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Mugen Souls

Mugen Souls

Mugen Souls

Esclavizar, transformar en pequeños conejitos que usamos hasta a modo de esponja y disponer de hasta siete personalidades distintas. Es bueno ser diosa, sobre todo si nos llamamos Chou-Chou y queremos conquistar esos siete mundos que no nos respetan. NIS America vuelve a traer a costas occidentales uno de esos RPGs que de otra forma lo tendrían muy difícil para llegar. ¿Os venís a someter a unos cuantos reinos con Chou-Chou?

Actualizado a

NISA
Los fans occidentales de los Japan-RPG, incluso en los tiempos actuales en los que internet y la enorme cantidad de minoristas online han borrado de un plumazo las fronteras entre los distintos mercados del mundo, siguen teniéndolo difícil para echarle mano a la mayoría de producciones que se realizan en el país del sol naciente. Nippon Ichi Software, a través de su división NIS America, se está encargando de lanzar en los mercados europeo y americano títulos RPGs que de otra forma, al no contar con la fuerza y el interés que un nombre como Final Fantasy genera, hubiera sido difícil verlos por estos lares de otra forma que no hubiera sido recurriendo a la importación. Las sagas Disgaea, Atelier, Ar Tonelico, Hyperdimension Neptunia u otros como GrimGrimoire han visto la luz en nuestro viejo continente. Y, con motivo de su 20 aniversario y en base a un público fiel, NIS America continuará trayendo nuevos títulos como el esperado The Witch and The Hundred Knights, Persona 4 Golden o el que nos ocupa ahora, Mugen Souls, divertido RPG cien por cien puramente japonés colorista y salpicado de una carga humorística y una protagonista que, a pesar de algunos fallos, se convertirá para muchos en una de esas joyas que todos tenemos en las estanterías. Y buena parte de ello se lo debemos a su protagonista, una anti-heroina esclavista vitalista y despiadada que le encanta convertir en pequeños peones como los llama ella a sus enemigos, y usarlos hasta de esponja.

Siete son los mundos que existen en el universo de Mugen Souls. Siete Reinos de siete colores: Amarillo, un mundo en el que el sol siempre brilla; Naranja, el reino de la Luna Brillante; Rojo, el mundo del Fuego Vívido; Indigo, reino de aguas y calles heladas; Verde, un reino de árboles tropicales en los que la naturaleza vaga libre; Azul, un mundo futurista de avanzada tecnología hecho de metal que haría las delicias del mismísimo doctor Robotnik de Sonic; y Violeta, el reino del Barro Sólido. Estos siete reinos existen y actúan de una forma independiente los unos de los otros, cada uno desarrollando culturas únicas basadas en su medio, pasando del frío al calor, del bosque al metal. Mas resulta que alguien ansía controlarlos todos al mismo tiempo, la "magnánima" Chou-Chou -con un diseño claramente de manga Lolicon-, en apariencia una egoista y creida niñita demoníaca que lanza un decreto por el cual pretende conquistarlos a todos en base a su credo de que "Voy a hacer que todas las cosas en cada uno de estos reinos se arrodillen ante mi". Y así da comienzo la historia de Mugen Souls, con un estupendo número musical puramente J-Pop en el que, aparte de ver retazos de las siete personalidades que la protagonista puede adoptar, necesarias para 'encandilar' a los enemigos -y la presentación de nuestra fiel Altis, una inocente a la par que sexy demonio expulsada del Infierno porque no le salía bien ningún acto malvado y se ha tenido que reencarnar en un ángel-, ya se dejan entrever los elementos adultos que lejos de salpicar un poco la trama, llegan a tener bastante presencia en ella, por lo que Mugen Souls, a pesar de su colorismo y estética anime infantil, no es precisamente recomendado para menores.

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Atracción Fatal
Y como muestra de esto, ya en la primera escena de video in-game podemos ver a las dos chicas tomando un baño juntas, con las burbujas y la espuma estratégicamente colocadas en sus pechos, y Ryuto, capitán del G-Castle -barco-reino de nuestra odiosamente querida Dokuro-Chan particular-, espiando y sangrando por la nariz cual geyser al ver a los dos féminas desnudas. El desmesurado ego de Chou-Chou y su desprecio por todo el mundo es una de las bazas con las que Mugen Souls cuenta y que le otorga cierta personalidad una vez comenzamos a jugar. Ella quiere ser la reina y punto, por lo que convertir a todo lo que se pone por delante -ya sean enemigos, objetos e incluso personajes con una postura neutral- en Peones, la mayoría Shampurus, una especie de conejitos que ella usa hasta de esponja de baño, es su fin principal. Junto a ella tenemos a Altis, la cual no puede evitar hacer el bien mientras intenta hacer el mal, por lo que se une a la tozuda emperatriz en ciernes para poder regresar de vuelta al infierno. ¿Cómo hacer que todos los habitantes de los siete reinos nos den su lealtad inquebrantable? Pues.... Exacto. Chou-Chou no tiene más plan que entrar a lo bestia y convertir, convertir y convertir. Altis y Ryuto la convencen para que altere esto, y pronto, la mocosa con aires de grandeza decide que si conquista a los seres más poderosos de cada mundo, que suelen ser un héroe escogido por el pueblo así como un Lord demoníaco, el resto de los habitantes caerán detrás de ellos con facilidad. Pero en esta locura de Quest no todo es lo que parece ser, ni los héroes son tan héroes ni los malvados demonios tan malvados. Además de que parece que nos ha salido un rival que tiene nuestro mismo poder...

