Naruto Shippuden: Ryujinki, Impresiones
Naruto cumple 10 años y para celebrarlo se anima a protagonizar una nueva aventura que sigue los pasos del anime en su época madura. Un título de calidad que conforma la apuesta navideña de Tomy en un país que se vuelca por completo en todo lo que lleve el sello del Sexy no Jutsu. Aparecía hace unas semanas en el mercado del sol naciente levantando una gran expectativa, cuyo resultado pasamos a comprobar en este primer contacto con Ryujinki, o la búsqueda de los cinco maléficos dragones que hemos de derrotar junto a Sasuke
Una década. Diez años, que se dice pronto. Naruto ha crecido con el mismo público que le he avalado durante todo este tiempo y, para celebrarlo, Tomy lanza de forma exclusiva en la sobremesa de Nintendo un nuevo capítulo de Shippuden, con héroes maduros que al más puro estilo Dragon Ball han de reunir sus fuerzas para derrotar a cinco dragones legendarios que han despertado (por causas malignas) de su letargo. Jutsus, toques de rol, beat em up y una nueva forma de entender la serie en videojuegos, aunque sin grandes novedades. Es la particular forma de entender este periodo en el resto de países del globo: que mejor forma de aprovechar la navidad que con varios títulos basados en las aventuras del protagonista rubio, que pese a los años sigue contando con su peculiar e inconfundible voz.
Se hace difícil resistir la tentación de obviar un lanzamiento como este dentro del poblado catálogo de Wii. Naruto tiene la inexplicable manía de aparecer en el mercado a pares, un hecho que se ha puesto de manifiesto en esta ocasión gracias a este Naruto Shippuden: Ryujinki (Dragon Sword Chronicles en anglosajón) y el menos reconocido Naruto Shippuden Narutimate Accel 3. Mientras que el primero busca enmendar la falta de títulos de la serie que se centren en el campo de los beat em ups, el segundo es precisamente todo lo contrario: el clásico enfrentamiento de dos personajes característicos del anime que han de hacer uso de combos y demás parafernalia para obtener la victoria en los combates. Como decimos, es una estrategia fantástica para que el público vuelva a sentirse atraído hacia este héroe, así lo demuestran las ventas.
El motivo principal que ha empujado a Tomy a lanzar esta aventura tiene mucho que ver, como decimos, con la celebración del décimo aniversario de la serie. Para no dejar a ningún aficionado sin su correspondiente dosis narutense, el DVD abre las puertas con una introducción que bien podría ser una introducción reducida de los capítulos que estamos acostumbrados a ver por televisión. Por ella desfilan todos los personajes que reconocemos con un simple vistazo, peleando constantemente frente a los enemigos que trae consigo el guión de la aventura, que se centra en la época Shippuden (con los héroes ya crecidos, y por lo tanto una mentalidad madura dentro de lo que cabe).
Más concretamente lo hace en el primer cuarto de esta época, con algunas diferencias sobre el guión original. Tomy enviaba hace relativamente poco tiempo una nota de prensa en la que confirmaba las pequeñas diferencias que los aficionados encontrarían a la hora de comenzar a jugar. En primer lugar, Jiraiya no pelea con Pain, un personaje que no aparece en esta aventura, por lo que la historia no se puede considerar un port 1:1 del anime. Esta variación se ha producido por dos motivos: uno, cambiar la estructura habitual de la serie; y dos, para evitar confusiones mayores a la hora de establecer un guión interesante, que sea tan entretenido como apropiado para tener lugar en una consola de la casta de Wii.
A nadie se le debería escapar que Ryujinki, pese a no estar basado directamente en la serie Clash of Ninja, utiliza el motor gráfico de estos beat em ups que hemos recibido durante los últimos años en el catálogo de Wii. Pese a que ha cambiado la disposición de los escenarios, junto a un nuevo sistema de cámaras, el cambio más distintivo tiene lugar en los atuendos de los personajes, que han sido rediseñados para la ocasión basándose en los diseños originales, un plato que gustará a los aficionados acérrimos y que el público no experimentado apenas podrá diferenciar. Técnicamente es un título que no destaca por excesiva pixelación de algunos escenarios. Por otro lado, el cell shading vuelve a hacer su trabajo mezclándose con el filtro tradicional de las aventuras en 3D.
Comentábamos que la historia de este Ryujinki, pese a no ser diametralmente opuesta a la de las adaptaciones anime, sí que moldeo su apariencia respecto a lo que hemos visto hasta el momento en anteriores entregas. La piedra angular del guión se encuentra en las pieles de dos personaje: Naruto y Sasuke. La aventura nos obliga a jugar con sendos personajes (además de una amplia gama de secundarios de lujo que hacen acto de aparición de cuando en cuando), alternándolos según la situación lo requiera. Cualquiera que haya visto la serie o disfrutado de alguno de los títulos made in Naruto reconocerá al instante las habilidades que manejan estos dos ninjas, si bien las circunstancias personales que envuelven a cada uno de ellos nada tienen que ver entre sí.
