Onimusha 3: Demon Siege, Impresiones

Onimusha es uno de los nombres estrella en la generación actual de consolas y una de las franquicias más populares de Capcom tanto en oriente como en occidente. Sus tres entregas mayores para PlayStation 2, Onimusha: Warlords, Samurai's Destiny y Demon Siege (junto con el Genma Onmiusha para Xbox) han sido sinónimos de calidad y acción desenfrenada desde la primavera del 2001 hasta el pasado verano de 2004. Cuando estamos a las puertas de una nueva entrega en versión doméstica hemos podido probar la tercera parte de la saga que ha sido convertida al PC.

Onimusha cuenta la historia de los Genma, unos guerreros demoníacos del Japón feudal del siglo XVI dispuestos a arrasar con el mundo; y por supuesto cuenta la historia de los valientes samuráis que se enfrentan a ellos y a sus líderes. Nobunaga, antaño poderoso guerrero caído en combate, hace un pacto con los Genma poniéndose a su servicio a cambio de volver a la vida. Sus planes de expansión se vieron truncados debido a Samanosuke Akechi, jovencísimo espadachín que venció tanto a Nobunaga como a su maestro.

Años más tarde sería el joven Yubei el que se enfrentaría a la reencarnación del señor maligno, utilizando todo su poder para derrotarle. Pero una vez más el destino se pone en manos de Samanosuke al regresar Nobunaga reencarnado en el Señor de los Genma. Mientras su tío asedia el templo Honnoji, Akechi se dirige a toda prisa a su encuentro con el fin de derrotar de nuevo al mal. Pero en mitad de la contienda, se abre un agujero en el suelo y Samanosuke aparece… en París!

Takeshi Kaneshiro interpreta a un Samanosuke desconcertado en la capital francesa y en pleno siglo XXI mientras los Genma destruyen paso a paso la ciudad. Nada más llegar está a tiempo de salvar la vida a un policía local, Jacques Blanc (interpretado por Jean Reno), acorralado por los monstruos. En ese momento, Jacques desaparece mediante otro agujero temporal y ambos héroes, cada uno en el hogar y espacio temporal del otro, deberán arreglárselas para sobrevivir.

Onimusha 3 es un clásico juego de acción en tercera persona con cámara prefijada de los tantos que estamos acostumbrados a ver en consola… y de los que tanto faltan en PC. Devil May Cry, Resident Evil, Ninja Gaiden y otros muchos guardan parecido con Onimusha, por mucho que la temática es distinta. Básicamente el objetivo del juego consiste en eliminar la inmensa cantidad de enemigos que nos salgan por delante usando sabiamente las combinaciones de nuestro mando.

Y digo mando porque estamos ante un caso evidente de un port 1:1 (incluso en la pantalla de inicio pone 'Press Start' y algunas indicaciones interiores, en la versión inglesa, se refieren a 'Pulse R1 + X') de una consola, subido de resolución y que conserva la misma calidad. Esencialmente el juego es el mismo, casi punto por punto, y fue pensado para el manejo con un pad y no con el teclado. En realidad se nos ha hecho imposible dominarlo con las teclas y hemos tenido que conectar un mando de Ps2 con su adaptador USB y remapear los botones para poder avanzar de forma decente.

Estamos pendientes de ver lo que nos depara la versión final dentro de unas semanas, pero tenemos la impresión de que nos veremos obligados a repetir nuestro análisis de mitades del año pasado debido al inmenso parecido entre ambas versiones. En cualquier caso, y a pesar de que no es un título optimizado para el PC, aquellos que solo dispongan de un compatible como medio de entretenimiento agradecerán la iniciativa de distribuir este tipo de juegos 'fuera de su medio natural'.

El desarrollo del juego es casi absolutamente lineal. A lo largo de la aventura iremos alternando entre un héroe y el otro con el detalle de que todo aquello realizado en el pasado afecta significativamente en el futuro. Eso quiere decir el efectuar ciertas acciones con Jacques facilitarán el trabajo en el futuro de Samanosuke. El contacto mediante ambos héroes lo realiza un hada llamada Ako, capaz de transportarse de un tiempo a otro e informar al compañero del curso de los acontecimientos.

