Mmm, un enemigo... rico, rico.

Cuando uno sólo no puede contra el mal... ¿que mejor que pedir ayuda? El mundo de la bola rosa de Nintendo, Kirby, ha vuelto a ser puesto en peligro, pero esta vez cuenta con algo más que su habilidad: la de otros tres compañeros.

No se puede decir que el paso de Kirby por las consolas haya pasado, ni muchísimo menos, desapercibido. Ha conseguido probar muchos de los modos que se han ido puesto de moda a medida que han pasado los años, más de diez desde que fue creado.

Ha explorado pinball's, juegos de golf, minijuegos... y por supuesto el género que le ha hecho famoso y en el que se inició; las plataformas. Era de esperar que tras el éxito de la primera versión que vio la luz en GBA, Kirby's Nightmare in Dreamland, Nintendo, junto a HAL Laboratory decidiese crear una 'secuela'.

Decimos secuela con comillas, porque en lo que se refiere a la línea argumental de la saga no tiene nada que ver con Kirby's DreamLand 3, que pese a que nunca llegó a aparecer por nuestras tierras, ya demostraba con creces lo que la mascota rosa podía dar de sí en una consola con más potencial que una portátil.

Con el transcurso del tiempo las cosas han cambiado mucho, como bien demuestra esta última aventura en GBA, otra portátil de la gran N que ha demostrado saber codearse con las grandes sin titubear. Esta vez, y pese a que hace poco pudimos ver a Kirby montado sobre una estrella en Game Cube, se han propuesto dar aire fresco a la serie.

¿El resultado? Una aventura de lo más curiosa, más compleja de lo que habitualmente estamos acostumbrados con este personaje, así como también larga. Sin embargo mantiene su diversión habitual, la estética del juego viene siendo la misma a la que estábamos acostumbrados... excepto por un pequeño detalle: ahora no hay un Kirby, hay cuatro.

Historia

Mientras el Rey DeDeDe planea algún maléfico plan, otros enemigos intentan privar a país de los sueños de su paz y tranquilidad. Un místico caballero que carece de cualquier tipo de color, para que quede claro lo malo que es, ha roto el espejo mágico de DreamLand.

Como siempre, los habitantes de esta ciudad le piden ayuda a Kirby, y este va al rescate de todos los pequeños trozos que han sido esparcidos por el mundo (y más allá, como se nos indica en alguna que otra fase).

A diferencia de anteriores entregas, en las que o no había historia, o ésta se nos narraba por medio de imágenes estáticas, en Kirby and The Amazing Mirror (KAM a partir de ahora) ésta llega hasta nosotros por medio del mismo engine que mueve el juego.

 g r á f i c o s

Más coloristas, más variados, más detalles... y más ralentizaciones. Estamos de acuerdo en que ciertos juegos han empleado el potencial de la consola hasta límites insospechables. KAM podría ser fácilmente uno de ellos, no tanto por innovación, pues lo que veremos no será nada nuevo, sino por el increíble contorno que poseen todos los elementos de cada nueva fase que juguemos.

Los escenarios que jugaremos son variadísimos. Desde un bosque, hasta un mundo helado, pasando por una montaña de lava hasta llegar a una galaxia, con la Luna de fondo decorativo. Todos decorados de manera asombrosa, y dotados de un colorido que ya quisieran para sí algunos que otros dibujos animados. Tan sólo os podemos remitir a las imágenes, que ya hablan por sí solas.

Podríamos decir que estos fondos, superiores en evidencia a los de KNiD, rozan el cielo de la calidad de GBA. Cielo también tocado por juegos como Metroid Zero Mission o FZero, por diversas razones. Algunos por cuestión de velocidad, otros por el efecto de partículas, bordeado y sombreado de personajes...

El caso es que nada se les ha olvidado a Flagship, el grupo creador encargado para esta aventura. Nos referimos a los personajes, especialmente al de los enemigos de final de fase. Encontramos a un Kirby que está recreado de forma nunca antes vista, muy superior a lo que pudimos probar en Kirby's Dreamland 3 para SNES. Después de esto, todo es calidad suprema e imaginación desbordante.

Los enemigos son más variados aún si cabe que en anteriores versiones. Nos encontraremos con viejos conocidos, y con nuevas creaciones cuyos nombres no os vamos a decir, pues se han elaborado por primera vez para este juego y sin haber jugado con él a poco os sonarán. Desde el típico árbol gigante al que le tendremos que dar leña, a un curioso regalo que toma vida propia y que escupe otros regalos. Todos ellos gozan de expresiones propias, movimientos que nos hartarán durante las peleas y, por supuesto, de ataques concretos.

