Cuando la luz no quiso morir

La tercera incursión de la saga Kingdom Under Fire se atreve con un completo cambio de estilo. En sus inicios, se trataba de unos muy interesantes títulos de estrategia y acción. Nuestro deber antes de los combates era prepararlo todo bien y dejar listas las tácticas con el fin de asegurarnos la victoria. Sin embargo, Blueside ha optado por eliminar todo elemento estratégico y centrarse en las grandes masacres.

Circle of Doom es un RPG de acción muy directo, capaz de presentar potentes enfrentamientos masivos, bastante espectaculares. Así es, la saga se ha adentrado en el género de los Dynasty Warriors o N3, y lo cierto es que lo hace con bastante acierto. A pesar de que presenta ciertos errores que evitan que el título pueda aspirar a más, consigue no obstante ser divertido y contiene algunos elementos dignos de elogio.

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En este escenario caótico seguiremos las aventuras de cinco guerreros muy diferentes: Celine, una reina élfica; Kendal, un caballero ecclesiano; Regnier, un guerrero hexeteriano; Leinhat, un príncipe vellodiano; y Duane, un noble ecclesiano. Además, se podrá desbloquear a lo largo de la aventura a Curian, un sexto personaje jugable que aumenta la variedad y longevidad del título.

Todos ellos estarán claramente diferenciados entre sí; no sólo variará su aspecto físico, sino que también se distinguirán en las armas que pueden utilizar, el tipo de armaduras y, lo más importante, en su velocidad. El equilibrio entre potencia y agilidad está muy bien logrado, por lo que resulta muy satisfactorio el cambiar de personaje y notar claramente las diferencias.

Obviamente, también varían las motivaciones, y por ende, las líneas argumentales de cada uno de los personajes. Tendrán distintas secuencias de vídeo, así como diálogos y personajes secundarios, pero pese a la relación con las entregas anteriores, no será necesario disfrutar de estas para poder adentrarse en Circle of Doom. De hecho, y esta es la primera pega que se le puede poner al título, el argumento parece casi secundario, una mera excusa por la cual avanzar por los escenarios.

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Pese a ser escaso, lo cierto es que está ahí y sirve bien como nexo entre las seis regiones diferentes que visitaremos: Bosque del Abrazo, Ciudad de la Desolación, Pasillo de la Arrogancia, Valle de la Soledad, Cueva de la Rabia y Camino del Caos. Cada una de ellas está compuesta por distintas zonas que iremos atravesando, y por supuesto al final de las mismas deberemos acabar con el enemigo final de rigor.

En Circle of Doom nos encontramos con una importante personalización del personaje; cada vez que subamos de nivel, deberemos repartir los puntos de experiencia entre tres características básicas: puntos de salud, puntos de habilidad y suerte. Desde luego, no presenta la profundidad de los grandes del género, pero sí que nuestras decisiones serán importantes para el devenir de nuestra aventura.

Del mismo modo, deberemos tener muy en cuenta las armas y armaduras que equipemos en cada momento, ya que cada una tiene un nivel diferente y habilidades diversas, por lo que en ocasiones nos será más recomendable, por poner un ejemplo, un arma a distancia con la habilidad de congelar que una katana doble destinada a ataques más cercanos.

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Pero todavía hay más. Una de las características del juego es que, llegados casi al final de cada pantalla, tendremos la posibilidad de dormir. Será entonces cuando entremos en el reino de la Oscuridad y dialoguemos con los personajes secundarios que allí nos encontremos; básicamente, donde más se desarrolla el argumento, siempre y cuando estemos interesados en él, ya que no es del todo necesario seguirlo.

En estos sueños, podremos comenzar el entrenamiento de nuevas habilidades. Se encuentran divididas en tres niveles de complejidad y varían desde cosas tan sencillas como un salto a conjuros tan atractivos como la invisibilidad. Al seleccionar las habilidades en sueños (no podremos hacernos con más de un número limitado) se nos dirán los requisitos de las mismas, basados en acabar con un número determinado de enemigos. Una vez cumplido, aprenderemos la habilidad.

Estas técnicas no son tan variadas como cabría esperar, y son bastante similares entre todos los personajes, con escasas variaciones; no obstante, son un añadido interesante en pos de la personalización de nuestros héroes. Si nos interesa seguir el argumento, en los sueños podremos conseguir además misiones secundarias que nos permitirán avanzar en el mismo.

