Painkiller: Overdose, Impresiones

JoWood y DreamCatcher nos traen este invierno uno de esos FPS clásicos donde la diversión sin complicaciones es el principal propósito. Potentes armas y feroces enemigos ¿Quién necesita más para pasar un rato divertido con un FPS? Bajo su clásico estilo de juego, vuelve Painkiller.

Siguiendo una línea similar a Serious Sam, en lo que se refiere a eliminar cientos de enemigos cada fase sin más complicaciones -recuperando el estilo clásico de los viejos FPS-, Painkiller salió al mercado en 2004. Se trataba de un shooter con un aire tétrico que encerraba en su planteamiento un terrorífico mundo repleto de criaturas demoníacas.La diferencia con otros shooters más 'serios' es la premisa de diversión por encima de todo que el curioso título de People Can Fly mantenía de principio a fin. Buenos gráficos, ritmo frenético y jugabilidad por los cuatro costados lograron que Painkiller, un título con un sabor como los de antes, lograra convertirse en un juego realmente notable. Ahora JoWood toma el relevo para el desarrollo de Painkiller: Overdose, un nuevo FPS que apuesta exactamente por lo mismo que su antecesor.

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Esta demostración nos sitúa en el nivel de la guerra civil americana, donde deberemos eliminar a soldados muertos de diferentes tipos, oficiales sin piernas que nos dispararán desde sus sillas de ruedas y carniceros con sierras en lugar de manos que intentaran despedazarnos, todo un derroche de imaginación y trabajo de diseño de los personajes. En el segundo nivel jugable de la demo todavía vemos más variedad de enemigos. Éste nos sitúa en un bosque y un castillo. Durante nuestras feroces batallas con el enemigo nos encontraremos con hombres árbol, espantapájaros asesinos, brujas que nos aturdirán con sus gritos, doncellas zombie, caballeros templarios y gigantes moles que sólo podrán ser dañadas destruyendo su estómago. Las armas también son un derroche de originalidad, y pese al aura macabra que envuelve al título y al igual que los enemigos, son capaces de arrancar más de una sonrisa debido al look humorístico que se le ha dado a alguno de sus modelos.

Desde una escopeta de huesos, hasta la clásica metralleta, pasando por dagas que controlaremos con poderes telequinésicos, bichos que actúan a modo de granadas o incluso una cabeza cortada de demonio capaz de disparar rallos por los ojos y eliminar a los enemigos con su aliento. Vistosas, variadas y demoledoras: todo lo que necesita buen shooter con un arsenal potente.

Por otra parte la demostración también incluye dos mapas multijugador. A este respecto y dado que Painkiller no llegó a ser uno de los grandes en este apartado, hemos de decir que se ha depurado en gran medida y se ha potenciado el componente online, pero aun así sigue pecando de ser, tal vez, demasiado simple.

El desarrollo de los niveles es totalmente lineal y su sistema se basa íntegramente en eliminar a todos los enemigos de una instancia y pasar a la siguiente, cosa desde luego nada original para un FPS en los tiempos que corren. Quien espere una compleja historia, múltiples rutas para llegar a un objetivo o siquiera distintos objetivos que cumplir o puzzles a resolver, definitivamente éste no es su juego. Y es que Painkiller desde sus inicios hasta este Overdose ha apostado por la sencillez y la diversión sin complicaciones; vamos, el clásico mata-mata de toda la vida.

Esa sencillez se traslada también a su control: dos botones de disparo, uno de zoom, uno para los poderes, el botón de salto y las teclas de movimiento es lo único que necesitamos, reduciéndose en la mayoría del tiempo a tan solo cuatro teclas (movimiento y disparo).

Aun con su simplicidad Painkiller: Overdose no es fácil de completar. En niveles altos de dificultad es común acabar sin munición mientras cientos de enemigos siguen viniendo a por ti, lo cual supone todo un aliciente para quien busque combates intensos de verdad.

Gráficamente quizás se presenta algo pobre, ya que aqueja el paso de los años y no puede competir con las bestias gráficas actuales, aunque cumple perfectamente con su propósito y es capaz, por otro lado, de ofrecer al jugador un engine muy sólido que potencia la jugabilidad del título dotándolo de mucha velocidad y logrando que pueda correrse de forma aceptable en equipos no demasiado potentes.

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