San Goku Shi DS 2, Impresiones

Primera toma de contacto con San Goku Shi DS 2 en su versión japonesa. Nos adentramos en el Romance de los Tres Reinos en el segundo juego de estrategia por turnos de Koei para DS. En él nos haremos cargo de un reino para intentar conquistar todo el territorio de la China feudal. 

La serie San Goku Shi, llevada a occidente con el nombre de 'Romance of the Three Kingdoms' (Los tres reinos) es una veterana saga de juegos que tienen como tema principal el texto del mismo nombre basado en un turbulento período de la historia de China, caracterizado por la lucha de poder entre tres grandes reinos que buscaban la hegemonía del territorio. Una era en la que China, como entidad política estuvo a punto de desaparecer en la niebla de la historia debido a tales tensiones.

Esta saga, creada por la compañía japonesa Koei, cuenta en su haber con 11 capítulos y numerosos 'spin-off' como la serie 'Dynasty Warriors', basada en el mismo periodo histórico pero orientada a la acción. La premisa básica de San Goku Shi es la estrategia. Deberemos hacernos con el control de China partiendo del dominio de una única ciudad.

Comenzamos

Después de una mínima presentación se nos muestra la pantalla del menú principal donde encontramos las típicas opciones de este tipo de juegos. Por un lado podremos iniciar una partida nueva o acceder a una guardada. También hay un submenú en el que podremos crear nuestros propios generales, si fuera el caso que ninguno de los muchos que vienen predefinidos nos gustara o no se adecuara a lo que queremos. Luego hay una opción online. Pero para nuestra desilusión, sólo permite la descarga temporal de generales a través del Wi-Fi, o compartir datos de partida con nuestros amigos. Y por fin, tenemos el tutorial y las opciones de configuración.

El tutorial es absolutamente necesario para aquellos no acostumbrados a esta saga o a la estrategia en general. La verdad es que se hace un poco tedioso el pasar por los nueve largos capítulos que nos propone este manual electrónico de uso. En ellos, una especie de consejero nos va enseñando toda la mecánica de juego. Para no hacerse demasiado aburrido, este personaje intercala algunas bromas en sus explicaciones (no muy graciosas la verdad). De todas maneras se hace largo y hasta diría que hila demasiado fino: todo resulta demasiado detallado. Al finalizar, se nos hace entrega de un documento 'oficial' que contiene toda esta información y que podremos utilizar en cualquier momento del juego. Parece ser que vale la pena pasar por este pequeño suplicio de casi tres horas de duración.

La acción se desarrolla en un mapa donde veremos el desarrollo de la historia de los tres reinos mientras nosotros intentamos alterarla (o seguirla según el caso) a golpe de lápiz para lograr el control absoluto. Todos los datos de nuestras ciudades se representan de manera numérica. Así por ejemplo tendremos por un lado la cantidad de comida disponible, nuestro dinero, los trabajadores, el contento de la gente, la fidelidad e inteligencia de nuestros generales, la susceptibilidad de nuestros muros y construcciones ante desastres naturales, etc. Por supuesto nuestra misión consiste en que tales números luzcan de la mejor manera posible. Evidentemente, cuanta mejor salud tengan nuestras ciudades, más posibilidades de éxito hay a la hora de realizar alianzas o ir a la guerra. Por ello, deberemos invertir en infraestructuras y bienestar público. También podremos hacer regalos a Shoguns vecinos, o enviar misiones diplomáticas. Todo ello a base de menús. Unos menús un poco enrevesados al principio, pero que luego con la práctica demuestran todo su poder.

En cuanto al ejército, tenemos que cuidar de la lealtad de nuestros generales y del adiestramiento de nuestras tropas en los periodos de paz. Mediante los menús podremos entrenarlos en técnicas especiales que si bien demandan tiempo, pueden ser muy efectivas en la batalla. De todas formas, decir que el grueso de la estrategia de este juego está en la gestión de nuestras posesiones y que la guerra se reduce a ser más poderoso que nuestro enemigo y atacar en el momento preciso. Nuestras tropas se componen de infantería, caballería y armada, y cada uno de estos grupos puede ser armado con arcos, ballestas, lanzas, equipo pesado de asalto y catapultas. Hay bastantes escenarios de lucha, cada uno de ellos con una táctica a seguir a la hora de buscar la victoria. Todo es cuestión de tiempo para dominarlos todos.

Un inciso curioso. Al principio del juego se nos pide que elijamos entre dos opciones: la de jugar siguiendo la historia real de los tres reinos, o hacerlo en el modo 'Reto', donde se nos propondrán una serie de objetivos que están basados en pura ficción. Una especie de 'historia ficción' en la que poder alterar el transcurso de la misma. Los conocedores de este periodo histórico están en ventaja dado que podrán realizar alianzas o tomar decisiones adecuadas según sus conocimientos. Y es que si de algo se precia esta saga de juegos es de fidelidad al relato en el que se basa.

En cuanto a los gráficos, decir simplemente que cumplen su cometido sin demasiados alardes. Todo el despliegue gráfico es en dos dimensiones o en una perspectiva forzada. No hay secuencias de vídeo que nos vayan narrando la historia o espectaculares efectos especiales. En las batallas cuerpo a cuerpo entre generales, éstos se ven más grandes, pero poca cosa más. Sus movimientos son muy automáticos y faltos de realismo. Lo único que podríamos resaltar son las artísticas imágenes que de tanto en tanto van salpicando nuestras pantallas superiores para ilustrar una determinada acción. Por ejemplo, cuando enviamos una misión diplomática a otra ciudad, podremos ver una imagen fija en la que se puede observar la escena de entrega de regalos al dirigente local. Hay que reconocer que la calidad de estas imágenes es bastante buena. El único problema es que son estáticas.

El sonido tampoco es un apartado que destaque demasiado. La música no llega a la épica de composiciones para otras sagas de Koei, pero de todos modos cumple también su cometido. Es suficientemente variada como para no aburrir y no molesta en los momentos en los que hay que tomar decisiones importantes, por poner un ejemplo. Los efectos de sonido también son sólo correctos.

Conclusiones

Lo que está claro es que Koei quiere poner todo el énfasis en la estrategia y dejar de lado los otros aspectos. Y está claro que lo logra. Esta primera toma de contacto ha sido muy satisfactoria. Si bien al principio cuesta un poco hacerse con el control de la situación (debido a la sobreabundancia de información), el sistema de ayuda y sobre la sensación de éxito cuando vamos conquistando territorio a la vez que se desarrolla la trama histórica, hacen de la experiencia de juego algo realmente interesante. Además tiene una rejugabildiad realmente envidiable, ya que podemos volver a empezar en varios situaciones históricas diferentes y luchar con personajes tanto ya creados como hecho por nosotros mismos, así como elegir entre hacerlo históricamente, o en el modo de ficción. Un cartucho a tener en cuenta, sin duda.