Kessen (PlayStation 2)

Los que ya hayan jugado a alguno de los títulos de esta compañía recordarán que su manejo se caracteriza por no ser precisamente intuitivo, por lo menos en una primera aproximación. Sabedora de este hecho, Koei se ha esforzado en crear un interfaz user-friendly, consiguiendo así que el control sea, sino simple, sí más sencillo y directo.

Una buena noticia para todos aquellos que ya creían que nunca más volverían a ponerse delante de un juego diseñado por esta empresa, ya que, aunque sus productos en sí les gustaban, el complicado control les hacía desestimarlos.

La temática escogida en esta ocasión ha sido el Japón medieval. Asumiendo el papel de un señor de la guerra y de su poderoso ejército, deberemos enfrentarnos a otros comandantes enemigos que intentarán acabar con nosotros. Por supuesto, nuestro objetivo será acabar con ellos antes de que ellos hagan lo propio con nosotros :).

Al contrario de lo visto en algunos de los más sobresalientes juegos del género, en este "Kessen" no será posible el controlar a las unidades de forma individual, sino que deberemos realizarlo mediante regimientos en los que están agrupadas las unidades del mismo tipo. Esto, aunque no es del todo novedoso (es el sistema que se ha utilizado para trasladar el universo de "Warhammer" a formato electrónico), sí que obligará a los que no estén acostumbrados a él a replantear sus estrategias.

Por ejemplo, en "Warcraft 2" podíamos realizar incursiones solitarias en terreno enemigo para intentar destruir un punto estratégico, como una herrería o incluso un centro civil. Consiguiéramos o no el objetivo de la misión, las unidades destinadas no eran únicas (salvo contadas excepciones, en el caso de que utilizáramos héroes), pues podíamos fabricar nuevas utilizando los correspondientes edificios. En cambio, en "Kessen" las unidades serán del todo irremplazables, por lo que el buen uso que hagamos de cada una de ellas será crucial para el desenlace de las contiendas.

Es decir, que no podremos permitirnos el lujo de enviar a una muerte segura a nuestros soldados sino queremos pagar las consecuencias posteriormente. Sin duda algo que provocará el deleite de los amantes de la estrategia militar realista.

Asimismo, encontraremos unidades especiales que estarán dotadas de poderosas características que las harán más valiosas, si cabe, que el resto de nuestros efectivos. Entre ellas podemos encontrar a terroríficos generales, capaces de diezmar por si solos a todo un regimiento de infantería, o a los velocísimos regimentos de caballería, que exterminarán sin reparos a cuantas unidades de infantería se les pongan delante.

 Pero en esta ocasión, y como casi siempre, las que se encargarán de marcar las auténticas diferencias serán las armas de larga distancia. Cañones, ballesteros y demás tiradores serán las cartas que, al final, decidirán las partidas con sus aciertos o, en su defecto, con sus errores.

El apartado gráfico es de lo más destacado de este "Kessen". Si la intro, e incluso las escenas intermedias, ofrece una calidad sólo superada por namco y su "Tekken Tag Tournament", el motor gráfico del juego en sí atenta contra los principios de la lógica más elemental. Me explico: un combate en el que participan más de 100 guerreros por bando, cada uno de ellos elaborado con una calidad gráfica apabullante (como si fueran luchadores de un juego de lucha) y animados con una tasa de frames que quita el hipo. Y todo ello generado en tiempo real!! (aclaración para los que no sepan qué significa "generado en tiempo real": un vídeo ya está grabado. Su contenido no puede modificarse.

En cambio, si movemos a un personaje por un escenario, la consola en cuestión tiene que ir calculando los cambios de perspectiva, la interacción con los personajes, etc... en este juego tiene especial mérito, dado que tantísimos personajes participan en la acción simultáneamente y cada uno de ellos tiene una calidad tan alta...). A todos aquellos que se entretienen criticando a la PS2, alegando que su potencia no es suficiente para los tiempos que corren, me gustaría que echaran una partida a este juego. No, no haría falta ni eso. Sólo les pediría que echaran un vistazo a las imágenes que acompañan al texto. Sobran las palabras.

¿Y qué decir de la música? Melodías 100% militares que nos transportarán a una época de guerras y conflictos militares en los que sólo el más fuerte se alzaba con la victoria... simplemente maravillosas. Los efectos de sonido son de cine, con una calidad que deja por los suelos a cualquier otro juego aparecido para cualquier soporte... katanas que cercenan miembros, tonfas que rompen huesos, saetas tan rápidas que rasgan el aire, caballos que con su trotar emulan a los truenos, cañones cuyos proyectiles caen como gotas de agua sobre los atemorizados piqueros... ¿qué queréis que os diga?... un espectáculo digno de una superproducción cinematográfica.

Vistos los primeros títulos de la maravilla de Sony el salto tecnológico iniciado por Sega y su Dreamcast se ha completado. PS2 sí que es capaz de ofrecer una calidad en sus apartados técnicos 100% puntera, situándose por delante de todos los sistemas de hardware existentes actualmente, incluso arcades. Quizá no sea capaz de mostrar más polígonos que nadie o crear texturas de la máxima complejidad posible, pero los juegos que alberga son de otro mundo. Bienvenidos a una nueva dimensión.