King's Bounty: The Legend
- PlataformaPC7.5
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorKatauri Interactive
- Lanzamiento23/10/2008
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- Editor1C Company
Digno de un rey
Para ser un héroe de corte clásico, hay que vivir aventuras, salvar hermosas damiselas y aniquilar fieros dragones. ¿Imposible de llevar a cabo, hoy día? Después de jugar a King's Bounty: The Legend no pensarás lo mismo...
En el sector del videojuego, cada vez es más difícil superarse. Aportar ideas originales o conceptos innovadores es una dura tarea, y el riesgo es muy alto. Lo mismo consigues revolucionar el género que hacerte con miles de detractores... No es de extrañar que las empresas busquen argumentos en el baúl de los recuerdos, con la sana intención de revitalizar títulos que muchos recuerdan con añoranza. Podéis llamarlo como queráis, pero en el mundo del cine han decido ponerle por sobrenombre 'remake'.
Un efecto aún más curioso es el de proyectos que inicialmente parecen aislarse de esta vertiente de adquisición de ingenio, para dar un último giro y presentarse como máximos exponentes de la misma. Hoy os presentamos King's Bounty: The Legend, basado en su homónimo sin leyenda que poblara nuestros discos duros y consolas en los años 90. Claro que, en esta ocasión, el concepto de 'remake' queda un poco corto, ya que los responsables de 1C Company han decido mejorar gratamente el original.
Ambientado en un mundo de fantasía, King's Bounty es un juego de rol y estrategia donde la idea es ponernos en la piel de un buscador de tesoros, pero no de uno cualquiera. Ser un buscador real, es decir, al servicio de la corona, es un honor al que sólo acceden unos pocos elegidos. Para ello es necesario pasar un examen final, que hará las veces de tutorial del juego, aunque podemos saltarnos a la torera esto de las pruebas... al fin y al cabo, ser el mayor héroe que Endoria haya conocido es nuestro destino.
Lo primero será elegir qué tipo de personaje queremos controlar. El mago es un seguidor de la hechicería, y considera que los encantamientos son más poderosos que los ejércitos numerosos o la fuerza bruta. Por otro lado, el guerrero es un astuto comandante, que puede dirigir a docenas de tropas al combate. En última instancia encontramos al término medio entre ambos conceptos, el paladín, quien bajo la promesa de derrotar al mal allá donde more, busca el equilibrio entre el poder magia y la fuerza de sus vasallos.
Estos héroes y comandantes poseen ciertos atributos, que los hacen poseedores de un poderío mayor que el de los mortales comunes. El liderazgo sirve para establecer la cantidad de seguidores que podemos tener, mientras que el maná se usa en el lanzamiento de hechizos. Ataque, defensa o intelecto, son bonificaciones que se añaden a nuestras tropas, ya sea en labores ofensivas, defensivas o mágicas, respectivamente. El más interesante es la furia, que sirve para convocar poderosos espíritus en nuestro beneficio.
Para ayudarnos en nuestra empresa, contaremos con varias ayudas. La primera de ellas, y absolutamente necesaria, son las tropas. Podemos contar con hasta cinco unidades, ya sean del mismo o de diferentes tipos. Sin ellas, no podremos entrar en combate, ya que nuestro personaje no quiere involucrarse en esas cosas directamente, y nuestro destino estará sellado. El ejemplo más famoso de este estilo de juego, es la saga Heroes of Might & Magic, aunque se había basado a su vez en el primer King's Bounty...
Las unidades a nuestro mando pueden ser de varias clases. Hay caballeros, espadachines, campesinos, goblins, diablos, vampiros... hasta 90 tipos diferentes, divididos en Humanos, Elfos, Enanos, No-Muertos, Demonios y Ogros, tal y como mandan los cánones en la fantasía heroica. Aparte, existen otras tantas criaturas que se consideran neutrales, y no pueden englobarse en ninguna de estas razas, como los bárbaros, piratas, grifos o dragones. Eso sí, no todos están deseosos de luchar de nuestro lado.
