Mario Party: Island Tour
Una de las sagas más “de sobremesa” de Nintendo, Mario Party, repite en portátiles con Mario Party Island Tour, exclusivo de Nintendo 3DS que viene a abrir el año de la consola. Jugamos unas horas con el party game y te contamos las sensaciones.
Para muchos, Mario Party es de esas sagas antológicas que dejan siempre un buen recuerdo, uno de esos juegos que ha protagonizado largas partidas con los colegas en casa, en un mismo salón, sin redes de Internet por medio, y entre patatas y bebidas refrescantes. La esencia de un party game está en esta saga de Nintendo que lleva años divirtiéndonos en casa. Toca un pequeño cambio de tercio con Mario Party Island Tour para Nintendo 3DS, uno de los primeros lanzamientos de la portátil del 2014 y segunda entrega de la serie para la gama de portátiles de doble pantalla de la compañía dirigida por Satoru Iwata.
Puede que este título haya pasado desapercibido entre lanzamientos como The Legend of Zelda: A Link Between Worlds o Bravely Default, pero su planteamiento resulta, de entrada, atractivo para el jugador amante de lo colectivo. Mario Party Island Tour presenta varios modos de juego, entre ellos el tradicional de tableros, esta vez con siete, más de 80 minijuegos que hacen uso de las funcionalidades de la consola (cámara, giroscopio, micrófono –se puede desactivar si tienes miedo al ridículo– y pantalla táctil) y un elenco de personajes formado por estrellas como Toad, Wario, Peach, Mario, Luigi y compañía.
Primer punto: los minijuegos. Los retos disponibles destacan especialmente por el sistema de control, que parece heredado de otras propuestas similares (Wii Party U) presentadas para Wii U. Contamos con minijuegos que nos permiten dibujar sobre la pantalla, utilizar el lápiz para descubrir objetos o para completar puzles. El giroscopio y la cámara nos ayudarán a cazar elementos ocultos en los escenarios, a tomar fotos, etc. Con el micrófono debemos soplar, gritar. Es uno de los títulos que más usos hace de las características de la consola dentro de su catálogo, algo que aumenta la originalidad en las sesiones de juego.
El giroscopio es uno de los usos más relevantes de Mario Party: Island Tour, aunque la pantalla táctil no le va a la zaga. El micrófono también está presente.
Además, tanto los minijuegos como los tableros suponen la actualización lógica de los escenarios adaptándose a los últimos juegos de Nintendo e incluyendo referencias a Super Mario Galaxy, a Mario Kart, Animal Crossing, etc. Son detalles cien por cien reconocibles por el jugador y el fan de Nintendo, que despertarán algún guiño en el jugón tradicional. En cuanto a mecánicas, la interacción con las funcionalidades de 3DS lo convierten en un juego atractivo de jugar. Podemos estar dibujando lazos de vaquero para cazar goombas, corriendo en un kart sobre hielo, pulsando combinaciones de botones para evitar la lava, practicar la caída libre “jorobando” al resto para se estrellen contra el suelo…
La diversión, eso sí, no es equiparable a la que obtenemos en una consola de sobremesa, pues Nintendo ha adaptado el party game a la portátil alterando las opciones de configuración para ofrecer partidas rápidas de entre 10 y 15 minutos (o incluso menos) ideales para viajes. Las opciones a la hora de configurar las sesiones de juego permiten modificar el número de victorias o de minijuegos. Es un Mario Party que se juega rápido. Eso sí, como sacrificio, desaparecen los minijuegos tradicionales por parejas o de “solo contra el mundo”, pues solo se puede jugar “todos contra todos”.
Uno de los modos más interesantes que hemos podido probar es el de la “Torre Bowser”, donde vamos subiendo plantas superando puertas cerradas con minijuegos. La partida dura una hora y media, es una especie de “modo historia” que incluye hasta jefes –Bowser, cómo no, es el enemigo número uno– y va ofreciendo retos contra una IA que no supone demasiado reto si eres un veterano de la serie. Eso sí, es el modo ideal para captar Puntos Mario Party que nos permiten desbloquear decenas de extras en la galería (personajes, artes, sonidos, etc.). Además, las estadísticas contabilizan las partidas, por lo que podemos comparar records de tiempo, partidas ganadas, etc.
Pero sin lugar a dudas, uno de los puntos fuertes de este Mario Party Island Tour es la posibilidad de utilizar el modo “Descarga 3DS” para compartir sesiones de juego con un solo cartucho y tres colegas más. Son cuatro jugadores conectados a un tablero con una única copia del título, opción que permite trasladar a la portátil la experiencia de juego de salón de las entregas tradicionales. Una lástima que no se hayan incluido opciones online –parece que Nintendo sigue dando pasos lentos en este terreno–, aunque sí algunas novedades de conectividad como el uso de Street Pass para compartir minijuegos, modo que todavía no hemos podido probar por la falta de jugadores con el título.
Mario Party: Island Tour para Nintendo 3DS es precisamente eso, un Mario Party portátil, un intento de Nintendo por apostar por una serie clásica en la consola de mano antes de dar el salto a Wii U, donde ahora mismo tiene protagonismo absoluto en este género Wii Party U. Esta primera toma de contacto de dos horas con el juego deja claro que presenta un planteamiento divertido y actualizado, con algunos recortes, pero sólido, aunque sin trascender demasiado en lo que respecta a la innovación. Todavía nos queda mucho que probar –sobre todo en compañía–, así que os emplazamos al análisis, que se publicará antes de su lanzamiento (17 de enero). Que siga la fiesta en la mano.
- Acción
La saga Mario Party llega a Nintendo 3DS con Mario Party: Island Tour, una entrega exclusiva para la portátil de Nintendo con 7 tableros diferentes y 81 nuevos minijuegos.