El primer juego de gestión futbolística tenía que nacer de manos británicas y así fue. Football Manager inició un género en el que el jugador debe tomar el control de un club, manejar parte de su economía, gestionar a sus hombres para conseguir llegar a lo más alto de la competición.

Controla a una araña de diferente tamaño y viaja a través de un psicodélico tablero, esquivando y acabando con los enemigos que salen por delante. La mecánica recuerda inmediatamente a Tempest, aunque la dificultad es todavía mucho más elevada.

Un clon del clásico Pac-Man, con la novedad de ser en primera persona, avanzando a través del laberinto desde el punto de vista del personaje, explorando los pasillos y evitando los fantasmas que te persiguen.