Hemos tenido ocasión de probar la secuela del aclamado Mercury gracias a la última actualización de la portátil de Sony y os detallamos todas sus novedades. Las clases ya han vuelto a empezar y hoy toca una divertida lección sobre dinámica de fluidos. Sube el nivel de Mercurio.
Acompañando a otros tantos títulos de lanzamiento centrados en géneros más usuales como la velocidad o la acción, Archer Maclean's Mercury consiguió sorprender en la llegada de PSP a Europa con una jugabilidad muy original centrada en mover ligeramente la inclinación de diversos escenarios para llevar una bola de mercurio a un determinado objetivo en el menor tiempo posible, superando en el camino diferentes obstáculos, dividiéndola en otras esferas y/o cambiando de color. Un planteamiento ciertamente parecido al clásico desarrollo de Marble Madness o el de los añejos juegos de mesa de madera con bolas de metal y agujeros en el recorrido, pero adaptado con gran maestría a los controles de la portátil.
La notable combinación entre inteligencia y habilidad , junto con un aspecto gráfico realista y la física del peculiar elemento, consiguieron la aprobación de crítica y público. Podéis descubrir su análisis en este vínculo . Tras vender más de medio millón de unidades, Ignition Entertainment y Awesome Studios preparan su secuela: Mercury Meltdown (Tama-Run en tierras japonesas). Gracias a la última actualización, la 2.80, del firmware de la portátil de Sony hemos podido probar dos niveles del juego, que pasamos a detallar junto con todas sus novedades. Vuelve la química más divertida.
Más niveles, más variedad
Como en el original, Mercury Meltdown cuenta con varios mundos con diferentes temáticas en el modo principal aunque las principales novedades en este aspecto es la inclusión de cinco variados mini-juegos para uno o dos jugadores (mediante conexión Ad-Hoc), varios completos tutoriales, un modo Ghost para observar el recorrido de los mejores tiempos y la posibilidad de mandar ocho niveles demo a un usuario con la opción Game Sharing .
En esta ocasión la modalidad principal tiene más del doble de niveles que el primer Mercury, con un total de diez mundos (dos de ellos ocultos) compuestos cada uno por decidieses fases con un nivel de bonificación , en total más de 160 fases. Los ocho mundos iniciales son Astro, Bio, Química, Imán, Geo, Átomo, Aéreo e Hidráulico y cada uno ofrece algunos elementos únicos y niveles con configuraciones muy características, cuya estructura puede ser horizontal, vertical o una combinación de ambas.
Además, ahora podemos completar los niveles de tres formas : con los límites requeridos, con el 100% del mercurio o superando la puntuación máxima, momento en el que aparece un indicador dorado y se desbloquea un porcentaje para conseguir los mundos secretos. La progresión entre los diferentes laboratorios es mucho más sencilla que antes ya que sólo se requiere completar un mínimo de niveles para acceder al siguiente mundo aunque al conseguir superar el récord de puntos y obtener la estrella (con el 100% del líquido elemento), conseguimos el nivel secreto del mundo en cuestión.
Al respecto, t odos los niveles del juego son completamente inéditos y con elementos mucho más originales : desde enemigos con mejoradas rutinas de movimiento o barras colgantes a plataformas movibles y objetos para conseguir puntos, normalmente situados en lugares cercanos al recorrido principal. Los barremos de puntos cuentan con récords mucho más accesible aunque sólo los más hábiles conseguirán situarse como el número uno.
Por supuesto no faltan los obstáculos clásicos del primer Mercury como cintas transportadoras, cambios de color, vórtices hacia el techo donde la gravedad se invierte u objetos cuyo movimiento impide nuestro progreso. En ocasiones controlar las diferentes partes de la burbuja, que ahora se puede dividir en un mayor número de esferas pequeñas , es primordial para la victoria, así como intentar llegar rápidamente con una de ellas, antes de que las demás caigan al vacío.
Por otra parte, el título incluye algunos objetos curiosos como calentadores, llamas, paneles helados o témpanos cuyo contacto con el mercurio hace que éste cambie de estado, del normal al sólido, rápido o lento (o entre ellos) modificando así su densidad y por lo tanto su facilidad para caer por los bordes, pasar por determinadas zonas o moverse a altas velocidades, ampliando con ello el espectro de posibilidades y variedad de los niveles.
Otra de las mejoras respecto al original ha sido la drástica reducción de los tiempos de carga entre niveles, ahora mucho más cortos y amenos e incluso, por si no fueran pocos los más de catorce docenas de niveles del juego, la sucursal europea de Sony ofrecerá gratuitamente nuevas fases descargables en la página oficial de la portátil unos días después que el título llegue a las tiendas.
Asimismo, el juego permite guardar automáticamente en determinados puntos y modificar el aspecto de la esfera de mercurio con nuevas apariencias que aparecen a medida que superamos el modo historia, como formas de bolas de billar, señales de tráfico que varían en función de la densidad, cabezas de perro, ruedas, etc. También el zoom y la posición de la cámara cuentan con ciertas mejoras , si bien el principal cambio estará en el diseño del juego, con un claro aspecto Cell-Shading.
