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Mario and Donkey Kong: Minis on the Move, Impresiones

El 17 de mayo ha sido la fecha elegida por Nintendo para lanzar al mercado digital español de 3DS el último Mario vs. Donkey Kong: Minis on the Move, uno de los muchos spins-off en los que tanto se prodiga la compañía japonesa. Esta vez, y a diferencia de lo visto en el pasado, el enfoque del juego será distinto, acercándose a la esencia de clásicos del género como Pipemania.

Si algo ha caracterizado al estilo corporativo de Nintendo en los últimos tiempos, o incluso diríamos desde su creación, es el empeño que suele poner a la hora de ampliar el universo de sus mascotas más representativas. Por todos es sabido el gusto de la compañía de buscar nuevas mecánicas de juego que encajen con la propuesta a la que suelen estar sujetos estos personajes, tal es el caso de Donkey Kong con su peculiar Jungle Climber o de Mario con sus innumerables incursiones en distintas disciplinas deportivas. La compañía sabe de la potencia comercial y de seguidores de sus personajes estrella y los ha llevado por multitud de géneros y apuestas, algunas realmente originales

Si vamos un poco más lejos, es posible encontrar famosas reuniones en las que dos, tres o más de estas mascotas unen sus influencias para crear un videojuego diametralmente opuesto a lo que venían haciendo hasta ese momento. A Nintendo le ha ido bastante bien navegando en estas aguas, o al menos así lo sugería en la presentación de su catálogo para 3DS de aquí a lo que resta de año, en un Nintendo Direct que dejó el pasado miércoles bastante claro que la portátil de efecto estereoscópico no va a quedarse sin una buena remesa de cartuchos first party de ésos que siempre garantizan una calidad jugable y de diseño notables.

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Revivir franquicias, animar las que están de capa caída; aprovechar la sensación de profundidad de la portátil para potenciar mecánicas de juego que pueden reinventarse cada cierto tiempo gracias a su estilo flexible y dinámico. Nintendo ha aplicado este procedimiento durante mucho tiempo y por lo general de manera exitosa, aunque se trata de una operación difícil que conlleva asumir ciertos riesgos. Puede que muchos ya no lo recuerden, pero hace diez años el panorama portátil estaba dominado por una consola icónica en la historia de la industria, GameBoy Advance, que desde su lanzamiento ofrecía una ventana para que varias compañías del sector probasen suerte con nuevas fórmulas de juego.

En aquella época asistimos al nacimiento de un buen puñado de títulos que eventualmente darían pie a la creación de nuevas franquicias, algunas con más suerte que otras. Una de las más conocidas fue sin duda Mario vs. Donkey, una evolución del Donkey Kong aparecido originalmente en 1994 y más tarde convertido en el funesto Donkey Kong Plus, que nunca llegaría a ver la luz en el mercado. Con ese nacimiento, ahora renombrado Mario and Donkey Kong, se abría la puerta a un universo de puzles y cooperación enemistada entre los dos iconos, una fusión de las selvas del gorila con los mundos multicolor del fontanero, dando oportunidad a un buen abanico de géneros que iban más allá de las convencionales plataformas que habituaban ambos.

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El planteamiento de aquel título sigue muy vigente en Minis on the Move, la última itinerancia de una franquicia que acumula cinco títulos en su haber, varios cientos de miles de copias vendidas y, lo que es más importante es este caso, un indiscutible gusto por el estilo clásico que encumbró a Donkey y a Mario como dos iconos de una industria recién nacida a finales de los años 80. Muchas cosas han cambiado desde aquel título aparecido en GBA, una transformación que se debe en parte a las tres entregas que fueron desarrolladas para formar parte del catálogo de Nintendo DS.

 La primera y quizá fundamental es el cambio de perspectiva que experimenta la mecánica de juego, dejando atrás la clásica visión lateral (o side-scrolling) para dejar paso a una más intuitiva que se aprovecha notablemente del efecto estereoscópico de la portátil. Este cambio visual trasciende lo meramente estético, ya que modifica drásticamente la manera de enfocar el plano jugable, es decir: el estilo que debemos poner en práctica para resolver los más de 200 puzles a los que tendremos que hacer frente en esta ocasión, repartidos en 4 mundos y que van complicándose poco a poco hasta formar auténticos rompecabezas que llevan muchos minutos desenmarañarlos.

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Distinto, pero con la misma magia

La presentación del título en el showfloor del Nintendo Direct 3D por el presidente de Nintendo, Satoru Iwata, vino acompañada por una demostración jugable en la que la prensa tuvo la oportunidad de probar uno de los niveles mostrados en el vídeo. De aquí se extraen las primeras reflexiones sobre un título que ofrece desde la primera toma de contacto unas sensaciones ligeramente distintas a las de sus antecesores. Antes de comenzar a jugar pudimos echar un vistazo a la información que Nintendo ofreció a los medios como carta de presentación, asegurando que esta aventura estará compuesta por más de 200 niveles divididos a su vez en cuatro estéticas y formatos, empezando por el colorido 'Mario en Marcha' y terminando en un florido 'Enredo Selvático'. Sirvan estos dos ejemplos como prueba de la filosofía con la que Nintendo se ha tomado esta entrega, que nuevamente toma como referencia visual los distintos mundos en los que han transcurrido las aventuras de sus respectivos protagonistas. Aunque hay cambios.

