Diversión sin límites

Wario ware es el ejemplo viviente de que un juego puede ser tremendamente divertido y original, sin necesitar años de desarrollo ni requerir montones de gente y dinero. Si quieres descubrir una de las mejores experiencias jugables para tu GBA, entra en la empresa de Wario.

De vez en cuando, un analista puede desmelenarse y poner una nota muy alta a un juego que quizás no sea una superproducción, ni tenga las características técnicas de otros títulos, ni haya sido largamente esperado, con muchos años de desarrollo en su espalda. Una nota muy alta "simplemente" por ser algo original, ya sea en la jugabilidad, en el estilo visual o en cualquier aspecto que llame la atención al que está analizando.

Wario Ware es, definitivamente, esa clase de juego. Es bastante paradójico que haga falta un mero mes de desarrollo para hacer uno de los juegos más divertidos y originales de esta generación, pero lo han conseguido, a base de poner en práctica una buena idea y hacerla funcionar de forma magistral, empaquetándola en diversión y un tanto de locura.

El concepto detrás de Wario Ware es un tanto complicado de explicar. Dicho a "grosso modo" se trata de una colección de 200 mini-juegos que hay que completar en 5 segundos y en diferentes niveles de dificultad. No parece muy revolucionario en principio, pero esa sensación se diluye como azucarillos cuando uno se enfrenta al juego en si.

La premisa inicial es que Wario, en su búsqueda continua de dinero, decide crear una compañía junto con sus "amigos" para desarrollar un nuevo videojuego y forrarse. El primer nivel, después de una divertida animación protagonizada por Wario, propone 10 pruebas hasta llegar al "enemigo final", una prueba no sometida a tiempo. A continuación, el juego principal se desarrolla de modo que hay que pasar por todas las pruebas protagonizadas por los amigos. Cada uno de estos tiene una temática diferente de pruebas: Jimmy T (Deportes), 9-Volt (Clásicos Nintendo), Mona (juegos raros), Dribble y Spitz (Ciencia ficción), Dr. Crygor (Fotorealismo), Orbulon (Pruebas de Inteligencia), y Kat y Ana (Cosas vivas).

Cada una de estas "fases" ofrecen minijuegos en orden aleatorio, en un numero variable y hay que completarlas todas para llegar al final del juego. Pero llegar al final no es la premisa del juego, ya que es seguramente uno de los títulos con más rejugabilidad que existe, pero eso será explicado más adelante.

  g  r  á  f  i  c  o  s

Los gráficos de Wario Ware no tratan de ofrecer nada técnicamente destacable, pero su estilo es casi insuperable, empezando por las animaciones de los propios personajes al principio de pantalla, rodeados de gráficos coloridos, alegres y con gran personalidad. El estilo visual de las pruebas es muy diverso, ya que recogen desde pruebas completamente inventadas, hasta juegos de la época pre-NES, así que son en general bastante simples, pero muy divertidos y diversos, justo como el resto del juego.

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La música recoge el estilo del juego: con enorme personalidad, variada y desenfadada, uno nunca se cansa de esta, ya que acompaña perfectamente a todo. Pero lo más divertido sin duda son los múltiples y divertidos efectos sonoros de los que hace gala este título, que aumentan considerablemente algunos de los momentos más hilarantes de Wario Ware.

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La jugabilidad de Wario Ware es realmente única. Los juegos basados en mini-juegos no son ninguna novedad, pero la dinámica que se consigue al hacerlos discurrir en 5 segundos es realmente impresionante. En un principio la idea de enfrentarse a un mini-juego en tan poco tiempo y sin saber que hay que hacer exactamente, parece un tanto alocada y condenada a múltiples intentos de "ensayo y error" (lo cual es un peligro teniendo en cuenta que hay vidas limitadas para cada fase). Pero por algún misterio (algunos lo llaman "buen diseño") el jugador normalmente capta al segundo lo que tienes que hacer y como hacerlo (también ayuda que solo se tenga que usar la dirección y un botón).

200 mini-juegos dan para mucho, pero en Nintendo no se han limitado a usar este tipo de táctica hasta que el juego acabe, sino que ha apostado por incluir sorpresas a lo largo que se avanza en el juego. Por ejemplo, una vez finalizado, se puede acceder a fases especiales en forma de edificios, en donde se puede uno enfrentar a decenas de pruebas continuadas (y por supuesto aleatorias) en diferentes condiciones (una de las fases extra permite jugar todos los jefes finales).

Además hay más extras, por ejemplo, una vez completada una fase, se puede repetir las veces que haga falta, solo que de una manera distinta. Se vuelven a afrontar las pruebas encasilladas dentro del estilo de la fase, de forma aleatoria, si se supera al enemigo final se obtiene una vida extra y se vuelven a enfrentar a otras tantas pruebas, aumentando el nivel de dificultad cada vez más.

Otro modo extra es el que permite liberar nuevos juegos, que no están sometidos a tiempo y que incluso pueden ser jugados a dos jugadores en la misma consola. La finalidad de estos juegos suele ser obtener la puntuación más alta, lo que en el caso de algunos puede suponer un auténtico reto. Entre los que se han podido ver, hay uno que es de saltar a la comba, mientras que otro exige ir con un monopatín esquivando todo tipo de obstáculos, cada vez más rápido. Además se han podido ver juegos para 2 jugadores a la vez, pero usando una sola GBA, usando los botones superiores de la consola y también se ha podido comprobar como hay una versión completa de Dr Mario escondida.

En cuanto al tipo de pruebas, hay de todo. Hay juegos de reconocer figuras, de darle al botón en el momento adecuado, hay mini-versiones de Super Mario Bros, Zelda, F-zero, Dr Mario y de varios títulos de la era NES e incluso anteriores. Hay pruebas surrealistas como meterse el dedo en la nariz, o pruebas deportivas de baseball, tenis, ski o baloncesto, también aparecen "homenajes" como a Dragon Quest, shoot'em up espaciales o a los juegos Bemani (de música) y eso es solo un muy pequeño ejemplo de las pruebas a las que habrá que enfrentarse.

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

La dinámica que se consigue en este título es única, nada que ver con algo jugado anteriormente. En algunos momentos se llega a un nivel de concentración muy parecido al de Tetris. Por supuesto, el juego no es incuestionable, muchos lo rechazarán por su simplicidad, pero es innegable que si le dejas es un juego con una enorme capacidad de enganchar al jugador. Además, tiene una rejugabilidad infinita y resulta ideal para echarse partidas rápidas mientras se va en metro o en autobús o se espera en la cola del cine (que ahora mismo habrá muchas por cierta película). Si tuvieras que llevarte una GBA y un único juego a una isla desierta, que sea este (al menos este redactor es el que llevaría sin dudarlo).

  l  o    b  u  e  n  o

  l  o    m  a  l  o