Su guión, que mezcla elementos de la serie Neptunia y retazos de humor de Disgaea, es uno de los puntos flojos del juego del estudio Compile Hearts, que urde una trama que resulta predecible y cuyo ritmo es bastante desigual. No obstante, determinados elementos salvan el argumento, como son el uso de las siete personalidades de Chou-Chou, las historias de fondo de los héroes y lores demoníacos -algunas parodias no tienen precio-, los constantes golpes de humor irreverente y situaciones 'picantes' que se suman a estallidos de locura manganime. Y, aunque no pueden hacer mucho por mejorar la historia, sí que consiguen hacer que esta sea más llevadera, sobre todo por los añadidos en la jugabilidad. La definición más exacta que podemos llevar a cabo sobre Mugen Souls es que parece la traslación en videojuego de lo que equivaldría a un álbum de grándes éxitos de un cantante. Y es que son innegables detalles como que varios de los personajes parecen haber sido transplantados de la saga Disgaea -ambos comparten al diseñador de personajes Haradaya-san-, y las mecánicas de combate y exploración son muy parecidas a Atelier e Hyperdimension Neptunia MK2, por lo que los fans de los títulos de Nippon Ichi se encontrarán jugando en un terreno confortable y familiar que al mismo tiempo experimenta con añadidos jugables como la vastísima personalización, que nos brinda la opción -aparte de controlar a Chou-Chou y sus dos subalternos- de poder crear el personaje que queramos. Comenzando por el sexo, la selección del pelo y el color de este, hasta incluso la mirada y la forma de hablar, varias son las opciones que se nos brindan. Junto a nuestro grupo principal de combate tendremos un sub-grupo a modo de banquillo, con personajes que podremos lanzar al combate y evolucionar igual que a los principales, todos recibiendo la misma cantidad de puntos de experiencia.

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Vestida para Matar
Otro detalle de la influencia de Neptunia MK2 es que en la pantalla de campo, en la que manejamos solamente a Chou-Chou bajo la personalidad que haya adoptado, veremos a los enemigos representados como criaturas en movimiento, lo que nos brinda la oportunidad de entrar en combate o de esquivarlos.  A la hora de combatir podremos movernos por un área designada (de nuevo al estilo Neptunia MK2). Tras colocarnos donde queremos, pulsaremos X para terminar el turno de movimiento y comenzar a pelear. Siempre podemos cancelar la lista de comandos y volver a mover al personaje a otra posición. Una lista de los enemigos a nuestro alcance saldrá al escoger la acción de atacar. La opción estrella dentro de la mecánica de combate será la habilidad Moe Kill de Chou-Chou. Para empezar, podremos seguir pegando con el comanto Atacar después de usar Moe Kill, pero no podemos atacar primero e intentar pegar inmediatamente después con Moe Kill, debiendo esperar al próximo turno. Gracias al encanto de nuestro personaje, podremos convertir a los enemigos en varias cosas, como Peones, lo que nos dará más Shampuru de lo normal, pudiendo incluso obtener Shampurus raros difíciles de encontrar. Cuanto más tengamos, más poderosa será nuestra nave y más manejables serán los combates aéreos.

