Obscure II, Impresiones

Tras sufrir diversos retrasos y ver peligrar su finalización la secuela del original Obscure llegará a nuestro mercado en apenas un mes. Hemos probado su versión para la consola de Sony y os descubrimos nuestras primeras horas en esta particular universidad del terror.

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A principios de octubre del 2004 el estudio francés Playlogic sorprendió a propios y extraños con su primer título para PS2, Xbox y PC, Obscure, que, ambientándose en diversas películas de terror adolescente (The Faculty, entre otras), consiguió sorprender gracias a su modo cooperativo y una buena historia, entre otras virtudes.

Por desgracia pasó ligeramente desapercibido entre otros títulos del género que salieron por esas mismas fechas como Silent Hill 4: The Room, Project Zero II o Resident Evil: Outbreak. Su secuela, que saldrá el próximo 7 de septiembre en PS2, PC y poco después en Wii pretende mejorar todas las cualidades del original centrándose principalmente en su cuidada ambientación y las habilidades de los protagonistas. Hemos podido probar su versión para PlayStation 2 y os contamos a continuación nuestras impresiones.

De hecho algunos de ellos siguen reviviendo la pesadilla de hace dos años (un aspecto cuanto menos peculiar ya que esta secuela se ambienta dos años tras los hechos del original pero sale tres años después) mientras que otros la han conseguido superar. Otra de las novedades importantes que alberga el desarrollo es que al quinteto protagonista se le ha sumado una fémina muy hábil en piratear hardware.

El resto de protagonistas, muy conocidos por aquellos que jugaron el título original, siguen siendo los mismos aunque se han potenciado las diferencias de habilidades de cada uno y ahora son más importantes, si cabe, en cada situación.

Por lo demás el desarrollo del juego sigue intacto y sólo se han retocado ciertos aspectos de la cámara, el aspecto técnico (aún siendo el mismo engine gráfico) y, evidentemente, la trama, que ahora nos lleva a enfrentarnos a una especie de zombis-mutantes infectados por unas extrañas flores negras muy populares en el campus por sus efectos alucinógenos. Lo que no saben aquellos que las ingieren es que cuando las semillas germinan la pesadilla comienza.

En medio del meollo el juego comienza con Corey, el protagonista, junto con su novia en la habitación del primero, pudiendo explorar a fondo la habitación y conseguir los primeros objetos. En estos momentos se puede observar detenidamente la mejorada interfaz, mucho más intuitiva, junto con el mayor inventario, que ahora se divide más fácilmente entre los objetos que podremos combinar para superar los puzzles, los que nos recuperan algo de salud y las armas de fuego, más variadas y numerosas.

También se ha aumentado bastante la interactividad con el escenario haciendo que el uso con, por ejemplo Sven (que puede empujar grandes bloques y elementos bastante grandes), sea más importante que en el original. Igualmente, la exploración del mismo se ha potenciado y en ciertos casos algunos objetos sólo pueden ser encontrados por una de las protagonistas por lo que el uso de las habilidades de cada personaje sigue siendo el punto fundamental del juego.

De igual manera los escenarios siguen siendo los típicos del género (además de las aulas y los diversos edificios de la universidad podremos visitar un hospital, un bosque y un lago) aunque todos muestran una cuidada ambientación, con numerosas manchas de sangre, extraños agujeros y notables efectos de luz. Los enemigos, aunque no llegan a ser excesivamente variados, cumplen a la perfección y aportan el justo toque de terror y tensión.

Asimismo la escasa duración del original, poco más de cinco horas, se verá casi triplicada en esta secuela, ofreciendo casi quince horas en la primera partida y con diversos extras para aumentar la rejugabilidad, como nuevas armas, niveles de dificultad y ropas inéditas aunque en nuestra primera partida no pudimos descubrir todos.

Con todos estos factores y las novedades anteriores el desarrollo consigue ser más variado que en el original aunque peca de ser ligeramente repetitivo y centrarse casi exclusivamente en la resolución de los puzzles mediante las habilidades de los seis protagonistas. No obstante, también se han introducido algunos momentos al estilo de los QTE de Shenmue o God of War, en los que hay que apretar rápidamente un determinado botón para resolver ciertas situaciones.

Pero, al igual que en el original, lo que más destaca del desarrollo es poder controlar simultáneamente a dos de los protagonistas, simplemente alternando su control con el botón R2. Al principio de la aventura las parejas siempre son prefijadas pero a las pocas horas ya podemos escoger a cuales controlar, lo que hace que cada situación sea única según los personajes.

Por supuesto el modo cooperativo que tantas alegrías aportó en el primer título sigue presente en esta secuela permitiendo que otro jugador se incorpore en la partida en cualquier momento y se divida la pantalla en dos. No obstante, la inteligencia artificial de nuestro compañero y de los diversos enemigos se ha mejorado potencialmente y ahora actúan más en consecuencia.

Dentro de la jugabilidad se han introducido también ciertas mejoras que hace que sea más accesible y divertido. Para empezar, al estilo de Resident Evil 4 y otros títulos de acción, ahora hay un apuntado automático que se sitúa ligeramente encima del hombro con sólo pulsar L1 y después R1 para disparar.

Igualmente se ha mejorado las posiciones de la cámara haciendo que la experiencia jugable sea muy similar a una película de terror. Además podemos asignar cuatro objetos o armas a los botones de dirección haciendo su acceso mucho más fácil e intuitivo aunque los inventarios de cada personaje seguirán siendo bastante limitados y tendremos que ir pasando objetos de uno a otro, como en Resident Evil Zero.

Dentro del aspecto gráfico, aparte del nuevo modelado de los personajes, más adulto y maduro, se ha aumentado el nivel de detalle de todos los escenarios, enemigos y objetos, mientras que las animaciones cumplen sin más, sin llegar a destacar demasiado pero consiguen ser bastante diferentes. Los escasos vídeos realizados con secuencias por ordenador consiguen una buena ambientación aunque no son excesivamente variados.

Por último, en el aspecto sonoro destaca bastante la banda sonora, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Boston y el Coro Infantil de la Opera de Paris, que nos deleita con numerosas y diversas melodías muy típicas del género pero perfectamente situadas. En cambio, los efectos sonoros no son ni muy numerosos ni excesivamente variados, al igual que las voces, por el momento en inglés.

Con todo esto Obscure 2 consigue ser un título bastante destacable en una época bastante escasa en cuanto a lanzamientos, principalmente en PlayStation 2 y PC. Su llegada a Wii, en cambio, puede ser una gran alegría para sus usuarios, dada la reciente cancelación por el momento de Manhunt 2. Si no hay más retrasos el próximo 7 de septiembre llegará a nuestro mercado, distribuido por Virgin Play.