Jugando con la química
Como se ha mencionado anteriormente, Mercury Meltdown incluye cinco mini-juegos muy originales para uno o dos jugadores mediante la conexión inalámbrica de la portátil, que se desbloquean a medida que completamos el modo principal. Estas variables cuentan con algunos objetos (situados en recónditos lugares) que pueden variar completamente el desarrollo de la partida , apagando la luz en el momento menos esperado, rompiendo la bola rival en varios pedazos o incluso moviendo la posición del enemigo. Los presentes son:
Race (Carrera): su planteamiento, inspirado en la clásica fórmula de F-Zero, nos promueve mantenernos en una pista con cientos de obstáculos a altas velocidades durante el mayor tiempo posible con el objetivo de superar un tiempo establecido o ganar al contrincante. Dado que sólo se mueve el escenario hay que ser rápido de reflejo o rápidamente perdemos la bola de mercurio.
Rodeo : en esta opción debemos mover con precisión una plataforma para no perder el elemento líquido, al mismo tiempo que un ventilador se desplaza e intenta tirar el mercurio . Además durante la partida van apareciendo ciertos objetos con los que podemos recupera cantidad o variar la posición o velocidad del ventilador.
Metrix : muy al estilo de Tetris u otros tantos títulos clásicos del género, el objetivo de esta modalidad es crear esferas de colores y juntar tres o más para hacerlas desaparecer en tableros con numerosos obstáculos y zonas cortantes. La dificultad aumenta considerablemente en los últimos niveles, debido a la compleja configuración de los escenarios con transformadores de color en sitios poco accesibles. Shove (Empujón): como en los anteriores, este juego está basado en planteamientos conocidos, en esta ocasión en el deporte de invierno Curling, casi desconocido por estos lares pero no así en Japón o Canadá. Los cambios radican en que podemos regular el peso de la esfera y recoger objetos del escenario para conseguir puntos aunque el objetivo es llegar lo más cerca posible a un punto empujando la esfera con suficiente fuerza y pudiendo rebotar en las paredes.
Paint (Pintar): la última opción es una de las más divertidas y espectaculares visiblemente ya que su finalidad consiste en colorear la mayor zona de un escenario antes que el rival con la estela que deja la esfera al moverse, aprovechando además algunos objetos del escenario, como divisiones de la bola en cientos de pequeñas esferas, paralización del rival, cambio de color, etc. Alegría visual
El principal cambio técnico de Mercury Meltdown respecto a la entrega anterior radica en el aspecto gráfico, centrado en esta ocasión en formas con tonos muy alegres , menús simples con divertidos elementos y una esfera con un llamativo borde negro que le otorga mayor definición. Con todo, se podrá optar al aspecto original, más técnico y realista así como eliminar el mencionado borde.
Por su parte, los escenarios cuentan con más elementos que antes, más efectos gráficos y los fondos son más variados y complejos. Además, en todo momento observamos la dirección de todos los objetivos , algo que ayuda bastante en algunas misiones. Por último, los clásicos menús de Mercury han sido sustituidos por dos marcadores de tiempo y cantidad de la esfera en la parte izquierda, mientras que en la derecha sus desarrolladores han situado las siete posibles variables de combinaciones de colores del mercurio, para facilitar las mezclas. También hay rápidos movimientos de la cámara para aumentar el espectáculo visual ya que en algunos mini-juegos se consiguen espectaculares velocidades.
Sonoramente encontramos pocos cambios respecto al anterior juego ya que solo se ha mejorado y ampliado los temas musicales de corte eléctrico del original con nuevos efectos, más dinamismo respecto al tiempo final en cada fase, el nivel de mercurio y la posición de los enemigos. Los nuevos mini-juegos también cuentan con sonidos muy alegres aunque, como el juego que le precede, todas las melodías se repiten con cierta asiduidad pero consiguen una notable ambientación.
Además la jugabilidad sigue siendo tan sencilla como antes, basada en el movimiento del eje de rotación del escenario con el stick analógico, relegando la función de los otros botones de la consola en modificar el zoom para escoger la mejor perspectiva posible y realizar determinadas acciones en algunos mini-juegos en el modo multijugador.
Impresiones jugables
Los dos niveles que hemos tenido ocasión de probar en el nuevo título de Ignition eran bastante sencillos pero se podía observar claramente las mejoras introducidas, así como el nuevo aspecto visual, mucho más llamativo y espectacular. Los nuevos diseños, más complejos y divertidos que antes, junto con los inusuales mini-juegos y la endiablada jugabilidad pueden convertir a Mercury Meltdown en un nuevo clásico del género en la portátil de Sony aunque habrá que esperar a su lanzamiento, previsto para mediados del mes de septiembre, para descubrir si esta esperada secuela consigue superar al original.