En blanco y negro

Lamentablemente para los que jugamos en PC, en los últimos años estamos viendo como nuestras posibilidades se ven reducidas en algunos casos. No contar en nuestra plataforma favorita con algunos de los títulos más significativos de los últimos tiempos, a pesar de que seamos capaces de ejecutarlos en consolas, no es plato de gusto. Cuando todos pensábamos que L.A. Noire sería una muesca más en nuestro personal muro de las omisiones, la noticia de su lanzamiento para PC nos devuelve cierta confianza.

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Y aunque ha pasado más de medio año desde que la historia de Cole Phelps irrumpiese en Xbox360 y PlayStation 3, por fin ha llegado la hora de disfrutar de L.A. Noire en PC. Los usuarios de compatibles recibimos una edición del juego que se aleja de los habituales 'ports' que tanto tememos, en los que muchas compañías se limitan prácticamente a copiar la versión para consolas sin tener en cuenta las peculiaridades del manejo en un ordenador. Tenemos que adelantar que, gracias al buen trabajo de Team Bondi y Rockstar, este no es el caso de L.A. Noire. Sus responsables se han esforzado en que la experiencia frente al PC sea única, aprovechando todos los recursos disponibles en dicha plataforma: desde la capacidad de las tarjetas gráficas hasta el uso de los periféricos disponibles.

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No es que estemos hablando de un cambio para mejor... en algunos aspectos podemos ir un paso más allá. En el mismo momento en el que iniciamos el juego dá la sensación de que L.A. Noire haya sido diseñado para PC desde su misma concepción. Es posible que los aquellos que hayan podido disfrutar del juego en su fecha de lanzamiento original, hace ya 6 meses, no tengan la misma capacidad para sorprenderse del resultado. Si un usuario que se hubiera mantenido en un entorno aséptico, sin contacto alguno con el juego de Rockstar Games, fuera puesto por vez primera frente a las tres versiones del producto, es sencillo pensar que su total atención se dirigiría hacia la correspondiente a ordenadores. El salto cualitativo es evidente, y un juego con una carga visual tan remarcada lo aprovecha a la perfección.

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Hay varias razones para afirmar que el gran beneficiado del salto a PC es el aspecto visual. Las texturas se presentan ahora con mucho más detalle y los efectos de luminosidad lucen, valga la redundancia, espectaculares. Todo ello favorece enormemente el resultado final, tanto para el entorno como para los personajes. Son estos últimos, grandes protagonistas de la historia por pequeño que sea su papel, los que ganan más atractivo. Sus rasgos están ahora más definidos, sus gestos parecen aún más reales... No es complicado que, en cualquier cinemática, parte de nuestra atención se distraiga hacia un secundario que simplemente está de paso por la escena simplemente por lo bien detallado que se muestra. El nivel de la sensación de inmersión es todavía mayor que el correspondiente a su alternativa para consolas.

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Pero este logro conlleva un coste asociado, no es una mejora que se consiga simplemente por el hecho de instalar el juego en un PC. L.A. Noire aprovecha casi al máximo la capacidad de las tarjetas gráficas más modernas, que no necesariamente las más punteras. Team Bondi ha trabajo en ese sentido, y hasta se ha logrado que el juego sea compatible con la tecnología 3D de Nvidia, dando lugar a una experiencia de juego superior. A pesar de que en un equipo de última generación, o que al menos sea lo suficientemente moderno, no nos encontraremos ni rastro de ralentización en ningún momento, compatibles inferiores pueden empezar a notar defectos en su rendimiento. Como en cualquier juego para PC con una calidad gráfica tan abultada, será necesario ir reduciendo el nivel de los distintos aspectos visuales hasta dar con un equilibrio justo.

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Porque mientras que el manejo del movimiento o la acción sale perdiendo, el control durante las escenas de investigación es, sencillamente, magistral. Examinar pistas utilizando el ratón es tan parecido a estar dirigiendo el brazo de Cole Phelps, que nos extrañará que el personaje no se rasque la cabeza a la vez que lo hacemos nosotros. La sensación de inmersión llega a su máximo exponente mientras recorremos nuestra libreta con el lápiz, examinamos los registros de un libro o analizamos un cuerpo en la escena del crimen. El simple hecho de examinar un arma en busca de pistas es tan real que, podríamos mirar nuestra mano derecha y ver el ratón convertido en una Smith & Wesson y no nos asustaríamos lo más mínimo. Aquí encontraremos cierta familiaridad con Fahrenheit, a pesar de las evidentes diferencias.

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Un aspecto negativo al hecho de no contar con mando de consola: la vibración a la hora de acercarnos a una pista. Este efecto tan útil desaparece completamente en el PC por razones evidentes, y en su lugar se sustituye por distintos efectos en la banda sonora que para los oídos más indisciplinados pueden pasar inadvertidos. Si tenemos que buscar una contrapartida positiva a dicho efecto, sería la de obligarnos a prestar atención con todos nuestros sentidos, lo que favorece en cierta medida la sensación de inmersión que se logra con la suma de gráficos, efectos sonoros y control del ratón para examinar pistas. Por supuesto, que nadie piense que por carecer de vibración vamos a saltarnos todas las pistas que nos dejen en la escena del crimen. Simplemente tendremos que poner un poco más de atención, eso es todo.

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En lo que sí que se beneficiarán los usuarios de PC, y de esto no cabe la menor duda, es de contar con el juego completo y todos sus contenidos descargables por el mismo precio. Es evidente que, para alguien que haya disfrutado ya de la ver- Ciertos aspectos del control, respecto a consolas.sión para consola, este hecho no va a concederle una segunda oportunidad al juego. Pero para los que se incorporen por primer vez a la historia de Cole Phelps, puede suponer un jugoso aliciente que le permita decantarse por una versión o por otra. Por supuesto, el acceso a futuros contenidos descargables está garantizado para los usuarios de todas las plataformas, así que en ese sentido nadie va a tener mayores beneficios. De hecho, los jugadores de PC podrían esperar que a partir de ahora y de continuarse las publicaciones, lo hagan a un ritmo más parejo en lugar de llevar meses de retraso.

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Como conclusión, L.A. Noire aprovecha prácticamente todos los recursos de nuestro PC a las mil maravillas y, salvo en contadas ocasiones todas ellas relacionadas con el manejo, no tendremos la percepción de hallarnos ante una adaptación de un título para consolas. La esencia del juego se mantiene e incluso se incrementa y, si tenemos en cuenta de que hablamos del principal atractivo de la obra de Team Bondi, estamos diciendo mucho y muy bueno sobre la nueva edición. Lamentablemente, los beneficios de la nueva edición solamente los notarán aquellos que cuenten con equipos de cierta calidad, pero los defectos serán sufridos por todos indistintamente de lo invertido en su PC. Aún así, L.A. Noire es una parada obligatoria para cualquier jugador que se precie, en cualquier plataforma.