el contraste entre ellos no es el adecuado. Para compensarlo se ha optado por incluir colores muy vivos, que en cierta medida (y en ciertas fases) compensan un poco.
Luego destaca la animación del personaje, que en ocasiones está bastante bien conseguida, como por ejemplo en los saltos que se realizan en las fases de plataformas. Otra cosa es el control, que ya no está tan bien, y que no debe ser confundido. Pero la animación sí es buena.
Sabre Wulf (GameBoy) |
El aspecto del juego, tanto en las fases de vista superior, como las fases del tipo plataformas, es tirando a gráficos pre-renderizados. El resultado se parece bastante a otros juegos como Donkey Kong Country (normal, teniendo en cuenta que ambos títulos vienen de la misma compañía), aunque sólo en el aspecto, no en la temática, ni en ninguna otra cosa.
Quizás uno de los defectos más importantes a nivel gráfico a parte del color, estaría en la superficialidad de los decorados. En los dos tipos de fases, los decorados son bonitos, pero se nota que les falta detalle. Les falta chispa, principalmente porque son demasiado estáticos.
Sabre Wulf (GameBoy) |
Hablar del apartado musical es algo complicado. Por un lado da una de cal y otra de arena. De repente suena un tema totalmente penoso, y al segundo está sonando un tema que encaja de maravilla con la ambientación. Sin embargo, en ambos casos suenan con una calidad de audio bastante baja, por lo que no termina por ser un buen apartado.
Los efectos de sonido no son demasiados, pero están bien resueltos. Destacan los sonidos ambientes, que consiguen evitar el silencio de una manera más que aceptable. También están bien los sonidos que hay cuando alguien habla son graciosos y no desentonan. El resto son los de siempre, los típicos sonidos para saltos y demás.
En términos de diversión, este juego hay que reconocer que sí entretiene, principalmente porque los programadores han sido listos, y no lo han centrado exclusivamente en las plataformas. Si así hubiera sido, habría resultado un mal juego.
Sabre Wulf (GameBoy) |
Como ya se explicó antes, el juego se divide en dos modos, la aventura y las plataformas con toques de puzzle. La aventura tiene una perspectiva cenital, sobre el personaje, y aquí lo único que hay que hacer es ir de un sitio a otro, hablar con la gente y entrar en las zonas de plataformas. Básicamente es un nexo entre fases.
Las fases de plataformas son la salsa del juego. Sin embargo, tienen una pega principal, que es el control del personaje protagonista. Este control, sin ser malo, es algo inestable, debido a una respuesta no demasiado precisa en comparación con nuestras pulsaciones sobre la cruceta de control.
Sabre Wulf (GameBoy) |
Pero hay que tener en cuenta que avanzar por las plataformas sólo es una parte de estas fases. La otra parte consiste en exprimirse la materia gris para poder sortear los obstáculos. Para ello existen una serie de animales que nuestro protagonista irá encontrando, cada uno con una utilidad.
Cada uno de estos animales sólo puede ser usado una vez en cada fase, por lo que si lo usamos en un sitio incorrecto, habrá que repetir la fase. Cosa que no es problema, pues dispondremos de todos los intentos que necesitemos.
Sabre Wulf (GameBoy) |
Los animales servirán para saltar más alto, para usarlos como plataformas adicionales, para hacerlos explotar y reventar obstáculos hay todo un repertorio, y cada uno con su utilidad. Y en casi todas las ocasiones, habrá que prever que es lo que vamos a hacer, y lo que vamos a necesitar.
De este modo, las plataformas son solo una manera de avanzar, siendo los puzzles la auténtica gracia del juego.
Sabre Wulf (GameBoy) |
Las fases de plataformas siguen una mecánica para ser resueltas. La primera es usar las neuronas para sortar los obstáculos y llegar al final de la misma. Pero una vez conseguido, la cosa cambia. Al final de cada fase hay un objeto que hay que conseguir, pero que está protegido por el maldito lobo que da nombre al juego. Cuando le robamos el objeto hay que volver al principio de la fase para escapar.
Cuando huimos del lobo, todos los obstáculos desaparecen, y el juego se convierte en una carrera de obstáculos. Tan sólo hay que salvar los accidentes del terreno a toda pastilla para evitar que cojan a nuestro protagonista. Si el lobo lo consigue, habrá que volver a empezar la fase.
Con el tiempo puede volverse un poco repetitivo, pues la mecánica es siempre la misma, pero como cosa positiva está el hecho de que las fases son bastante diferentes, y la dificultad va aumentando de manera progresiva, lo que lo va haciendo cada vez más interesante.
Sabre Wulf ha vuelto, y aunque para la mayoría no sea algo que celebrar, el juego no es malo ni mucho menos. Quizás si hubieran pulido un poco más, acabando mejor esos detalles del control y del acabado gráfico, estaríamos hablando de un imprescindible.
De todos modos, quienes busquen un buen título que combine puzzles con plataformas, no deben dejar escapar esta ocasión. Quienes disfrutaron en su momento de The Lost Vikings tampoco deberían perderse este juego. No es perfecto, pero entretiene bastante, que a fin de cuentas es lo que importa.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.