Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

Patrician IV: Imperio de los Mares, Impresiones

La cuarta entrega de la saga Patrician está a punto de llegar a puerto, y cuando todavía faltan un par de semanas para este lanzamiento, en MeriStation hemos tenido la oportunidad de probar una versión avanzada de la que llegará a nuestra tiendas. Prepara tu instrumental de navegación y ven con nosotros a echar un vistazo.

Hubo un tiempo en el que dedicarse al comercio por mar era verdaderamente arriesgado. Las travesías eran excesivamente largas, y no existía forma alguna de comunicarse con otros barcos o con tierra firme. Los piratas asolaban las rutas comerciales en busca de dinero rápido manchado de sangre, y las leyes de la oferta y la demanda no cambiaban con la rapidez de hoy día. En esos tiempo, algunos intentaban hacer fortuna llevando bienes de un sitio a otro, poniendo su vida en peligro muchas veces.

Ampliar

Muchos conocerán Patrician gracias a alguna de sus versiones anteriores, mientras que otros deducirán la posible antigüedad de esta saga debido al número que acompaña al título. Lo cierto es que las tres entregas anteriores fueron producto de la desaparecido Ascaron Entertainment. Una vez quebrada la empresa que desarrolló Sacred, Kalypso Media se decidió por tomar el relevo para desarrollar una cuarta parte, encargo que asignó a Game Mind Studios. Este título llegará a nuestras tiendas casi acabando el presente mes de noviembre, pero en MeriStation hemos tenido la oportunidad de poner las manos sobre una versión muy avanzada de lo que nos encontraremos en tras su publicación en nuestro país.

Tanto en esta entrega, como en las anteriores, Patrician nos permite ponernos al frente de nuestro propio imperio en el mar. No se trata de un imperio en el sentido de una nación o conjunto de ellas, y más bien lo que se nos ofrece es la oportunidad de fundar nuestra propia fuerza naviera que dominará los mares. Da lo mismo que su poder se deba al comercio, exportando e importando materias astutamente, que a la potencia de sus cañones, convirtiéndonos en el azote de los barcos mercantes que navegan por estos lares. Nuestra obligación es hacernos con un nombre entre los ciudadanos y comerciantes que habitan en nuestras tierras y comparten nuestras rutas comerciales.

La versión que hemos tenido la oportunidad de probar está muy avanzada, y es que el título ya salió a la venta en otros países hace algún mes que otro. Sin embargo, el trabajo de localización que hemos podido apreciar justifica con creces el retraso en la publicación dentro de nuestras fronteras. Como siempre, solamente podemos rendirnos en elogios para FX Interactive, pues es un patrón que ha mantenido en todos los productos que distribuye en nuestro país, y que permiten a sus títulos ponerse a la altura de los grandes superventas. Tanto las voces como el texto se presentan en correcto castellano.

El título contiene dos modos de juego: campaña y desafío. El primer paso en cualquiera de ellos es configurar los parámetros que servirán tanto para definir a nuestro representante en Patrician IV como los ajustes de dificultad para la partida. Esta es la principal diferencia entre ambos modos, porque la campaña mantiene una dificultad predeterminada, mientras que en un desafío podremos modificar tanto el nivel de medio de población por ciudad, como el número de ciudades y si su producción será aleatoria o, por lo contrario, se limitará a los bienes que históricamente se obtenían en dichos lugares. En última instancia podremos cambiar la afluencia de amenazas o  agresividad del resto de familias comerciantes.

Después no encontraremos mucha más diferencia entre ambos modos, salvo que el de campaña se guía por pequeños objetivos que parecen seguir una línea ordenada. En cuanto aceptamos, pasamos a ver una ciudad costera, Lubeck, de donde procede nuestro alter ego, formada por unos cuantos edificios importantes y una serie de cabañas donde habitan sus vecinos. Lo más importante en Lubeck, al menos desde nuestro de vista, será su puerto y su lonja, centro de actividad para cualquier buen comerciante que se precie. Nuestro asistente nos dirá que empecemos a comerciar, y nuestra primera misión será comprar bienes en Lubeck para venderlos en cualquier otro puerto de Europa, acción básica en este juego.
Esto se debe a que la forma rápida de empezar a hacer dinero es trasladando distintos productos entre diversas ciudades. En el mapa de navegación es simple atestiguar esto que estamos diciendo: vemos muchas más ciudades repartidas por toda Europa, y cada una con su puerto y su lonja. Si entramos en las segundas podremos examinar la cantidad de productos en venta, su precio estimado y su previsión de uso, lo que nos dejará deducir si ese elemento va a producir excedentes o si, por el contrario, va a escasear. Simplemente con esto en mente podemos empezar a llenar nuestra cabeza de posibles rutas comerciales, comprando excedentes para suplir las necesidades de otros puertos.

En otras ocasiones, junto a cada ciudad del mapa de navegación apreciaremos un pequeño icono que muestra el tipo de producto o materia primera que más se necesita en ese momento. Sabiendo esto, lo más sencillo es comprar esos elementos a buen precio en cualquier otro lugar para venderlos bien caros allí donde hay necesidad. Que quede bien claro que partimos de la base de que estas son las formas rápidas de comenzar a hacer dinero... pero no necesariamente las más rentables. Si queremos que nuestro éxito sea total, tenemos que reinvertir los beneficios de estas primeras tareas comerciales en convertirnos en algún tipo especializado de navegante, y aquí entran las complicaciones.

