Sin novedad en el frente

Realizar el análisis de una expansión no es algo frecuente para un redactor y al mismo tiempo es extraño. Antes de ponerme a escribir nada he estado releyendo el texto de mi compañero Albert y lo cierto es que hay poca cosa que yo pueda añadir al análisis que él hizo de Joint Operations: Typhoon Rising en noviembre del año pasado, más allá de comentaros las novedades incluidas en el disco, pero trataré de hacer un breve resumen.

Joint Operations es un juego de acción en primera persona orientado al 99% a las partidas multijugador en cooperativo a través de red local o de Internet. La posibilidad de encontrar partidas con 150 jugadores simultáneos, y con un código de red bastante bien trabajado, pone de manifiesto el sentido y enfoque que los programadores de Novalogic quisieron transmitir al juego. De hecho, ni tan siquiera existe una campaña single player.

En pocas palabras, Joint Ops es un Counter-Strike, un Battlefield 1942 con el motor gráfico y la ambientación de un Delta Force. Delta Force es el juego estrella de Novalogic y lo cierto es que ha pasado por buenas y por malas épocas; afortunadamente, se basaron en el sistema de Black Hawk Down para Joint Ops y el resultado final, como se aprecia en el análisis de mi compañero y tras unas cuantas partidas, es bastante notable.

Escalation, el nombre que recibe la expansión, recoge el testigo de Typhoon Rising y lo eleva a una escala mayor en todos los sentidos. Ahora hay más armas, más enemigos, más vehículos, más mapas, optimización del motor gráfico, nuevos tipos de munición y alguna que otra opción de juego más. Escalation es probablemente lo que los programadores hubiesen querido que fuera el Joint Operations original pero que, por la razón que sea, no se pudo incluir.

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La premisa es muy sencilla: dos bandos enfrentados entre sí, varias clases de personaje a escoger (francotirador, fusilero, artillero, médico, ingeniero) en un mapa bastante generoso en cuanto a dimensiones y en teoría, repito, en teoría la necesidad de trabajo en equipo como elemento primordial para alzarse con la victoria en las misiones de juego cooperativo. La realidad, desgraciadamente, es que no siempre es así.

Vale la pena recordar que es imprescindible la posesión del juego original para jugar a la expansión, y además se juega con clave independiente uno del otro. Para la mayoría de partidas en red se requiere además la instalación, incluida en los cds del juego, del programa anti-tramposos 'PunkBuster', que si bien no es efectivo al 100% lo cierto es que libera gran parte de la problemática que amenaza la diversión de este tipo de juegos.

Los modelados de las nuevas armas están al mismo nivel que lo estaban las anteriores, si bien el mayor esfuerzo se ha dedicado en el diseño de los tanques y los nuevos helicópteros que ahora podremos pilotar como explicaré más adelante. Todas las posiciones se ajustan bastante bien a la realidad, ya que para su desarrollo Novalogic ha vuelto a contar con el asesoramiento de personal militar especializado.

Más que en el diseño, el punto fuerte está en la sensación que transmiten algunos vehículos, el trabajo de su física. Encuentro un desequilibrio muy grande, por poner un ejemplo, en la sensación de realismo que uno tiene cuando está conduciendo el tanque, con esa visibilidad limitada y una ligera sensación de claustrofobia que produce contrastando con el pilotaje del helicóptero, sobre todo si uno se ha montado alguna vez sobre uno.

Un tanque M1A1 pesa una barbaridad. Pero eso se nota y cuando conducimos a lo loco se refleja en el juego. Ayer, por ejemplo, un jeep enemigo tuvo el valor de cerrarme el paso y tuve que pasar por encima de él. Pero cuando uno lleva el helicóptero que está bajo fuego enemigo la sensación que se tiene es bastante… irreal. No es que haya estado nunca en un black hawk mientras me disparan stingers, pero la ambientación no está igual de bien conseguida.

Sigue sin haber música en el juego, lo cual cada vez es menos de extrañar, y los efectos de sonido siguen en la misma línea. Resaltar que en esta ocasión las voces siguen estando en un perfecto castellano, cosa que para muchos es un pequeño detalle sin importancia pero que en realidad ayudan mucho a la inmersión del jugador en un juego de conflictos bélicos. El sonido del rotor del helicóptero antes de despegar, eso sí, está genial.

Hay varios fundamentos que torpedean la diversión de los usuarios; uno de ellos es el de los tramposos, cosa que mediante la implantación del PunkBuster se ha solucionado en gran medida. No hay nada más frustrante que ametrallar a alguien estando a medio metro y ver que no cae. Otro más delicado es el tema del balance de jugadores y el trabajo en equipo.

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Un porcentaje altísimo de la gente que participa en Joint Operations quiere ser únicamente francotirador, con lo que existe una desigualdad de géneros muy importante. Ahora, por lo menos, se ha aumentado el número de vehículos que pilotar (hay bastantes y variados), con lo que ya no se forman 'colas' para conducir o manejar el cañón de eso o de aquello, situación bastante absurda pero que los usuarios de este tipo de juegos conocen bien.

Aparte de la inclusión del nuevo tanque Abrams y del T-80U rebelde, que requieren un piloto, un artillero y un comandante para llegar a su máxima efectividad (conductor, manejo del cañón principal y de la ametralladora), podemos pilotar dos nuevas unidades de apoyo aéreo: el AH-64A (helicóptero de intervención tipo Apache), que necesita un piloto y un copiloto para el sistema de armamento, y el KA-52, armado hasta los dientes y muy peligroso. Y no olvidemos la moto de cross para dos jugadores, todo un acierto.

Añadidos al equipamiento ya disponible encontramos diversas pistolas y fusiles nuevos, pero cabe destacar un par de ellas; una es el misil portátil antitanque Javelin. Es impresionante ver el vuelo que efectúa antes de precipitarse al objetivo y un impacto directo puede ocasionar severos daños al vehículo enemigo. La mina anticarro, accesible para fusileros, snipers e ingenieros también es una buena solución para el mismo fin.

Como novedad en los mapas cabe decir que se han compactado bastante, si bien siguen manteniendo una extensión de varios kilómetros. Se ha rebajado la cantidad de agua para poder tener más superficie para los vehículos, se han instalado ametralladoras de defensa en las propias bases y se han adoptado medidas para dificultar los disparos de los francotiradores a distancias largas, de modo que 800 metros ya sea una distancia muy considerable para un tirador lejano.

Hay otras características nuevas: ahora podremos lanzarnos desde un helicóptero en paracaídas (pero necesitamos uno nuevo para un posterior lanzamiento) y disparar durante la caída. Eso sí, la precisión se reduce bastante. Excepto el francotirador, todas las demás clases tienen acceso al blindaje corporal, que aumenta considerablemente la capacidad de impactos que podemos recibir en el torso. A pesar de ello, se han añadido 3 tipos de munición (blanda, perforante y blindada) para aumentar el realismo y la variedad de nuestros ataques.

Y básicamente esto es todo lo nuevo que encontramos. Sólo reseñar un pequeño apunte, que es la inclusión de la muerte definitiva (o permanente) en una misión que es una opción seleccionable por el creador de la partida. Si esa opción está activada (casi nunca la he visto) una vez perezcamos tan sólo podremos permanecer como observadores sin ninguna posibilidad de interacción.