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En la misma explanada en la que podemos dormir, podremos negociar con los ídolos del Amor, de la Avaricia y de la Muerte. Básicamente, son las tiendas de toda la vida, sólo que variará la que nos encontremos según el momento, y cada una tiene una oferta diferente. Con ellas se podrá disfrutar de uno de los añadidos más atractivos del juego, el de poder mezclar y crear nuestras propias armas y armaduras. Eso sí, esto no será recomendable hasta bien entrados en la aventura, ya que con las de poco nivel sufriremos bastantes fracasos y, por tanto, perderemos objetos.

Hablando en términos generales el sistema de Kingdom Under Fire: Circle of Doom es bastante atractivo. Esta mezcla del clásico beat'em up con elementos de RPG resulta más satisfactoria de lo que a priori podría parecer, aún sin llegar a ser la experiencia definitiva. Aunque cabe destacar que la gracia del juego radica en disfrutar con cuatro jugadores a través de Xbox Live, ya que siendo uno solo resulta bastante más limitado debido a la mayor cantidad de enemigos y la mayor repetición a la hora de pulsar botones una y otra vez.

Como todo juego de este estilo que se precie, Circle of Doom sufre del inevitable problema de resultar repetitivo, pero se mitiga mucho gracias al cooperativo online para hasta cuatro jugadores. De hecho, el juego está pensado para tal fin, como muestra sin ir más lejos el primer enemigo final, con cuatro caras a destruir. Con tres amigos, es rápido y sencillo; jugando solo, un proceso lento, largo y hasta cierto punto tedioso.

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A este nivel hay que destacar también el hecho de que algunos escenarios se generan aleatoriamente. No son todos, ya que en su mayoría son siempre idénticos, pero se observan algunos cambios al volver a jugar algunos niveles que dan algo de variedad a un juego pensado para disfrutar numerosas veces tanto solo como en compañía de otros tres usuarios a través de Xbox Live.

Con esto queremos poner de manifiesto la sencillez general de los escenarios, que cuentan con algunos elementos básicos y a partir de ahí se repiten de forma bastante asidua, variando texturas y paleta de colores. Las animaciones de los personajes están bien, aunque a veces ofrecen algún que otro detalle extraño que da la impresión de habérseles roto el cuello o alguna extremidad.

Por su parte, los enemigos cuentan con una mejor animación, bastante creíble y adaptada a sus características particulares. Los diseños de todos los personajes son bastante satisfactorios, aunque dada la longitud del título, todos los enemigos tienden a repetirse bastante aún dentro de un bestiario bastante amplio que nos lleva desde sencillos hombres-lagarto a fantasmas o grandes espíritus. Consigue mostrar un importante número de enemigos en pantalla sin problemas, aunque justamente por eso resultan sorprendentes las puntuales caídas de la tasa de frames cuando el personaje está solo en la pantalla y avanza por un camino recto.

El apartado sonoro sufre, al igual que los demás aspectos del juego, de cierta repetición. En una zona contaremos básicamente con dos melodías, una para la tranquilidad y otra durante el combate, por lo que cuanto más tiempo pasemos en dicha zona, más repetitivas se harán. El trabajo de doblaje, en español, está bastante bien, aunque hay algunos actores que destacan mucho por encima de otros, quedando estos últimos en evidencia.

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La jugabilidad, en definitiva, es correcta. El título resulta agradable, y su principal intención es que la gente disfrute jugándolo tanto solos como, principalmente, en compañía. Los personajes responden bien a nuestras indicaciones, con alguna desobediencia ocasional, pero en líneas generales correcto. Su principal defecto es el basarse en conceptos algo anticuados y fórmulas muy usadas que, pese a intentar mejorarlas (algo que logra en bastantes aspectos), no termina de distanciarse demasiado de las mismas.

Eso sí, Circle of Doom es un título muy longevo. No sólo por su atractivo cooperativo a través de Xbox Live, que puede suponer infinidad de horas de diversión, sino por la propia longitud de la aventura en sí. Aproximadamente, son unas 8-10 horas cada aventura principal, y son 6 personajes con los que llegar al final. Si además se quiere sacar todos los logros, bastante exigentes, se llega tranquilamente a las 100 horas de juego.

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