Kuroma se destapa como el primer antagonista de turno, el culpable de ser quien despierta a los cinco dragones místicos. Naruto, en conjunto con Akari, se ven forzados a combatir a estos seres que amenazan con destruir la paz que reina en el mundo. Mientras tanto, Sasuke toma la otra parte de la historia, con los ojos puestos en cazar a Itachi, que pronto desaparece de la escena para dejar paso a Akatsuki, uno de los personajes sobre los que gira el argumento en la época Shippuden. Por suerte o por desgracia para los héroes de turno, Akatsuki logra captar la atención de los dragones para que éstos cumplan sus planes personales. El objetivo que se nos encomienda durante la aventura es, por lo tanto, frenar las intenciones de Kuroma y Akatsuki, aunque para ello hemos de conocer los fundamentos básicos de la jugabilidad.
No es Ryujinki un título que destaque por su presentación, que viene dada en formato estándar, con menús poco vistosos sin rastro del inglés. La versión japonesa, única por el momento en el mercado, nos ofrece la posibilidad de disfrutar de la historia, el modo de juego principal, con la posibilidad de que se incorpore algún compañero a la acción. Los apartados secundarios tienen su pequeño hueco en esta presentación, con mención especial para los premios que obtenemos durante la aventura, aunque la base jugable del título no permite mucho más juego que el que proporciona el modo Historia. Como se explicaba anteriormente, en él debemos compaginar los golpes, saltos y Jutsus con puntos de experiencia que hacen posible que aumente la variedad atacante tanto de Naruto como de Sasuke.
No acaba ahí la lista, ya que en ella se ha hecho omisión de los antagonistas principales, que el jugador tendrá que descubrir cuando el título vea la luz por occidente, un acontecimiento que no tiene aún fecha de lanzamiento. Hasta la fecha, la mayoría de los títulos protagonizados por Naruto han acabado viendo la luz en España, si bien es cierto que el retraso con respecto a su fecha de aparición en Japón es bastante considerable. Dicho en otras palabras, Ryujinki no parece tener demasiadas posibilidades de llegar a Europa hasta finales de 2010, más aún si tenemos en cuenta que todavía quedan algunos títulos del ninja por desempolvar del baúl de los recuerdos (Naruto Shippuden: Clash of Ninja Revolution 3 acaba de ver la luz en Estados Unidos, un año después de hacer lo propio en Japón, sin tener aún fecha de aparición en el viejo continente).
Centrándonos en el plano de la jugabilidad, lo cierto es que la aventura se mueve dentro de los cánones establecidos de antemano por los beat em ups genéricos. Controlamos al personaje principal (recordamos, Naruto o Sasuke) con el nunchuk, mientras que el resto de ataques y movimientos especiales se realizan con el wiimote. Existe una pequeña variedad de filigranas en las que el sensor de la consola entra en funcionamiento, en la línea general de los títulos que buscan integrar estas opciones como un plus y no como una faceta realmente necesaria. Los botones son los que toman el protagonismo, y a ellos les debemos los ataques principales de nuestros héroes: puñetazo, salto y Jutsu. Es posible agarrar objetos con el nunchuk y colocarlos en un lugar específico, abriendo así un camino que de otra manera sería inaccesible, pero la mayoría de las acciones están centradas en el combate.
A medida que derrotamos enemigos obtenemos esferas de color. Unas rellenan nuestra barra de energía/Jutsu, otras nos permiten aprender nuevas habilidades especiales que podemos poner en práctica con la cruceta digital del mando. En unas cuentas horas dominamos los movimientos acelerados de Naruto, que corre raudo y veloz hacia el lugar que hayamos elegido. Si ponemos toda nuestra atención sobre las habilidades especiales o equipo que encontramos a lo largo de la aventura también obtendremos suculentas recompensas en forma de objetos desbloqueables. Si de algo puede presumir Ryujinki es precisamente de la cantidad de material extra que incluye esta versión japonesa, una delicia para los amantes de la serie o los aficionados acérrimos con tendencias coleccionistas.
Hay momentos distendidos donde reina el buen humor y las situaciones absurdas, también otros en los que será menester luchar frente a uno de los enormes dragones que debemos derrotar. Los primeros compases de juego no han supuesto un reto, más bien todo lo contrario: los enemigos se vencen con relativa facilidad, exactamente igual que el monstruoso dragón que hemos de derrotar a pocos minutos de haber comenzado a jugar. El prólogo se supera con una facilidad pasmosa, aunque debemos esperar prácticamente 15 minutos para que se cierre el telón de la introducción. Agradecemos que se haya aplicado tanto esfuerzo por dar sentido a la trama en forma de escena generada por el motor gráfico del juego, pero los constantes tiempos de carga que hemos de sufrir entre escena y escena acaban con nuestra paciencia mucho antes de lo esperado.
En segundo lugar, la jugabilidad se mantiene a caballo entre la acción, la aventura y el rol, siendo este último el punto al que menos importancia se le ha otorgado. No debemos esperar una aventura en la que nuestros personajes realmente aumentan de experiencia propiamente dicha: pueden manejar nuevas habilidades que nos permitan ciertas ventajas durante los combates, pero aquí prima nuestra pericia en los mandos por encima de cualquier otro aspecto. Sobre su fecha de lanzamiento en Europa, o más concretamente en nuestro país, poco o nada se conoce hasta la fecha. A la espera de que Clash of Ninja 3 tenga tiempo de abrir sus alas por estos lares, lo más probable es que es Ryujinki se aplace para el tercer cuarto de 2010, que por cierto está a la vuelta de la esquina.
Naruto Shippuden: Dragon Blade Chronicles
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