Inu Yasha: Feudal Combat, Impresiones

Una de las mayores figuras del manga, ya no sólo en Japón, sino en todo el mundo, es la incombustible Rumiko Takahashi. Sus obras han sido siempre alabadas por el público, pese a la disconformidad de la crítica en algunas ocasiones. A pesar de todo, pocos autores pueden presumir de un curriculum como el de esta mujer, con títulos como Ranma, Maison Ikkoku o Lamu sobre sus espaldas.

Su última obra, que todavía sigue publicándose en Japón, es Inu Yasha. Una historia llena de magia y demonios, ambientada en el Japón antiguo. Cerca de cuarenta tomos, una larga serie de animación y varias películas avalan su éxito. Como no podía ser menos, esta fama no pudo sino impulsar el desarrollo de varios juegos ambientados en el universo creado por Rumiko.

En esta ocasión, nos encontramos de nuevo ante una obra de 8ing, compañía famosa por sus juegos de lucha basados en famosas series de animación tales como Fullmetal Alchemist o Naruto. Como ellas, Inu Yasha es una serie bastante propensa a un juego de estas características, dada su estructura y los numerosos combates que tienen lugar en ella, y los chicos de 8ing volvieron a las andadas con un juego curioso pero que pedía un poco más de trabajo.

Kagome es, a su vez, la reencarnación de Kykyô, la poderosa sacerdotisa que había sellado a Inu Yasha. Como cabría esperar, irán haciendo amigos y ampliando el grupo, a la par que los enemigos se multiplican. Y su mayor rival es el temible Naraku, un ser formado por numerosos demonios en cuya creación influyó la propia Kykyô, y que quiere hacerse con la joya para aumentar su tremendo poder diabólico y su práctica inmortalidad.

No estamos ante un argumento especialmente original, pero que sin duda cumple las expectativas de todos aquellos que busquen una historia entretenida y directa. Esto se aplica principalmente a su versión manga y anime, aunque a la hora del juego que nos ocupa, Inu Yasha: Feudal Combat, también influye dado que los ligeros trazos argumentales siguen ese concepto.

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Los controles destacan por su sencillez, de modo que habrá un ataque fuerte, uno suave, un botón de salto, uno para especiales y cubrirse. El de especiales es el más particular, ya que, del mismo modo que en gran número de juegos de lucha, cuando las barras correspondientes se llenan, pulsando ese botón se realiza la carga del especial, y si se alcanza al enemigo se realizará.

Los combates irán a varias vidas, y cada vez que se acabe con la energía de un personaje, se le rellenará siempre que haya vidas para ello. Cuando se acaben las vidas, se acabó el combate, y estas serán compartidas por los dos personajes del grupo. Este sistema ya se ha visto con anterioridad en otras obras de la compañía, como Fullmetal Alchemist Dream Carnival.

El jugador sólo tiene control sobre uno de los personajes, pero le podrá dar órdenes al otro personaje, alterando su actitud frente al combate. De este modo, utilizando los gatillos, se le podrá decir que se acerque al personaje del jugador, que ataque desde lejos, etc. De este modo, los combates ganan un punto de estrategia, en los que las elecciones tomadas influirán y mucho en el desarrollo de la contienda.

A pesar de todo, tenemos a nuestra disposición a catorce personajes. Junto al indispensable Inu Yasha, harán su aparición Kagome, la sacerdotisa Kykyô, Sango, Miroku, Shippo, el hermano de Inu Yasha Sesshomaru, Koga, Kagura, Kohaku, además de otros cuatro personajes desbloqueables, entre los que se incluye el mismísimo Naraku, enemigo final de este título.

Dado el sistema de combate por parejas, será esencial crear un equipo coherente. Es decir, la relación entre los personajes se verá reflejada en cómo se comportan en el combate y cómo se compenetran. De este modo, no será lo mismo controlar una pareja formada por Inu Yasha y Kagome que por Inu Yasha Y Naraku. En el primer caso, la compenetración será total y la barra de los especiales crecerá más rápido. En el segundo, será un fracaso total la unión.

Además, la relación de los personajes podrá ir mejorando o empeorando a lo largo del combate. Al ayudar al otro personaje, la confianza aumenta, pero si se pasa de él, la relación empeora.

El apartado sonoro, pese a tener melodías para olvidar, destaca por los buenos efectos sonoros y, ante todo, por el excelente doblaje japonés, con los actores originales de la serie de animación. Lo más negativo del título es su extraño sistema, que se plasma en una jugabilidad demasiado simplificada que puede causar la reiteración y el aburrimiento en los combates.

A pesar de haber diversos modos de juego (historia, misiones, versus), se hacen asimismo escasos a la larga, sobre todo debido a que el reducido número de personajes y el sistema dos contra dos no permiten una duración demasiado larga. Esto deja esa sensación de que, habiendo pulido un poco más todos sus aspectos, el juego sería mucho mejor de lo que el resultado final nos ofrece.

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