Legion Arena

Después de Rome: Total War de los británicos Total Assembly, llega el turno paralos noveles Slitherine de llevar la intensidad y la estrategia de estas batallas a nuestros ordenadores. Controla los ejércitos del imperio romano en sus primeros tiempos o trata de defenderte de su expansión controlando a los ejércitos celtas y cartaginesis en este juego centrado en lo que es la estrategia en el campo de batalla.

Observa Legion Arena en movimiento en este vídeo.

La época de dominio de Roma sobre el mundo siempre ha ejercido una poderosa influencia en la imaginación de los jugadores aficionados a la estrategia, posiblemente porque fue en esta época cuando la guerra alcanzó un punto culminante en cuanto a sofisticación. El poder de la Roma clásica se sustentaba en buena parte en el poder de sus ejércitos, que a su vez emanaba tanto de su poder bruto como del gran nivel que alcanzaban los comandantes gracias a su intensa preparación.

Con Legion Arena tendrás la oportunidad de ponerte en la piel de unos de esos generales romanos, así como liderar los ejércitos celtas y cartagineses, que constituyen los tres bandos que componen este juego. Con nula publicidad y siendo desarrollado por un estudio casi desconocido (es el primer proyecto para este grupo británico llamado Sliltherine Software), la verdad es que para muchos este título es un perfecto desconocido. Pero a veces son estos juegos que no te esperas los que más consiguen sorprender a uno.

La premisa básica de este título es que el jugador sólo se concentre en las batallas y en controlar los aspectos básicos de la batalla. No hay ningún elemento de gestión, ni tampoco tienes que cuidar de recurso alguno o mantener territorios. La clave de todo radica en saber crear y controlar tus ejércitos, adaptándote a las diferentes circunstancias que se propondrán con las más de 100 misiones de las que está compuesto este título.

Se ha procurado que el juego sea muy completo en cuanto a variedad y realismo de unidades, con nombres y características sacadas de los libros de historia. Dados los diferentes terrenos y climas que podrás experimentar en los campos de batalla, será bueno conocer a la perfección las fuerzas y debilidades de cada una de ellas. Al ser todo muy centrado en la batalla, se exige que se tengan en cuenta los pequeños detalles dentro de esta.

Por otro lado, tampoco es un wargame tremendamente exigente con la habilidad del jugador. Las batallas son bastante rápidas y dependen mucho de la estrategia que decidas adoptar antes de que empiece el combate. Durante las fases previas de cada batalla es necesario realizar una planificación de la batalla, cosa que resulta fácil e intuitiva de hacer, aunque de tu experiencia como general dependerá la variedad de estrategias que puede desarrollar y la cantidad de órdenes que puedas dar antes de que comience todo. Una vez que comience la acción, ya no tendrás muchas oportunidades de modificar el movimiento de tus unidades, aunque podrás enviar mensajeros a través del campo de batalla que pueden llegar, o no.

Tan importante como la planificación de batalla  es el reclutamiento y formación de tus hombres. Hay sólo dos recursos que debes de tener en cuenta: dinero y fama. El dinero lo adquirirás ganando batallas, ni más ni menos, y te permitirá alistar a nuevas y más poderosas unidades. La fama te permitirá regenerar aquellas unidades que han perdido hombres durante la batalla, de modo que un general de mayor fama no tendrá problemas a la hora de regenerar las unidades debilitadas con sangre nueva.

Sin duda, uno de los puntos fuertes de este Legion Arena radica en la importancia de la experiencia de tus tropas. A medida que pasen las batallas, aquellos que sobrevivan se harán más experimentados y podrás usarlos en posteriores misiones como unidades más especialidades. La experiencia confiere la posibilidad de mejorar tus tropas en diferentes apartados, añadiendo así un elemento más de estrategia a la ecuación. Teniendo en cuenta de que estamos hablando de un juego con una gran variedad de tropas y con una definición muy clara  entre ellas, todos estos factores ayudan a crear un juego que combina muy bien la intensidad y rapidez de los RTS con la reflexión y la cantidad de horas que exigen títulos como Rome: Total War.

La versión jugada para este avance es una versión temprana (la misma que podéis encontrar en la sección de demos de Meristation), por lo que en teoría anda muy limitada en cuanto a las posibilidades que tendrá el juego final. Pero sería muy importante que Slitherine se replanteara el numero de misiones en modo campaña, porque la verdad es que sin una historia interesante ni nada que de un poco de cohesión al juego, será complicado justificar el estar tanto tiempo con una batalla tras otra, sin nada de por medio.

Técnicamente el juego tiene que mejorar un poco, pero lo visto hasta ahora no está nada mal. El número de unidades que aparece en batalla y su nivel de detalle están a un nivel adecuado. Hay diferentes efectos climáticos y unos escenarios muy variados, que no sólo contempla diferentes alturas sino también diferentes tipos de terrenos que pueden afectar al movimiento de los ejércitos o a su visibilidad (se contempla la posibilidad de combatir de noche, por ejemplo).

En cuanto al modo online, que en teoría será un importante aliciente para este juego, está nulamente desarrollado y no s han dado muchas pistas sobre qué es lo que lo hará tan especial. Hasta ahora se ha comentado que podrás combatir contra otro jugador a través de online y que habrá una especie de ranking general, lo que resulta poco impresionante. También hay un editor en el que podrás crear escenarios para retar a otros jugadores, lo que no está mal, pero tampoco va a revolucionar nada.

En definitiva, Legion Arena parece una propuesta interesante especialmente para los amantes de los RTS con ganas de probar algo más sesudo, sin que por ello se tengan que meter en títulos demasiado complejos. Con todo lo visto, tiene potencial para ser un buen juego de estrategia, aunque el estudio británico tiene un gran trabajo por delante para rematar esta prima opera para que consiga alcanzar todo su potencial.