Al comenzar a jugar descubrimos cómo se desarrolla la mecánica de juego, que establece dos dimensiones, cada una situada en una de las pantallas de la consola. La superior muestra el escenario que debemos preparar, con vista ligeramente perpendicular en la que se hace buen uso de la sensación de profundidad para mostrar objetos, tuberías, enemigos, saltos y otros elementos. En la inferior, el engranaje que nos permite guiar a los Minis de manera satisfactoria. La mecánica recuerda a uno de los clásicos del género, Pipemania, que invitaba a crear nuestro propio mundo con un limitado número de piezas que debíamos encajar en el puzle propuesto. Aunque existen grandes diferencias entre ambos títulos (basta con echar un vistazo al vídeo que se ofrece en ese texto para hacerse a la idea), lo cierto es que las sensaciones que experimentamos durante la partida son bastante similares.

Esto se debe en gran medida a la presencia de una tubería situada en la pantalla inferior que literalmente 'escupe' y acumula las piezas que más tarde empleamos para moldear a nuestro gusto la pantalla superior. Hay fichas de muchos tipos que caen a distintas velocidades y que debemos colocar en el panel correspondiente para que los Minis al avanzar no tropiecen o caigan al vacío. Si las fichas que recibimos no nos sirven o simplemente preferimos esperar por otras mejores podemos tirarlas directamente a la basura en los niveles con papelera, aunque la variedad de las mismas invitan a probar distintas vías para finalizar los escenarios en el menor tiempo posible y recogiendo todo.

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Las fichas de color 'púrpura' se pueden colocar encima de otras; las 'pivote' permiten ser rotadas una vez de situadas en el panel; las 'obstáculo' bloquean el paso del Mini y le obligan a retroceder; las 'catapulta Kong' elevan a nuestra unidad dos casillas por el aire, y así sucesivamente. En esta primera toma de contacto no pudimos evitar la tentación de probar suerte con algunas medidas quizá poco ortodoxas que ponen a prueba la mecánica, como la posibilidad de crear un bucle en la marcha del Mini para ganar tiempo, o incluso el uso de los 'martillos' para eliminar de un plumazo a los siempre carismáticos Shy Guys que, como de costumbre, se interpondrán entre nuestro camino y la Estrella del final de fase.

Más que puzles

Una de las grandes ventajas que ofrece este nuevo sistema de juego es la posibilidad de crear mundos de proporciones mayores a las vistas en el pasado, con lo cual se abre un nuevo campo de posibilidades para guiar a los Minis por ellos. En esta ocasión, y lejos de contar con un ejército de pequeñas figuras de Mario, la atención se centra en un número más selecto de ellos. El ingenio prima aquí sobre la habilidad para conseguir buenos resultados sin sacrificar unidades. El hecho de que toda la mecánica sea controlable desde la pantalla táctil permite ejecutar las órdenes con total rapidez y sin apenas perder un segundo que en este caso vale su peso en oro.

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Al margen de todo lo aquí expuesto, Minis on the Move ofrece un completo editor de escenarios que podremos compartir con otros jugadores por Internet (o bien descargar los que hayan creado otros usuarios), lo que sin duda representa uno de los pilares principales de esta clase de títulos, así como 4 entretenidos minijuegos. Hemos visto cómo Mario sale disparado desde una catapulta, aprovechando correctamente el efecto de profundidad con el 3D de 3DS activo para calcular la distancia, o cómo recoge monedas y esquiva balas rotando una manivela que cambia su altura en el escenario, como un ascensor que lo elevará o bajará.

17 de mayo, descargable

Seguramente una de las mejores noticias que ha dejado tras de sí este Nintendo Direct ha sido la proximidad de los anuncios con relación a los lanzamientos. Al menos éste ha sido el caso de Mario and Donkey Kong: Minis on the Move, que verá la luz en la eShop española el próximo 17 de mayo, exclusivamente en 3DS. Sin datos exactos de su precio, de lo que no caben dudas es de su tamaño y propuesta, con un buen puñado de niveles cada vez más desafiantes, editor, minijuegos, muchos desbloqueables y una experiencia bastante poco habitual que entusiasmará a los amantes de los puzles contrarreloj.

Mario and Donkey Kong: Minis on the Move

  • 3DS
  • Puzle
  • Acción

Mario and Donkey Kong: Minis on the Move, desarrollado y distribuido por Nintendo, es una nueva entrega de la popular saga para la eShop de Nintendo 3DS que desafía a los jugadores a guiar a los personajes mini utilizando baldosas que deberán colocar en la pantalla táctil para que estos puedan llegar a la meta en la pantalla superior. El juego cuenta con más de 180 fases en cuatro modos diferentes. Los jugadores también pueden crear y compartir online sus propios niveles, y jugar en los niveles creados por otros jugadores de todo el mundo.

Carátula de Mario and Donkey Kong: Minis on the Move
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