Un simulador de bajos vuelos

Una de las máximas aspiraciones del ser humano siempre ha sido alcanzar las nubes y surcar los cielos. Hoy en día, con tan solo un PC, podemos ser capaces de simular el comportamiento real de los artefactos voladores que han hecho posible esta proeza. Simuladores como Microsoft Flight Simulator e IL2 son ejemplos de recreación de situaciones reales de vuelo. Micro Flight es otro ejemplo menos conocido de simulador que, a pesar de ello, no debemos de dejar de tener en cuenta. Descubre en las próximas líneas si este simulador está a la altura de un género tan exigente como es el de los simuladores…

Hace ya casi cinco años desde que la primera versión de Micro Flight fuera editada. Illan Papini, un ingeniero aeronáutico con una amplia experiencia en el desarrollo de software, ha sido la persona detrás de este proyecto desde aquel año 2000 hasta el presente. En este tiempo, Quality Simulations (fundada por Papini) ha sacado al mercado hasta cinco versiones, esta incluida, de su simulador Micro Flight, incorporando diversas mejoras en cada una de ellas.

Pero… ¿qué es Micro Flight? Este título no es un simulador de vuelo convencional y su objetivo no ha sido nunca competir con otros grandes del género, sino cubrir el hueco existente que había en ellos. Es por ello que Micro Flight se especializó en un tipo muy específico de simulación: el de los ala deltas y los ultraligeros (artefactos los cuales pilotó Papini durante 15 años). Tal vez uno de los elementos por los que más destaca este título es por la incorporación de variables meteorológicas, la velocidad del aire y el influjo de las corrientes térmicas. Parece que tenemos ante nosotros un título innovador, pero veamos si la idea ha sido bien resuelta.

Jugabilidad: buen control, pero aburrido

Micro Flight cuenta con cerca de 50 misiones que se realizan en el orden que el jugador prefiera. Estas misiones irán desde dar rodeos a una torre con un dirigible, pasando por aterrizar un Cessna-172 en un portaaviones, hasta tener que hacer uso del sistema de aterrizaje ISA para afrontar una toma de tierra sin visibilidad. Se tratan de misiones simples cuyo objetivo es introducirnos en el manejo de los 22 ultraligeros que se ofrecen en el juego, entre los cuales están: un helicóptero Mi-24, un caza F4-Phantom o un aeroplano IL-103. Se trata, por tanto, de un amplio repertorio de misiones y de artefactos voladores que aseguran una considerable duración del simulador.

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Además, hay más escenarios y planeadores disponibles en la web del juego, muchos de los cuales, a pesar de estar realizados por aficionados, son de gran calidad. Sin embargo, a pesar de esto, muchas fases se repiten y, en general, las misiones son poco interesantes. Además, si a esto le unimos que la descripción de algunas fases se ha dejado sin traducir, tenemos un juego en el que la jugabilidad baja varios enteros. En general, el juego no consigue atrapar al jugador debido a un sistema de juego que no incentiva, al no proponer verdaderos retos el juego termina aburriendo.

En cuanto al control, estamos ante un juego muy asequible para todo tipo de jugadores, algo positivo para los que quieran iniciarse en este género. Tendremos los controles básicos: encender motor, aumentar y bajar de revoluciones, subir y bajar alerones… pero es muy aconsejable que poseáis un joystick, ya que de lo contrario os será muy difícil mantener el avión recto con el teclado. También dispondremos de aparatos de vuelo como un navegador GPS, un mapa o el sistema de piloto automático para cuando no queramos perdernos las vistas.

Un apartado gráfico arcaico

El aspecto gráfico siempre ha sido uno de los temas más cuidados en este tipo de títulos, pero Micro Flight, lamentablemente, es una de las excepciones. En primer lugar, nos encontramos con un título en el que no se hace un uso adecuado de las principales técnicas gráficas como el antialising (inexistente), por lo que veremos los fastidiosos bordes dentados. Por su parte, el efecto niebla está bastante mal usado y, mientras que en unas fases se usa en exceso, en otras lo que predomina es su ausencia.

