Iridion 3D (Nintendo GameBoy)
Por fin han vuelto. La invasión de los matamarcianos es una realidad, e Iridion 3D, es el primero que expone todas sus virtudes al servicio de los usuarios de GBA. Ponte cómodo y prepárate para el hiper espacio...
Con esta pasada generación de consolas, nuestro contacto con el género del matamarcianos se ha ido diluyendo en un mar de simuladores de conducción, lucha, y plataformas en 3D. Tan solo algunas de las desarrolladores más específicas como Treasure o Irem, se han dignado a devolver al shoot 'em up en la posición que se merece, pero algo parece estar cambiando con la llegada de Game Boy Advance...
Mientras que SNES ya gozó de esta índole desde el primer día de puesta a la venta en el continente europeo con R-Type, la sucesora, tuvo que esperar casi medio año para ver como otro de los clásicos hacía el salto cualitativo con la producción originaria de Argonaut, Star Fox. Desde ese momento, salvo Bangai-o, Star Soldier, Knife Edge, o Dezaemon, una rareza que nos permitía crear nuestro propio juego, Nintendo 64 ha sido un erial, al igual que en muchos otros campos.
Sin embargo, Iridion 3D, también cuenta con un pasado no menos turbulento. La idea original de Shin'en era trasladar su propia licencia a Game Boy Color, envolviéndolo en una fantástica perspectiva lateral, y con un nivel visual muy por encima de R-Type DX. El camino de extinción a que corría la plataforma, a la par de lo costoso que resultaba lanzar un cartucho en aquellas condiciones, le condenaron irrefutablemente al olvido.
Por suerte, Majesco tuvo la genial idea de rescatar a aquel prometedor título y revalorizarlo a la alza gracias a las desorbitadas ventas que supuestamente iba a esperimentar GBA. El tiempo parece que les ha dado la razón; no ya solo por tener entre sus filas a uno de los cartuchos que más usuarios ha encauzado desde el anuncio de "Atlantis", sino porqué posiblemente se convertirá en el detonante de un catálogo que necesita de inmediato una bombona de oxígeno entera para recuperar el aliento entre tantos refritos.
Como nos puntualizó el Project Manager de la desarrolladora alemana, Manfred Linzner, la historia nos situará en el retorno del viaje de uno de los pilotos más ínclitos de la galaxia. Antes de su vuelta, el ejército de Iridion tomará por completo el control del universo, obligándonos a dejarnos la piel por recuperar la paz, nuevamente, de la humanidad. Un argumento así de simple, es la excusa perfecta para que encaremos una acción que se aleja de los disparos a destajo, de barullos de balas, o de los cañones de gran alcance. Al contrario que Blazing Stars, Radiant Silvergun, o hasta de Afterburner, la mecánica se basa mucho más en las posiciones enemigas, tal y como se organizan en Galaxian, o más recientemente, en Jet Force Gemini. Esto, en realidad, desembocará en que vayamos a dar de bruces contra hileras interminables de naves que rotan a la deriva, siguiendo una misma coreografía, y hasta algunas que se separan del pelotón atacando por los costados.
Por si aun no habéis tenido la oportunidad de verlo en movimiento, os aseguramos que la reproducción del scaling es simplemente soberbia, que, sin estar a la altura de la velocidad de F-Zero, está impregnada de una inescrutable cantidad de detalles y a una constante tasa de 60 Frames. Asimismo, algunas de las fases están ambientadas en bases alienígenas desbordadas de paneles y túneles, planetas incandescentes semejantes a los de Axelay, nebulosas como las de Macross, y hasta sobre oceános que harán palidecer de envidia a Lylat Wars. Toda esta cantidad de pantallas se eslabonarán mediante unas cuantas secuencias al final de cada una, no sin antes, haber derrotado a Final Bosses de mastodóntico tamaño armados y acorazados como si de una fortaleza se tratara.
La longitud del juego parece que vaya a ser uno de los puntos flacos para los más curtidos en este tipo de juegos. De hecho, tan solo habrá siete fases recargables mediante un sistema de passwords. Aun es demasiado pronto como para valorar este aspecto, pero si la posibilidad de hallarnos ante un juego difícil donde los haya, con niveles de un tamaño descomunal, el hecho de introducir una serie de claves siempre es de recibo. No en balde, a lo largo del periplo espacial, tendremos a nuestra disposición un arsenal que va desde los típicos lasers, protecciones, bolas de fuego, mísiles, proyectiles de menor densidad que vienen por defecto desde tu primera toma de contacto, que harán nuestra travesía mucho más fácil y reconfortante.
El apartado auditivo ha sido el que más trabajo ha requerido por parte de Shin'en. El sistema de compresión GAX, hará su debut en la portátil a través de una partitura de corte clásico, con pases militares y ritmos rápidos con un sabor inconfundible a largometrajes de ciencia ficción.
La única traba que le hemos encontrado, de momento, es que no será editado con la consola el próximo 22 de Junio, cuando GBA haya montado toda su artillería pesada en su desembarco europeo. De todas formas, la segunda hornada de cartuchos, encabezada por Mario Kart o Golden Sun, el propio Iridion será uno de aquellos abanderados que impongan una nueva ley en esta generación de consolas. Una ley que, esperemos, se instituya lo antes posible y poder recordar por ende, cuando los matamarcianos dominaban el universo...