También podemos volverlos items, con lo que podemos encontrar items raros que tanto escasean. Por último, si el intento de seducir lo hacemos mal, corremos el riesgo de enfadar al enemigo y provocar que sus puntos de salud, magia y status se vean recuperados, además de incrementar para nuestra desgracia sus estadísticas. La forma de ejecutar un Moe Kill será mediante una interfaz que nos pide que escojamos entre varias frases -Sonreir, Bipolar, Confesión, Amabilidad, etc - para ver cuál gusta al enemigo al que queremos convertir en peón o item. La ventana pequeña que se abre en la parte de abajo muestra el medidor de emoción, talante y afinidades de enemigos en rango de alcance. Dependiendo de la afinidad de Chou-Chou y el enemigo, el medidor de Peon, Item y Frenzy se moverá de un sitio a otro. Para convertir a un enemigo con éxito, debemos asegurarnos de que tenemos la misma afinidad que él. Escogiendo las frases que encantarán a nuestro enemigo, será más fácil convertirlo en Peon u objeto. Seleccionando aquellas que no les guste, solamente conseguiremos que la barra de Frenzy le aumente. Aunque si por ejemplo nuestro enemigo es un fan del sado -como la bestia a cuatro patas del primerísimo combate-, eso no significa que tengamos que estar lanzándole constantemente frases desagradables y sádicas. No debemos perder jamás de vista el tipo de humor de nuestros enemigos, siendo este la clave para lanzar un Mugen Kill exitoso. Las siete personalidades de Chou-Chou se devienen esenciales a la hora de afrontas la conquista de los siete planetas, ya que incluso en el mapa del mundo a conquistar en el que estemos veremos pistas sobre cómo obtener su dominio, aparte de tesoros y puntos de guardado. Buscar al héroe y al Lord demoníaco de cada uno de los siete mundos será una de la tareas principales, y derrotarlo o conseguir que se unan a nosotros conformará el objetivo de Chou-Chou, la cual deberá buscar las pistas distribuidas por el mapa y el mundo, ya que estas nos indicarán la personalidad más apropiada que nuestra protagonista deberá adoptar de las siete que tiene, y de ahí a escoger las frases apropiadas tras ver de qué talante está el enemigo y buscar la afinidad con él.

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Mugen Field
Si de algo no carece Mugen Souls es de posibilidades durante las batallas, uno de sus puntos fuertes, como la opción de realizar una serie de ataques con todos los personajes del grupo en combinación, deleitándonos con una serie de golpes que van desde lo más bizarro hasta algunos realmente brutales. Contando también con una serie de Habilidades que iremos aprendiendo y reforzando a medida que subimos de nivel, cada personaje puede atacar con opciones como Blast Off, con la que provocaremos que los enemigos salgan disparados por todo el escenario de combate rebotando como bolas de billar o bien lanzados por los aires, algo que nos beneficia doblemente, ya que aparte de golpearlos, con esto también podemos alejarlos de nosotros y enviarles a otros rincones del escenario, lo que sirve para retrasar sus turnos de combate, ya que cuando quieran golpearnos, algunos estarán fuera de rango y tendrán que moverse. Lo más divertido del Blast off es que nuestros rivales pueden usarlo también contra nuestro grupo, lanzándonos a nosotros y alejándonos del rango de golpeo. Otro de los elementos que añadirá variedad a cada encuentro se halla en forma de unos cristales que aparecerán en pleno campo de batalla. Cada uno de estos es capaz de crear uno o varios efectos que provocarán determinadas condiciones en las peleas, ya sean positivas en caso de mejorar las distintas recompensas o los ataques especiales, ya sean negativas limitando nuestras acciones. Esto puede provocar que tengamos que establecer una nueva táctica, usando por ejemplo Blast Off no solamente para golpear a los cristales con los rivales y que ambos desaparezcan, sino para provocar que el efecto negativo de algunos cristales se contagie al enemigo. De nuevo un arma de doble filo, ya que nuestros rivales pueden estar pensando en hacer lo mismo con nosotros.

Disparar a los Shampuru convertidos en una enorme bola para golpear a nuestros rivales es otra habilidad que resulta realmente vistosa, a la par que cruel y en total consonancia con la forma de ser despiadada de Chou-Chou. Pero no solamente eso, sino que esto se convierte cuasi en la técnica más poderosa de ella, pudiendo cambiar el curso de una batalla y arrasar todo un campo de batalla plagado de enemigos -espectacular tanto su uso como su visualización. El número total de shampuru que tenemos y los puntos de Peón que hayamos ido acumulando en el transcurso del combate en cuestión delimitará la potencia del ataque. A todo esto debemos añadir la existencia de un añadido que también nos mantendrá horas en él: el Mugen Field, una especie de simulador que nos servirá a modo de campo de entrenamiento para que nuestro grupo gane XP y la par que evolucionar pueda desbloquear elementos importantes y necesarios como afinidades mágicas. Pero no solo eso, sino que además conoceremos detalles de los personajes y sus historias personales, además de enfrentarnos a nuevos enemigos y situaciones de combate. Ciertos requisitos para, por ejemplo ver el Final Verdadero del juego, solamente podrán obtenerse al combatir en el Mugen Field, un añadido que, lejos de ser utilizado meramente para terminarnos Mugen Souls, se deviene en una de sus mejores bazas, alargando la vida del juego según las horas que queramos pasar en él para desbloquear y alcanzar absolutamente todos los niveles, habilidades y demás elementos de los personajes y sus estadísticas, tarea que mantendrá ocupados semanas (incluso meses) a aquellos que quieran alcanzar el cien por cien del juego.