En segundo lugar, los efectos de colisión se alejan mucho de realidad. Podemos encontrarnos, por ejemplo, que nuestro avión, al estrellarse desde una gran altura y a alta velocidad, en vez de desintegrarse lo que hace es enterrarse en el suelo. Otro ejemplo lo podemos encontrar en los misiles que podemos lanzar hacia edificios, los cuales no caen con el impacto, sino que simplemente desaparecen y en su lugar surgen unos bonitos pero simplones pequeños fuegos artificiales. Luego también hay pequeños detalles como la posibilidad de poder ver echar humo a un ala delta como si de un planeador de motor se tratara… A estas alturas, fallos gráficos como estos no deberían permitirse.

En tercer lugar, los efectos de iluminación, salvo excepciones como algunos atardeceres, son prácticamente inexistentes. Las luces de nuestro avión, así como la iluminación de la pista de aterrizaje, no tendrán efecto alguno sobre el entorno. Dicho en otras palabras: en este juego hay luces que no iluminan. Mención aparte merecen los efectos de la llama que sale a través de algunos cazas y del globo aerostático. Si bien el efecto en los cazas se puede dejar pasar, la llama del globo aerostático parece simplemente sacada de una serie de dibujos animados. Es verdad que son pequeños detalles, pero desentonan completamente con la sensación de realismo que se pretende transmitir.

Existen aún más aspectos mejorables como el efecto lluvia, los rayos, las sombras… pero que no me pararé a cubrir ya que son demasiados.

Por suerte, hay aspectos que están más cuidados, como las texturas, las cuales puedes subir o bajar de calidad (recomendamos ponerlo al máximo de calidad si tu ordenador lo permite). Cabe destacar que hay paisajes que verdaderamente merecen la pena ser vistos, como el escenario del Gran Cañón (uno de los más bellos del título), disponible en la página del juego. Por su parte, el modelado de los diversos artefactos voladores está también bastante conseguido en general.

En resumen, el apartado gráfico de este juego no llega a cumplir con las expectativas y no consigue su objetivo: apoyar el realismo de la simulación. Existen demasiados fallos que no se pueden dejar pasar a estas alturas.

Sonido: luces y sombras

El apartado sonoro, en comparación con el gráfico, sí que llega a cumplir con su cometido e, incluso, incorpora elementos innovadores. Me refiero, sobre todo, al sonido de las corrientes de aire, que darán realmente esa sensación de que estamos volando superando la fuerza del rozamiento del aire. Aparte de esto, el sonido de los motores es realista, así como el sonido del chirrido de las ruedas al tomar tierra. En general, los efectos sonoros están bien logrados, exceptuando casos como el de los impactos del planeador con el suelo.

En cuanto a la música, podríamos decir que es inexistente, salvo una horrorosa melodía (¡en formato MIDI!) que sale al principio del juego y que nos acompañará a través del menú de selección de vuelo.

Por tanto, no podemos decir que Micro Flight tenga un pésimo apartado sonoro pero tampoco es que cumpla a la perfección. Debe todavía mejorar mucho en este aspecto.

Estrategia y trucos

Este es un simulador en el que tienes que tener en cuenta los elementos, sobre todo el aire, de manera que aprovecha las corrientes de aire cuando vueles en ala delta o con el planeador. En los aterrizajes, disminuye las revoluciones del motor y aumenta el ángulo de los alerones con el fin de perder velocidad. Lo demás es cuestión de práctica.

Comparándolo con…

Resulta difícil poder comparar este título a alguno semejante. Debido a lo innovador de su contenido, este juego no puede compararse a ninguna producción actual del mercado.

Manual

Está en castellano y pretende servir como manual de consulta sin llegar a más. Es funcional, corto y con la información justa. Está en blanco y negro.

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