Rise of Prussia
Son tiempos de guerra, una época donde poderosos señores de ostentosos títulos y rancio linaje forman ejércitos entorno al amparo de naciones que emergen en el centro de Europa ante el vacío de poder. Son tiempos donde se piensa en la grandeza y se conversa con las armas. Este bélico entorno será la excusa presentada en Rise Of Prussia para vernos sumergidos en esta época de cambios y violencia, donde los grandes generales creaban grandes imperios o acababan su vida con derrotas. Pronto podremos ser nosotros uno de eso grandes hombres. Veamos que es lo que Rise Of Prussia nos ofrece en esta versión demostrativa.
Son tiempos de guerra, una época donde poderosos señores de ostentosos títulos y rancio linaje forman ejércitos entorno al amparo de naciones que emergen en el centro de Europa ante el vacío de poder. Son tiempos donde se piensa en la grandeza y se conversa con las armas. Este bélico entorno será la excusa presentada en Rise Of Prussia para vernos sumergidos en esta época de cambios y violencia, donde los grandes generales creaban grandes imperios o acababan su vida con derrotas. Pronto podremos ser nosotros uno de eso grandes hombres. Veamos que es lo que Rise Of Prussia nos ofrece en esta versión demostrativa.
Estamos en el siglo XVIII y el Sacro Imperio Romano, cuyo seno encontramos en Alemania, aquel que desde la desmembración carolingia ha dominado Europa Central y gran parte de Italia desde prácticamente los tiempos de Enrique y su gran hijo Otón I, aquel que practicaba la simonía en continua pugna con el pontificio imponiendo obispos y papas y arbitraba los designios europeos, se ha resquebrajado. El conflicto que movilizó a Europa tras la reforma protestante de Lutero ha debilitado el poder imperial. A su sombra, antiguos estados bajo su dominio, donde dinastías principescas vasallas consolidaban su poder emergen con gran fuerza dispuestos a expandirse y dominar estas extensas tierras ante al vacío de poder. Son tiempos de guerra, diplomacia e incertidumbre.
Ante este panorama, Paradox nos invita a sumergirnos en este denso conflicto centroeuropeo, donde la expansión de Brandeburgo, Prusia, pequeño estado recién nacido, será el principal protagonista bajo la mano firme de su monarca Federico II el Grande. Viviremos la expansión de este reino que tomaría Silesia y se enfrentaría ni más ni menos que a una confederación de Rusia, Austria, Suecia y Francia con la única ayuda de Hannover y Gran Bretaña en la Guerra de los siete años. Las consecuencias históricas derivarían en un Imperio de Prusia que dominaría Europa Central hasta ya los tiempos del gran Napoleón Bonaparte, pero esto ya es otra historia que no nos atañe al Rise of Prusia y el periodo histórico en que nos embarca.
Tras esta introducción a la trama del juego, seguro que el lector desea saber como Paradox nos va a sumergir en este complejo ambiente. Seguro que muchos de vosotros conocéis la saga Hearts of Iron (actualmente ya por su tercera entrega), con su estrategia, control industrial, política y diplomacia en la que nos sumergimos para sobrevivir en el entramado bélico de la archiconocidísima, y recurrida hasta la saciedad, Segunda Guerra Mundial. Pues en Rise of Prussia encontraremos un similar producto en cuanto estilo de juego, aunque bastante más sencillo tanto en posibilidades como en el interfaz, que a mi gusto es más sencillo y estético. Las opciones serán menores, aunque habrá que ver las añadiduras que encontremos en la versión definitiva a la venta.
Para aquellos que no conozcáis Hearts of Iron u otros juegos de este tipo, os contaré que se trata de un juego de estrategia bélica y política. No pensemos en un Command and Conquer o un Age of Empires. Aquí no habrá alardes visuales, ni emocionantes batallas en tiempo real donde ejércitos se desangran frente a nuestras murallas mientras nuestros cuarteles escupen soldados cual maquina tragaperras y conducimos expediciones a los más oscuros lugares del mapa para buscar nuestro enemigo. En Rise of Prusia la pantalla principal consistirá en un detallado mapa político-físico de Europa, desde donde por turnos dirigiremos nuestras tropas moviéndolas por circunscripciones o vadeando fronteras naturales.
El entorno gráfico parece que cumplirá con su cometido. Sin buscar alardes técnicos se nos mostrarán mapas visualmente correctos, sin más. Este tipo de juego desdeña la calidad gráfica en pro de mostrarnos el mapa de la manera más sencilla y eficaz posible. Por un lado esto será una buena noticia para aquellos que poseamos ordenadores con poco potencia, permitiéndonos jugar con apenas 512Mb de memoria ram y una gráfica normalita de prácticamente cualquier equipo. Gráficamente no se no exigirá más. Las batallas no son visuales, como podréis apreciar en alguna imagen mostrada en estas impresiones. Tampoco podremos ver imágenes o videos introductorios del momento, por lo menos en la versión no definitiva.
Ya desde el menú inicial música clásica, al más puro estilo cortesano, nos acompañará. Y por desgracia la variedad no parece ser su mayor don. Si, suena bonita y agradable, pero durante los primeros minutos. Esperemos que en la versión definitiva se introduzca mayor número de melodías, pues creo que la opción de quitar la música va a ser de las más concurridas en este juego. Otro tipo de sonidos acompañarán la partida. Un traqueteo de caballos cuando desplacemos nuestras tropas (aunque sean infantería que cosas) o sonidos de disparos, junto a gritos y ordenes, mientras visualizamos una aburrida pantalla de batalla donde se nos va indicando la evolución del evento en cuestión.
El aspecto primordial, que debe reinar sobre todos en este juego, deberá ser la jugabilidad. Lejos de la complejidad de otros títulos, Rise of Prussia trata de ponérnoslo lo más senillo posible. Un tutorial no mostrará como movilizar nuestras, batallar y llevar a cabo las demás actividades que compondrán el juego. Más sencillo que otros títulos del estilo, aunque complicado para usuarios que aún no conocen este tipo de juegos. Para aumentar su diversión no solo podremos manejar a la Prusia de Federico II, sino que tendremos acceso a la otra nación protagonista principal: Austria. En la versión definitiva parece que podremos manejar el resto de contendientes de ambos mandos de la contienda de la Guerra de los siete años.
En fin, muy pronto podremos tratar una vez más, ratón en mano, de cambiar la historia de Europa. Esta versión incompleta ya nos muestra un juego bastante completo, interesante y más sencillo que otros del género como el citado Hearts of Iron. Habrá que ver si son capaces de pulir ciertos aspectos en la versión definitiva que aún se ven por matizar, aunque son pequeños detalles que no tapan lo que el juego conseguirá en su versión definitiva: hacer los encantos de todos los seguidores del genero de estrategia por turnos y mostrarse fiel al entornos histórico en que se ambienta el juego.
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