Al igual que sucede en otros Onimusha, Akechi dispondrá de una serie de armas a su disposición aparte de su espada de toda la vida. Cada una de ellas viene imbuida con el poder de un elemento y tiene características especiales: velocidad, daño, etc. A Jacques se le otorga en un primer momento el poderoso látigo Oni, capaz de hacer bastante daño a distancia e incluso de agarrar a sus enemigos. En cualquier caso también estarán disponibles para él unas pocas armas más a conseguir más adelante en el juego.

Tanto armas como armadura pueden aumentar su nivel de eficiencia gracias a la absorción de almas. Al destruir un enemigo, éste suelta una cantidad de esferas que pueden y deben ser absorbidas por nuestro guantelete mágico. A medida que absorbemos esferas se va llenando un medidor con el que podemos imbuir nuestro equipamiento, incluido el mismo guantelete (que servirá para incrementar la velocidad de absorción de las almas).

Por si esto no fuera suficiente, y junto con ciertas armas de fuego y a distancia que tienen nuestros amigos, al acumular cierta cantidad de esferas podemos invocar al Oni que llevamos dentro, tanto como Jacques como siendo Samanosuke. El Oni es un guerrero inmortal de increíble potencia pero que solo dura escasos segundos en los que seremos invulnerables. El uso del Oni es crucial para determinados momentos del combate en los que usarlo puede suponer la diferencia entre sobrevivir o perecer.

Al igual que en los Resident Evil, distribuidos a lo ancho del mapa existen hierbas y medicinas para curar nuestra salud. Escondidos tras algunos cofres cerrados con puzzle también encontraremos joyas que nos ayudan a incrementar los puntos de vida y de magia de nuestros personajes. Estos puzzles pueden intentarse las veces que haga falta y no suponen un reto demasiado importante excepto tal vez en fases muy avanzadas del juego.

El juego muestra sus bondades gráficas a altas resoluciones, si bien los videos están todos a 640 x 480. Sin embargo vale la pena observar con detenimiento la escena de introducción, de casi 6 minutos de largo, que al no ejecutarse automáticamente la descubrimos en la carpeta de videos. Allí contemplaremos la que puede ser una de las mejores escenas de acción animada de los últimos años, desarrollada por ROBOT, que es una delicia de ver y contemplar repetidas veces.

Las cámaras prefijadas no suponen casi ningún problema ya que apenas hay ángulos muertos durante el juego. El control del personaje es sublime y muy preciso, especialmente con el pad, y solo en determinados momentos observamos ralentizaciones notables. Algunos jefes finales, además, ocupan varias pantallas de altura y el despliegue de efectos es impresionante a todos los niveles. Estamos ante un juego que luce bien pero que se mueve mejor.

El sonido es también uno de los puntos fuertes de Onismusha. Sonido envolvente para los equipos que dispongan de ello y doblaje más que aceptable al inglés de todos los personajes que salen en pantalla. Los efectos de sonido tales como gruñidos, espadazos, magias de todo tipo, explosiones, absorción de almas, choques entre aceros, derrumbe de madera, etc. está perfectamente recreado y es realmente un placer ver como nos introduce en la acción.

Avanzar en Onimusha no es una tarea excesivamente difícil, pero lo que se dice llegar a dominarlo es otro cantar. Dado que no existe botón de salto y únicamente contamos con una tecla de ataque (y otra de magia), el juego premia el saber cuando atacar y cuando bloquear. De este modo es posible anticiparse a un golpe enemigo contraatacando antes de recibirlo nosotros, en fracciones de segundo, o bloquear justo en el momento de recibir para obtener una ventaja en el siguiente movimiento.

Onimusha es también juego de aprendizaje de patrones; los enemigos casi siempre actúan de la misma forma y es elemental conocer sus modos de ataque para anticiparse. Encarar al enemigo, algo que encarecidamente recomendamos mapear al botón R1 o L1 de nuestro pad, y movernos alrededor de él es fundamental para tener éxito en nuestro avance. También el empleo de distintas direcciones en el analógico izquierdo realizará ataques diversos.

En definitiva, Onimusha es un gran juego de acción y celebramos su paso al PC aunque sea 18 meses más tarde de su salida en PS2. Es cierto que estamos ante un juego de consola y pensado para jugadores de consola pero no deja de ser una buena noticia que los usuarios de compatibles tengan la posibilidad de disfrutar del que ha sido uno de los mejores juegos de acción pura y dura que se hayan podido ver en los últimos años. Contamos los días hasta su lanzamiento.