La cantidad máxima de estas unidades a nuestro servicio, viene dada por tres aspectos limitadores. El primero, como decíamos antes, nunca tendremos más de 5 divisiones a nuestro servicio. El segundo es el liderazgo, que debe ser mayor que el del total de las tropas. Por último, el oro, ya que sin este preciado material, nos será imposible contratar los servicios de nuevas unidades... aunque hay otras maneras de encontrar seguidores durante nuestros viajes por el mundo de Endoria.
Otra de las ayudas en nuestra aventura será la magia, y esta puede aparecerse de varias maneras. Existen más de 60 hechizos, divididos en 3 escuelas de hechicería: orden, distorsión y caos. Para poder utilizar un encantamiento, es necesario que lo hayamos aprendido o que poseamos un pergamino con las instrucciones s precisas para llevarlo a cabo. La diferencia entre los dos métodos radica en que la segunda es temporal, ya que el papel con el hechizo se volatilizará una vez usado, mientras que la primera gastará maná.
Zerock, furia de la piedra, es un magnífico aniquilador de magos que solamente se pondrá a nuestro servicio si antes acabamos con una tropa de los mismos. Sleem, furia del pantano, simplemente nos pedirá que lo alimentemos con venenosas alimañas. La furia del hielo, Lina, querrá recargar sus dispositivos tecno-mágicos, ya que proviene de un mundo diferente al nuestro. Por último, está la furia de la muerte, de original nombre Muerte, y cuyo deseo es encontrar un símbolo extraviado siglos atrás.
Con los conceptos claros, las hazañas son cuestión de tiempo. Lo primero será cumplir objetivos y buscar nuevas aventuras, para lo cual será necesario viajar por estas fantásticas tierras. El movimiento, a diferencia de en Heroes of Might & Magic, se hace en tiempo real, y no por turnos. Nuestra representación en el mundo será nuestro personaje montado a lomos de su corcel, y con el ratón lo iremos dirigiendo por el camino que consideremos correcto... aunque todavía nos aguardan unas cuantas sorpresas más.
Algunas son buenas, ya que a lo largo del terreno encontraremos objetos, cristales de maná o de poder, estandartes que aumentarán nuestro liderazgo o incluso tropas deseosas de unirse a nuestras filas. En estos casos simplemente hay que acercarse y recoger la representación del objeto o hacer clic sobre la unidad. Claro que eso solamente ocurrirá en el mejor de los casos, ya que la mayoría de las veces nos encontraremos con que nuestro botín cuenta con un fiero protector, poco dispuesto a compartirlo.
Antes de pasar a los enemigos, diremos que también es posible hallar diferentes construcciones, dentro de las cuales encontraremos personajes de lo más diverso que pueden encargarnos nuevas misiones, o comerciantes de objetos y hasta vendedores de tropas. El castillo de nuestro rey y señor cuenta como uno de estos edificios, a todos los efectos, y dentro podemos tanto hablar con su majestad como proveernos de pergaminos, artefactos o unidades para reponer las bajas que hayamos tenido en el combate.
Se pasará a un sistema de turnos, dentro de los cuales cada tropa actuará en su momento de iniciativa. Cuando le toque a alguno de los nuestros, tendremos varias opciones. La primera, y más básica, es movernos una serie de hexágonos, tantos como puntos de acción tenga la unidad. Otra posibilidad es atacar, ya sea cuerpo a cuerpo, si el enemigo está adyacente a nosotros, o a distancia, con magia o armas de proyectil, claro que la efectividad depende mucho de la distancia al objetivo.
Si contamos con hechizos, aunque sea en pergamino, también puede ser un buen momento para usarlos. Algunos son útiles sin los lanzamos para beneficiar a nuestras tropas con mayor velocidad o mejor precisión, mientras que otros sirven para entorpecer al enemigo o incluso dañarlo. Sólo existe una limitación, y es la de realizar un conjuro por turno. Bueno, y la de poseer el suficiente maná como para finalizar el proceso de hechicería, pero esta se supone bastante lógica a estas alturas.