Esto se puede ampliar a los enemigos comunes de a pié que veremos durante todas las fases, que, por cierto, nos cansaremos de recorrer una y otra vez. Cuando pulsemos el botón A para absorber sus habilidades y adquiramos sus poderes, el juego dará un giro de 180º. Podremos atacar a toda velocidad con una espada tipo Link, pegar puñetazos con el traje de luchador, lanzar flechas como cupido, ser un OVNI, un cocinero... de nuevo os remitimos a las imágenes que os ofrecemos, no tienen desperdicio.

Otro punto fuerte es la posibilidad de ver a más de diez enemigos, sin contar con nuestros cuatro Kirbys (de estar empleándolos a todos) en pantalla. Podremos saltar, disparar, morirnos, perder nuestra habilidad, y volver a recuperarla sin ver una simple ralentización.

De aquí en adelante es cuando comienzan los problemas, el principal de KAM. Cuando estén los cuatro protagonistas en pantalla y empiecen a surgir nuevos enemigos la partida se ve claramente afectada por un paro bastante acusado. Curioso, por así decirlo, es que esto sólo suceda cuando los enemigos entren o salgan de la pequeña pantalla de GBA, pues mientras están dentro no encontraremos mayor problema para movernos con total facilidad.

Sin embargo, con los enemigos de final de fase también tendremos que lidiar con las malditas ralentizaciones. Esto lo comprendemos un poco mejor, pues a fin de cuentas son cuatro personajes luchando ante una bola de fuego que ocupa media pantalla, un árbol que corre por la misma banda... y así un largo etcétera.

¿Es que GBA ha tocado techo? Nosotros creemos que esto se debe a un fallo de programación, quizás por querer dotar de mucha velocidad a los personajes cuando dentro de las batallas se nota la falta de potencia de la consola. En todo caso, sólo ocurre en contadas ocasiones. Molesto es, de cierto os decimos que puede llegar a desesperar en alguna que otra ocasión, pero en ningún momento interrumpe el transcurso del juego.

 s o n i d o

Pese a que durante toda la saga nos han tenido acostumbrados a unas melodías bastante repetitivas, especialmente en las versiones de la antigua Game Boy en blanco y negro, estas han ido evolucionando a lo largo del tiempo ofreciéndonos cada vez más variedad y calidad.

Ya desde Kirby's Nightmare in Dreamland se apreciaba bastante el cambio con respecto a la versión original para GB, aunque claro está, aquel se trataba de un remake en toda regla, y básicamente se limitaron a crear nuevas melodías, similares a las del título base, pero con nuevos ritmos.

En KAM nos encontramos una vez más ante esas melodías utilizadas en KNiD, junto a alguna que otra novedad, que pese a apreciarse no ofrece nada destacable al apartado. Tonos divertidos, alegres, y que van acorde con el título y con el género que trata. Mención especial para el típico baile que realizan los protagonistas, ya parte indispensable de cada nueva aventura de Kirby.

Los efectos especiales están a la altura de las melodías. Se han empleado los mismos que se usaron en su momento para la primera parte, aunque suavizando los tonos, eliminando interferencias en las explosiones más fuertes, y ampliando la gamma gracias a los nuevos efectos que tendremos a nuestra disposición.

 j u g a b i l i d a d

KAM no es un título excesivamente complejo de dominar, nunca ha sido una saga que presentase especiales complicaciones en este apartado. Sin embargo, y gracias al cambio que se ha efectuado en el estilo de juego, comprender exactamente qué tenemos que hacer en cada fase puede llegar a ser un tanto complejo.

Empezaremos, como siempre, en una pequeña pantalla en la que podremos elegir en qué mundo querremos comenzar a buscar los pequeños espejos que se han esparcido. Pero, como ya os hablábamos antes, a la hora de comenzar dichos mundos encontraremos una pequeña gran diferencia. No llegaremos al final de cada fase, sino que tendremos que ir avanzando a lo largo del escenario buscando puertas que nos conduzcan a distintas salas, que en efectos siguen siendo los niveles de toda la vida, pero estructurados de tal forma que el uso de un mapa se convierte en indispensable.

Es decir, que las fases no contienen un final estricto, sino que con los espejos podremos ir saltando de un mundo a otro, sin notar grandes diferencias, pues ya dentro de cada nivel encontraremos escenarios parcialmente distintos entre sí, lo cual dificulta notablemente entender en qué fase nos encontramos.

