Karts a medio gas

Uno de los géneros con más representantes en estos últimos años ha sido el de los "party games", títulos enfocados para toda la familia o un grupo de amigos, generalmente constituidos por un compedio de minijuegos o pruebas variadas que ponen a prueba las posibilidades del jugador. Más conservadores son los juegos de conducción arcade con karts como vehículos, que desde Super Mario Kart han sumado más y más representantes. Todos -o casi todos- los personajes de franquicias de éxito han contado con un juego en este subgénero: Bomberman, Megaman, Crash Bandicoot o las mascotas de Final Fantasy son algunos ejemplos, a los que ahora se les suma un icono del mundillo como es Pac-Man.

La mascota de Namco, una de las causantes del éxito masivo de los videojuegos en su primera etapa de vida -la de las máquinas arcade-, ha ido evolucionando con los años desde el clásico "comecocos" hasta juegos mucho más ambiciosos o complejos, habiéndo protagonizado puzzles, plataformas e incluso aventuras. Tras dejarse ver en Mario Kart Arcade GP para máquinas recreativas a modo de cameo, ahora la bola amarilla llega a PS2 dispuesta a comerse el mundo acompañada por los secundarios de toda su saga y, como extra, algunos invitados de lujo.

Conducción sin ambición
Pac-Man Rally nos ofrece únicamente lo que su nombre promete, sin más, conducción sobre karts por pequeños circuitos controlando a uno de los personajes de la "saga". Así, nos encontramos con 14 en total, tres de ellos secretos: Tenemos a Pacman, a su mujer Ms.Pacman, a su pequeño hijo Pacman Jr., a los villanos Pac-Devil, Tacmac, Spoocky, el científico Erwin, y redondeando la plantilla, a los cuatro fantasmas clásicos: Blinki (rojo), Inky (azul), Pinky (rosa) y Clyde (amarillo). La nómina de secretos la cubren personajes extraídos del universo Namco: Prince de Katamari Damacy, Pooka de Dig Dug y Figar.

Cada uno de ellos posee leves diferencias, siendo unos más pesados que otros, de control medio, mejores en la toma de curvas o la aceleración, etcétera. Las bases del género se mantienen pues inalteradas, y tras seleccionar a nuestro personaje y la copa -en bloque de cuatro circuitos-, nos desplazamos al trazado dispuestos a llegar primeros a la meta.

Tras la cuenta atrás comienza la carrera: Nada ha cambiado desde los tiempos de Super Nintendo. Aquí todo se basa en llegar primeros a toda costa, por lo que además encontramos la posibilidad de recoger del mapeado no sólo power ups para nuestro uso -trozos de fruta, cerezas-, sino también armas arrojadizas ocultas en cajas de madera. Tras pasar a través de ella aparece el arma que podemos disparar con el gatillo L1, golpeando al rival que tengamos justo delante de nosotros en lugar de al que está en primer puesto.

Pese a este pequeño añadido, todo lo demás se mantiene con respecto al 90% de juegos del género: Dar equis vueltas, llegar a meta, tenemos incluso el mismo sistema de puntos, y casi la misma celebración al recibir la copa. Pese a que sólo tenemos dos copas disponibles de inicio, iremos desbloqueando otras más a medida progresamos en el modo principal.

Modalidades de juego
Pac-Man Rally se compone de cuatro modos de juego, todos ellos bastante similares entre sí: Modo Circuito, Carrera Rápida, Enfrentamiento y Batalla; El primero viene a ser el clásico donde al superar los cuatro trazados obtenemos una copa. Será ahí, también, donde desbloqueemos los tres personajes secretos al completar la modalidad en los tres niveles de dificultad principales -fácil, normal, difícil-. Carrera rápida nos permite echar una sola carrera sin necesidad de estar atados u obligados a superar todas las de su grupo.

Enfrentamiento es el "versus" de los juegos de lucha, es decir, el modo donde nos enfrentamos a un segundo jugador, única y exclusivamente, sin otros corredores controlados por la CPU. Pese a que podemos jugar con una segunda persona en cualquiera de los cuatro modos de juego, será únicamente en Enfrentamiento donde estemos solos. En batalla nos enfrentamos al segundo jugador, pero no en una carrera normal sino enfrentándonos a él, lanzándole ítems y armas en lugar de competir en una carrera.

Técnicamente correcto
En este género pocas veces hemos podido ver títulos destacables a nivel gráfico y por supuesto Pac-Man World Rally no es una excepción. Namco se ha ceñido a los estrictos cánones y nos regala un mundo colorido, con personajes que desprenden energía, tremendamente simpáticos. Si hay que decir que los modelados de los personajes son realmente majos, están bien realizados y pese a no destacar tampoco desmerecen. Lo mismo es aplicable no sólo a los escenarios, sino a todo lo que Namco ha hecho en ellos.