Si optamos por seguir trasladando materias, antes de empezar a comprar barcos como locos tendremos que estudiar un poco la efectividad de las rutas comerciales que hemos establecido, y si vemos que estamos aprovechando al máximo cada viaje con cada barco, plantearnos seriamente la posibilidad de convertirlas en algo automático. De esta manera, Patrician nos permite fijar varios convoyes comerciales que se repartan entre las distintas ciudades costeras y se dediquen, de forma autónoma, a comprar y vender los productos que hayamos establecido en la configuración de la ruta. Dicho sea de paso, esta sería una de las formas "legales" de hacer dinero en este juego.

También podemos empezar a invertir nuestras ganancias en comprar terrenos y edificios, como viviendas o comercios, ganando dinero con nuestra propia producción. Sobra decir que combinando este aspecto con el anterior, el de la compra-venta de productos, podemos permitirnos el lujo de ser nosotros los vendedores de nuestra propia producción, y abastecernos nosotros mismos con materias primas. Para ello necesitaremos permisos que pueden adquirirse en el ayuntamiento de cada ciudad, y con los que se nos otorgará el rango necesario para adquirir edificios en las mismas, teniendo en cuenta que cada región posee sus propias especialidades.

La última de las opciones es convertirnos en asaltante, y beneficiarnos de la astucia comercial de otros. Si dedicamos nuestros ingresos a la adquisición de barcos con cañones y tripulación especializada en el combate, podremos dedicarnos a abordar a las naves comerciales que viajen entre las distintas ciudades. Este tipo de vida es tan peligrosa como emocionante, tanto por las propias naves escolta que puedan asignarse a cada convoy como por los propios barcos de guerra pertenecientes a cada país, y que podemos tener por seguro que empezarán a buscarnos y cazarnos como si fuéramos unos rateros de tres al cuarto. Sobra decir que otros tantos corsarios intentarán hacer lo propio con nuestros convoyes.
Por supuesto, Patrician no es tan simple como las ideas que presentamos, puesto que cabe cualquier combinación de las mismas en el grado que deseemos. También se ofrece la oportunidad de abrir nuevas rutas comerciales a distintas zonas, si somos capaces de crear un convoy con suficiente autonomía como para explorar las mismas. El juego comienza en los mares del norte de Europa, y perfectamente podemos continuar extendiendo nuestras rutas hacia el Mediterráneo, lo que significará la obtención de nuevos tipos de productos que seguramente se hagan muy populares entre nuestras rutas tradicionales en el norte de Europa.

La línea argumental del juego nos insta a conseguir el suficiente dinero como para pasar al rango de mercader, y es que Patrician IV sigue un sistema de niveles que deben ser desbloqueados mediante logros. Para ello hay que cumplir ciertos requisitos de riqueza o cantidad de barcos en posesión, y una vez logrado pasamos a tener más ventajas comerciales y la posibilidad de adquirir nuevas licencias en otros puertos. Otro sistema interesante es el de la reputación en las ciudades, y es que los habitantes se enfadarán si nos llevamos bienes que son necesarios para ellos, y se pondrán la mar de contentos si les traemos lo que necesitan. De esta manera nos forjaremos una reputación que nos permite optar a puestos de importancia en los gremios y ayuntamientos de las distintas ciudades.

Pasamos a hablar de las cualidades técnicas del título, y la primera impresión del nivel gráfico,  teniendo en cuenta que la versión que hemos probado está en fase de pruebas a un nivel de localización más que debido a correcciones técnicas, es buena. El punto que más hemos visto flojear es la carta de navegación, demasiado falta de un dinamismo que sí encontramos en títulos similares. Sin embargo, las ciudades son harina de otro costal gracias a un nivel de detalle magnífico y un dinamismo que queda patente en cada una de ellas, todo para decir lo mismo: Patrician ha dado su salto definitivo a 3D. Por otro lado, la interfaz de usuario es correcta en todos los aspectos, se muestra de forma clara y bien organizada, acorde con la ambientación. En general nos quedamos con un buen sabor de boca en este aspecto.

El sonido destaca, sobre todo, por la gran calidad de doblaje al castellano del que hemos hablado anteriormente, donde escucharemos algunas voces conocidas para los que hayan disfrutado de otras ofertas de FX Interactive. Todos los asistentes del modo de campaña nos hablarán como su de protagonistas se tratasen, y esto es algo de agradecer. Por otro lado, la banda sonora acompaña a la perfección, y no llega a convertirse en el tedioso sonido de fondo al que tienden muchos de los hilos musicales de los videojuegos. A falta de un análisis mucho más profundo, con la versión que se podrá encontrar en las tiendas, podemos adelantar que Patrician ha dado un salto técnico de calidad sin perder los lazos con el modelo marcado desde sus primeras versiones.

Y por todo esto, los días hasta la llegada de Patrician IV se nos podrán hacer eternos. No estamos ante un título de grandes proporciones, que venga dispuesto a arrasar con sus competidores. Es más, la oferta de Kalypso Media se presenta más bien como algo relativamente humilde que tiene bien claro hasta donde tiene que llegar para que sus seguidores de toda la vida se sigan sintiendo a gusto con el desarrollo, y carece de innovaciones excesivas para centrarse en perfeccionar los aspectos de toda la vida. Dentro de un par de semanas podremos asegurarnos de si lo han conseguido realmente.

Patrician IV: Imperio de los Mares

  • PC
  • Estrategia
La saga de estrategia Patrician cambia de manos para ser desarrollada por Kalypso
Carátula de Patrician IV: Imperio de los Mares
8