La realidad es que cada unidad no se compone de un número fijo de individuos, si no que al igual que en Heroes of Might & Magic, esta cantidad es variable. Debido a ello, el efecto de los ataques se resuelve según el número de efectivos que posee la unidad, frente a la del enemigo. Por ello, una unidad muy poderosa pero con pocos componentes, puede sufrir estragos si una extremadamente numerosa ataca, aunque esta esté formada por los tipos más torpes de toda Endoria. De ahí lo de la unión hace la fuerza.
Así, en un ir y venir de batallas con diferentes enemigos, progresaremos en la línea argumental. En este sentido nos encontraremos con oponentes de niveles variables, siendo la dificultad de los más bajos muy simple, y la de los enemigos un poco mayores bastante descompensada. Este es un punto a tener en cuenta, que suele provocar que el usuario termine buscando siempre los enemigos más débiles, por temor a que los encuentros con los poderosos no compensen el esfuerzo ni las pérdidas.
Vamos a resolver otra duda pendiente. ¿Alguien se recuerda que nuestro título era el de buscador de tesoros de la corona? Bien, este cargo no es simplemente nominativo, ya que una de las opciones disponibles en el mapa es la de cavar en busca de algún botín escondido. Claro que, dado lo amplio de este mundo... ¿dónde debemos excavar? En esta ocasión, la X no marcará el lugar, aunque sí que observaremos algún tipo de efecto luminoso cuando nos acerquemos a la ubicación de un tesoro.
Se puede asegurar que la mecánica del juego es sumamente sencilla. A pesar de su apartado rolero, no contiene demasiadas opciones en ese sentido, más allá de la obtención de objetos o subidas de nivel. El desenlace de los combates es igualmente asequible, tanto para jugadores con altos grados de experiencia como para los más novatos. Sin embargo, esta sencillez no implica que lograr los objetivos, o vencer a los enemigos, sea un proceso trivial, ya que en ocasiones exige lo máximo de nuestro saber estratégico.
Los viajes de nuestro héroe nos llevarán a varios lugares, y nada más introducirnos en una nueva zona, sabremos que ya no estamos en casa. Tanto los enemigos, como los elementos del escenario, varían en consecuencia del lugar donde nos encontremos, haciendo de la exploración un apartado clave en King's Bounty: The Legend. Es de agradecer que el protagonista viaje a lomos de un caballo, pero es perfectamente posible adquirir un bote para nuestros viajes marinos... o incluso una balsa para el pantano.
Mirando el apartado gráfico, el de King's Bounty es un claro ejemplo de pulcritud. Entornos bien definidos, así como unos modelos de personajes o representaciones de objetos claras e inconfundibles. Lo más destacable en este aspecto es lo colorido de todos y cada uno de los elementos, y como dicho colorido cambia a otras tonalidades en cuanto nos introducimos en cuevas o cambiamos a zonas más tenebrosas. Las animaciones en el mapa son correctas, y todos los elementos que aparecen tienen alguna.
Ese dinamismo, que termina por impregnar todo el juego, se hace también presente en las batallas. No se cambia para nada la parte visual del título, y se hace uso de los mismos modelos que se verían en el mapa, aunque ahora la cantidad de movimientos es mucho mayor, para hacer frente a los distintos comportamientos dentro del combate. Eso sí, no puede evitarse que las unidades que no se están moviendo en un momento dado, puedan permanecer algunos segundos tan quietas como estatuas, antes de hacer algún gesto.
Sin llegar a un nivel tan bueno, el sonido cumple su cometido. Si bien las cinemáticas y algunos de los eventos principales están dotados de voz, perfectamente doblada a nuestro idioma, se podría haber dotado de habla a las tropas, al menos a las de aspecto humanoide. Aún así, el hilo musical no entorpece el desarrollo del juego, ni termina por llevar al usuario a un intento por jugar en silencio, prefiriendo la calma al horror sonoro. Nada especialmente destacable en este aspecto, para bien ni para mal.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.