Arranca, ataca y marca gol

Una de las últimas incorporaciones de Xbox Live Arcade ha sido Mad Tracks, un título de conducción bastante particular que ofrece bastantes virtudes por un lado, pero al que le falta garra por el otro. De este modo, la valoración final del título se queda a medio camino de llegar a resultar una alternativa realmente atractiva y divertida como la que promete a priori.

Con tan sólo ver un par de pantallas de Mad Tracks, queda más que patente la inevitable referencia a los títulos de MicroMachines. Vehículos de dimensiones muy reducidas que compiten en escenarios de la realidad llenos de objetos y elementos de índole diversa. La gran virtud del juego, en sus 15 escenarios, es principalmente la variedad de la que hace gala.

Es decir, no se trata sólo de competir por el primer puesto, sino que también habrá retos que supongan ganar un partido de futbolín, un enfrentamiento de golf o simplemente una vuelta más rápida. A las originales propuestas de los circuitos, se les añaden items al más puro estilo Mario Kart: machas de aceite, cajas trampa, cohetes para frenar a los de delante, aceleradores, etc.

La jugabilidad es casi idónea, con unos vehículos que responden a la perfección a los controles, aunque en algunas ocasiones girar de un determinado modo o controlar un salto puede resultar más problemático de lo que parece. Su principal problema radica en que jugar en solitario se hace repetitivo y hasta cierto punto cansa con bastante rapidez. En este aspecto el multijugador le da más vida, aunque no deja de ser cuestión de tiempo que llegue a abandonarse pronto.

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Los gráficos son muy vistosos, con mucho colorido y llamativos elementos en los escenarios. Cierto es que son sencillo y que tampoco hay mucho que destacar visualmente, ya que su escaso detallismo va acorde con su planteamiento. Del mismo modo, en cuanto a sonido, la banda sonora va acorde con lo que es el juego en sí, y resulta de bastante calidad para un título del Arcade.

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