Knock Out Kings
Un juego de boxeo con la calidad típica de los juegos de EA Sports.
Hacía tiempo que no veíamos un juego de boxeo. Que yo recuerde, el último al que jugué fue el 4D Sports: Boxing, con gráficos poligonales de los que tiraban en un 286. Los aficionados al cuadrilátero están de enhorabuena, porque EA Sports nos trae este Reyes del K.O. para completar su serie de deportes formada por NBA, FIFA, Nascar, John Madden Football, NHL, PGA y Triple Play Baseball.
Como es norma en esta compañía, no han reparado en gastos y han cogido a Sugar Ray Leonard (medalla de oro olímpica en 1976), Oscar de la Hoya (campeón del peso Welter de la WBC) y Shane Mosley y capturaron sus movimientos por la conocida técnica de "motion capture" ya usada con Mitch Richmond en NBA Live 98 y con Ginola en FIFA 98. Estos movimientos se digitalizaron para que sus contrapartidas poligonales cobrasen vida y dispusiesen de cientos de golpes diferentes y característicos de cada luchador.
EA Sports también ha contado con los nombres de Muhammad Ali, Evander Holyfield, Pernell Whitaker, Rocky Marciano, Joe Louis, Jake LaMotta, Jack Dempsey y otros muchos. Efectivamente, como habéis leído podremos enfrentar a boxeadores de diferentes épocas y con diferentes estilos, mientras intentamos conseguir el título mundial en la categoría de los pesados, medios o ligeros. Así se podrá acabar con el clásico debate sobre qué boxeador de la historia ha sido el mejor (recuerdo una escena de El Príncipe de Zamunda sobre esto). Como siempre en los juegos de EA, cada boxeador tendrá unos parámetros como estilo, fuerza, peso, altura, velocidad, alcance, resistencia, experiencia y comportamiento en el ring.
Al entrar el boxeador correspondiente en el cuadrilátero, llevará una música de acompañamiento correspondiente a su época y a su personalidad, con swing, big band, hip-hop o rock. Además, se han digitalizado las voces de un famoso árbitro y de comentaristas americanos que narrarán el combate paso a paso mientras el griterío del público está grabado en el Madison Square Garden. Como veis, más realismo no se puede pedir.
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