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El segundo escenario de combate nos lleva nada menos que hasta el espacio, entre nuestro G-Castle y los transportes aéreos de nuestros enemigos que protegen los mundos que queremos conquistar. En una pantalla partida que exhibe nuestro barco a un lado y aquel que deberemos vencer al otro la mecánica no es precisamente de acción en plan disparar cañones y demás, sino más sencilla: atacar y aguantar hasta reducir a 0 los puntos de este. Escuchando los comentarios de Ryuto o incluso del propio rival estos arrojarán pistas sobre la postura que debemos adoptar para salir con éxito de la justa espacial en la que estamos involucrados. La lista de técnicas del G-Castle nos permite desde reflejar el ataque enemigo para que se vuelva contra él, hasta destrozar sus defensas, drenar sus puntos de salud y magia. La forma de atacar es tan sencilla como el mecanismo Piedra, Papel, Tijeras, aunque debemos recordar que los Shampuru son esenciales aquí, por lo que durante los combates con Chou-Chou y el resto de personajes no debemos olvidarnos de usar el Moe Kill para obtener peones, los cuales aumentarán el nivel de resistencia y ataque del G-Castle, beneficiándose la nave de los Shampuru raros que encontremos. Los patrones que usaremos serán sencillos, por lo que no estaremos precisamente ante un Skies of Arcadia o la intensidad que prometen las futuras batallas navales de Assassin's Creed III. Debido a la simpleza y a la escasa variedad de enemigos -básicamente un barco por cada mundo-, más de un usuario encontrará estas batallas tediosas.

"Aquí y allá"
Visualmente, el espíritu Disgaea y de otras producciones citadas de Compile Hearts y Nippon Ichi se apodera de Mugen Souls, presentando a la vez un universo con personalidad propia y que recuerda a otros realmente colorista, vitalista y que entra por los ojos. A nivel gráfico, el juego nunca llega a aprovechar toda la potencia de PlayStation 3, conformando su estética Japan Pop de personajes con ese punto Lolicon y la variedad artística de cada uno de los reinos sus puntales visuales. Aunque debemos reseñar la presencia de algunos molestos jaggies, algo de aliasing y un inexplicable retraso de varios segundos en la transición de la exploración a cuando iniciamos el combate, e incluso en los primeros ataques. Inexplicable porque esto sucede incluso cuando accedemos a instalar datos en el disco duro de PS3, algo presumiblemente hecho para solventar estos problemas y mejorar los tiempos de carga. En las escenas intermedias estáticas, en las que el único movimiento estará en el rostro de los personajes, podemos pulsar Circulo y detendremos la conversación; apretar Start y el diálogo irá reproduciéndose entre los personajes, sin tener que estar pulsando X cada vez que uno termine. Si en cambio pulsamos triangulo, toda la conversación hasta ese momento saldrá en forma de listado, pudiendo releerla con toda tranquilidad y hasta escucharla de nuevo frase a frase, regresando después a la conversación en curso. Pulsando cuadrado las saltaremos por completo.

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A nivel sonoro, Mugen Souls obtiene resultados encontrados. Entrando estrictamente en el terreno del doblaje, las voces en japonés suenan con la calidad, el estusiasmo y el tono habituales en este tipo de juegos, resultando muy divertida de oír la de Chou-Chou y sus constantes cambios de humor -genial cuando nos suelta la frase de "trae los látigos, las cadenas y las velas de cera" de cuando está en su personalidad sadomaso- con una voz que aunque está diciendo barbaridades y crueldades, sigue sonando con ese punto de diversión infantil, a lo que sumamos los adorables efectos de sonido que muchas veces representan las voces de los shampuru. En cuanto al doblaje en inglés, si bien la actriz de Chou-Chou consigue darle ese punto de histrionismo -siempre al estilo occidental- que el personaje requiere, el resto del reparto no sale bien parado, resultando en un doblaje con tantos aciertos como errores. La BSO de Tenpei Sato se convierte en lo mejor del apartado audiovisual, comenzando con un Opening destacable, y una divertidísima canción J-Pop pura nada más empezar el juego en la que el candor con la que Chou-Chou y Atlis la cantan contrasta con la paliza que le meten a los Shampuru y los detalles sexuales en forma de primeros planos de ropa interior y la anatomía de Atlis, que aparte de no llevar sujetador le falta siempre la parte de abajo de la camiseta. En un juego que destaca por su variedad, un ritmo de feria ambulante parecido al mítico Casino Night Zone de Sonic 2 puntúa la mala baba de Chou-Chou, al que le siguen pistas que se adecuan a las zonas en que estemos, variando de la diversión al dramatismo, de pistas con sonoridades árabes a composiciones de flauta, violín y guitarras acústicas más chill-out, lo que amplía la variedad sonora constantemente.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.