Lost Words: Beyond the Page, análisis

Tras su estreno como exclusiva temporal en Google Stadia a principios del pasado año, Lost Words: Beyond the Page finalmente llega al resto de plataformas actuales, es decir, PC, PS4, Xbox One y Switch, compatible también con las consolas de nueva generación PS5 y Xbox Series X|S. Así, todos aquellos que quisieran experimentar la fantasía narrada a través de las plataformas y los rompecabezas que proponen los creativos ingleses de Sketchbook Games, ya pueden acudir a los bazares digitales de sus respectivas consolas u ordenadores y disfrutar de una aventura para toda la familia, amena y en algunos momentos muy original, pero que también arrastra ciertas particularidades que impiden al título editado por Modus Games apuntar más alto. Veamos en nuestro análisis hasta qué punto es recomendable Lost Words: Beyond the Page a través de una segunda oportunidad en formato multiplataforma.

Viaja a través de las páginas de un diario

Lost Words: Beyond the Page nos invita a descubrir las vivencias de una joven llamada Izzy a través de las páginas de su diario personal -incluso a nivel jugable-, una conmovedora historia que trata temas que bien podrían formar parte de la niñez de cualquiera de nosotros y que, sin desvelar nada del argumento, incluso puede llegar a tocar la fibra sensible del jugador. En este sentido, Rhianna Pratchett (reconocida guionista de videojuegos como Heavenly Sword, Mirror's Edge o el reboot de Tomb Raider, entre muchos otros) escribe una historia, la de Lost Words: Beyond the Page, que si bien no resulta especialmente original, si nos lleva a sumergirnos en el fantástico mundo de Estoria para descubrir qué está ocurriendo.

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Es aquí cuando entra en juego la fantasía que caracteriza el título, presentando a una niña a la que podremos personalizar mínimamente y con la que abordaremos la particular propuesta de plataformas y rompecabezas por la que apuesta sin titubeos Lost Words: Beyond the Page. Junto a ella, y tras convertirse en la nueva Guardiana de las Luciérnagas, tendremos que salir en busca de dichos “insectos de luz” que devolverán el equilibrio a un mundo asolado por cierta amenaza. Como decimos, el argumento no pasa de testimonial y servirá como excusa para dar comienzo al viaje personal de Izzy y de la joven Guardiana.

En esencia, estamos ante una aventura 2D que mezcla constantemente exploración y plataformeo con resolución de simples y constantes puzles, todo ello gracias a las palabras que iremos aprendiendo durante nuestro periplo por los bellos parajes de Estoria. Es precisamente este aspecto uno de los más personales del juego, el uso de las palabras que nos acompañarán constantemente, ya sea a modo de narrativa con una integración total con los escenarios, o como parte de las habilidades de nuestra saltarina protagonista. Y es que el uso de palabras clave servirá para resolver los constantes desafíos a los que tendremos que enfrentarnos.

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Así, cada nivel estará dividido en diferentes zonas bloqueadas por varios tipos de puzles algo reiterativos y que tendremos que resolver con nuestros poderes: las palabras. Durante nuestra travesía nos acompañará una especie de luz que en cualquier momento puede transformarse en un libro cuyo interior alberga varios tipos de palabras (poderes en sí mismas) que iremos aprendiendo a medida que avancemos. Desde “Subir” a “Destrozar”, pasando por “Reparar”, “Silencio” y otros términos que podremos usar con los elementos del escenario compatibles. Con ellas podremos reparar puentes, hacer subir plataformas, destrozar obstáculos o caminar sigilosamente; eso sí, la resolución de dichos rompecabezas es de lo más sencillo que podemos encontrar en el medio y no requerirá de esfuerzo alguno por nuestra parte, para así poder avanzar sin demasiados problemas. Es aquí cuando el título descubre su marcada vertiente de juego para todas las edades, más recomendable para jugadores jóvenes que se inicien en el videojuego.

El desarrollo de la aventura es suficientemente ameno como para querer seguir avanzando y descubrir más de la historia que nos cuenta Izzy a través de su diario; eso sí, el inicio del título se antoja algo lento y el tutorial se extiende más de lo necesario presentando unas mecánicas de juego que no esconden muchos secretos. Será a mitad de la aventura cuando el título muestre todo su potencial, aunque en realidad nos sabrá a poco, ya que podremos finiquitar el juego en menos de cinco horas. Donde sí se muestra muy imaginativo es en los pequeños niveles entre mundos ambientados en el propio diario de la joven y en los que tendremos que saltar entre palabras, frases, párrafos, dibujos y garabatos, además de resolver pequeños desafíos e interactuar con diferentes elementos. Como si de un plataformas clásico se tratara, iremos avanzando con naturalidad mientras descubrimos más detalles de su vida y contextualizamos el mundo fantástico de Estoria.

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Como decimos, el planteamiento de Lost Words: Beyond the Page es bien sencillo; los niveles son completamente lineales y avanzaremos con soltura a través de sus numerosos aunque poco variados rompecabezas. El único reto será dar con todos los coleccionables de cada nivel, algo que por otro lado tampoco representará un gran desafío. Si bien nuestro personaje se mueve de forma ágil, quizás es aquí cuando nos encontramos con uno de los aspectos más flojos del juego: el control. Y es que las animaciones se sienten toscas y nunca terminamos de sentirnos cómodos con sus movimientos, saltos y transiciones, además de algún que otro bug del personaje en relación al escenario. Parece como si aún hubiera algo de trabajo pendiente en este sentido por parte de sus creadores.

Ya en el plano audiovisual, Lost Words: Beyond the Page apuesta por la sencillez apoyada en un diseño artístico más que efectivo. Y es que mientras que los modelados son por lo general bastante simples, su equipo creativo ha apostado por un carácter casi pictórico, con un juego de acuarelas para los fondos que resulta encantador se mire por donde se mire. Tanto es así, que los fondos e incluso otros elementos en primer plano brillan por todo lo alto, con un colorido y un buen gusto general que ocultan en buena medida otros aspectos menos cuidados. Las melodías, a pesar de quedar en segundo plano, funcionan bien junto al apartado artístico; mención especial para las voces, con una narración muy profesional, eso sí, en inglés. Por suerte, y especialmente en un juego donde se apuesta tanto por el texto de forma constante como un elemento más de su jugabilidad, llega perfectamente traducido al castellano.

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