La mayor contra del sistema que os acabamos de comentar radica en lo complejo que se convierte el juego a medida que vamos acabando los mundos. Es cierto que con el mapa que podremos obtener tendremos a nuestra disposición un completo esquema por el que no será nada complejo guiarnos. El problema radica en lo complicado que se vuelve conseguir acceso a determinadas puertas.

Dispondremos de 24 distintos trajes que ponernos, cada uno representado de manera característica y bastante peculiar. Divertidos, sí, pero que también nos complican la vida cuando nos enteramos de que alguno que otro es necesario para entrar en según qué zona. Por ejemplo, unos bloques serán irrompibles a menos que obtengamos el traje de misil o de llama disparada. Todos graciosos, dignos de elogio a nivel técnico, pero quizás demasiado confusos para dotar al juego de la velocidad a la que lo podemos disfrutar cuando estos impedimentos no salen en pantalla.

Los amigos de Kirby

Además de dar saltos y de absorber enemigos nos encontramos también ante el nuevo sistema 'pluri-Kirby', por el cual, en vez de luchar nosotros solos ante todos los enemigos podremos ser hasta cuatro personajes.

No tenemos un tutorial que nos enseñe a usar esta modalidad, pero lo cierto es que tampoco hace gran falta. Apretando el botón R podremos llamar a nuestros tres compañeros. Estos nos siguen a todas partes, y en más de una ocasión serán necesarios para acceder a ciertas zonas claves dentro de los mapas.

Útiles, sí, pero no lo suficientemente inteligentes como para poder acompañarnos en toda la aventura. Por ejemplo: si saltamos desde dos plataformas, la mayoría de las veces nuestros 'compis' se caerán al suelo y nos dejarán de acompañar. Para volverles a llamar hemos de usar una raya de batería de nuestro móvil. Al menos cada uno es independiente del otro, por lo que si uno muere aún nos quedarán dos más.

Este sistema no alberga la posibilidad de alternarnos entre los cuatro. Es decir, Kirby rosa seguirá siendo el líder indiscutible, los demás nos apoyarán, pero poco más. Lo cierto es que de esta forma se consigue que el juego no se haga demasiado sencillo, pero acaba convirtiendo la cooperación en algo casi reservado para los enemigos finales.

Tendremos también la posibilidad de controlar a los cuatro por medio de un cable link. De esta forma no es aconsejable jugar, al menos no con todo el grupo al completo, sino tan sólo con dos personajes controlables y los demás de mano de la propia máquina. La razón no es otra que la facilidad con la que podremos acabar cada nivel.

Y por último otra posibilidad del juego; los minijuegos (valga la redundancia). Nada más comenzar encontraremos tres bastante divertidos, cortos, sin demasiada complejidad. Podremos jugar con ellos contra nuestros amigos por medio del modo link. Además de estos, también encontraremos unos divertidos premios que podremos ir adquiriendo a lo largo de las fases, como las antiguas melodías de los primeros Kirby's, artwork del juego, etc.

Dificultad y duración

La duración del juego se queda en 6 horas aproximadas, con posibilidad de que se vean ampliadas gracias a los minijuegos que nos ofrece. Si jugamos con otros amigos podremos acabar el título fácilmente en poco más de cuatro horas, por lo que no es aconsejable si la historia nos atrae especialmente. Una vez terminado, no nos deja demasiados motivos por los que rejugarlo.

 c o n c l u s i ó n

Dar un veredicto sobre este título no es lo complicado en nuestra situación. Es un buen juego, divertido, medianamente largo y lo con una dificultad lo suficientemente ajustada como para mantenernos pegados a la pantalla bastante tiempo.

Pero el nuevo sistema de laberintos de espejos es bastante complicado de comprender al comienzo de nuestra aventura, al menos para los menos experimentados. Apartando esto, y teniendo en cuenta sus impecables gráficos, sonido y jugabilidad, lo menos que podíamos hacer es mantener la única mascota de Nintendo que se asoma en verano por nuestra portátil al mismo nivel que el puercoespín de Sega.

HAL Laboratory y Nintendo han conseguido ofrecernos un juego divertido y endiabladamente alegre, sin zonas oscuras, sin fallos que lo priven de diversión... calidad en estado puro y duro. Junto a Sonic Advance 3, FZero y Donkey Kong 2, una variedad más que jugosa para disfrutar el verano.

Al igual que los tres que os acabamos de citar, completamente recomendable.

 l o  p e o r