Infinite Space, Impresiones
Una de las tres primeras apuestas de Platinum Games era este peculir juego de rol espacial distribuido a nivel internacional por SEGA. Una delicatessen en exclusiva para Nintendo DS que pretende sentar un precedente en su género, añadiendo un extravagante toque oriental a esta aventura cósmica.
Una de las tres primeras apuestas de Platinum Games era este peculir juego de rol espacial distribuido a nivel internacional por Sega. Una delicatesen en exclusiva para Nintendo DS que pretende sentar un precedente en su género, añadiendo un extravagante toque oriental a este culebrón cósmico.
Una de las apuestas más peculiares que hemos visto en los últimos meses. Esa podría ser la descripción perfecta de este prometedor juego de Nude Maker, bajo la supervisión de Platinum Games para Sega. Como en las anteriores producciones de la nueva compañía de Hideki Kamiya, la originalidad es la razón de ser de Infinite Space, ofreciéndonos una aventura espacial que poco tiene que ver con las clásicas aventuras cósmicas a las que estamos acostumbrados por estas tierras.
La peculiaridad de este título es tal que en Sega no se han atrevido a traducirlo al español, llegándonos completamente en inglés, un handicap de importancia teniendo en cuenta la situación del género en España actualmente. Un gran fallo, dicho sea también de paso, dadas sus especiales características. Y es que como bien saben los nipones que lo llevan jugando desde su lanzamiento por aquellas tierras, el 11 de septiembre, la experiencia que nos propone dista mucho de convencionalismos.
Se trata de un título en el que el protagonismo se reparte entre las partes conversacionales y el control de nuestra nave (o flota espacial). La historia se desarrollará mediante diálogos con pantallas estáticas en las que discutiremos con los 150 personajes incluidos los más diversos aspectos sobre los que gira la trama argumental. La viviremos desde la perspectiva de Yuri, un muchacho terrestre de tan solo 16 años con el sueño de llegar a surcar la inmensidad del espacio. Por azares del destino, conseguirá cumplir su sueño e incluso sobrepasarlo, experimentando en las primeras horas de juego sus comienzos como parte de la tripulación de un crucero estelar, para más tarde avanzar unos años en el tiempo hasta que Yuri es uno de los comandantes de la flota terrestre.
En esos años viviremos toda una odisea espacial que pondrá en juego la supervivencia de la especie humana. Lucharemos contra piratas espaciales, buscaremos a nuestra hermana perdida y haremos frente a una raza alienígena que pretende dominar el cosmos. Una densa trama que pretende encandilar a los amantes de la ciencia ficción con algunas reminiscencias a 'El fin de la Eternidad', de Arthur C. Clarke, maestro de la ciencia ficción contemporánea.
Serán más de 50 horas las que promete este RPG, gracias sobre todo a la cantidad de contenidos que incluye el juego. Además de las horas y horas de conversaciones, las decenas de misiones principales y la gran cantidad de objetivos secundarios que presenta, debemos enfrentarnos a las interminables opciones de personalización que el título de Platinum Games nos puede ofrecer. Nada menos que 150 diseños distintos para nuestras naves, cada uno con sus características propias y aspecto único. Permitiéndonos pasar horas y horas enfrascados en pequeños retoques a nuestra flota. Nuevas armas, diferentes módulos para nuevo navío, mejoras diversas para sus instalaciones que permitan a nuestra tripulación un mejor desempeño de sus tareas
A esto hay que unirle además la posibilidad de seleccionar individualmente a cada uno de los 35 miembros de nuestra tripulación (habrá médicos, artilleros, ingenieros ), cada uno con sus personalidades distintivas. Estos aportarán a nuestra máquina sus especiales características ya sea mejorando alguno de sus atributos (experiencia, daño realizado, etc ) o mejorando la química' de la tripulación, lo que se traducirá directamente en modificaciones sobre el medidor de batalla.
Esto nos lleva directamente a la otra parte importante en la mecánica de Infinite Space, los combates. A diferencia de la parte conversacional, se presenta con un apartado gráfico completamente tridimensional, aunque nuestros movimientos estarán restringidos únicamente a dos de ellas. Pilotaremos nuestra nave en tiempo real mediante el uso de seis comandos diferentes: ataque, súper ataque, movimientos evasivos, cañones antiaéreos y abordar las naves enemigas. La clave radica en el medidor de energía de nuestra nave, que se irá vaciando con las distintas maniobras que realicemos, para recargarse posteriormente en función de las habilidades de nuestra tripulación.
Obviamente, si estas fueran las únicas actividades a realizar nos encontraríamos ante un título lastrado desde su nacimiento. De ahí que se hayan incluido dos galaxias distintas por las que podremos viajar con total libertad, seleccionando nuestra siguiente parada para encontrarnos de manera aleatoria con los enemigos durante el desplazamiento. Cada galaxia contará con decenas de sistemas solares y muchos más planetas que visitar. En la mayoría de los casos nuestras visitas a cada astro nos limitaremos a ir al bar o a las tiendas a comprar, pero en unos pocos casos se nos permitirá explorar diversas mazmorras desde una perspectiva en primera persona en la que tendremos que pelear con los enemigos que nos encontremos. Este punto de vista es común también a los momentos en los que intentemos abordar las naves enemigas.
Por si todo esto fuera poco, mientras el protagonista va ascendiendo en el escalafón militar, podremos ir ganando el control de nuevas naves que añadir a nuestra particular flota. Hasta cinco destructores podrán formar juntos, aunque para llegar a verlo deberemos jugar un buen puñado de horas con el objetivo reunir bastante dinero como para comprar los planos o tener la suerte de llegar a una misión que nos recompense con esto.
Redondeando la propuesta de Platinum Games y Nude Maker está el modo multijugador local. En él podremos disputar enconadas batallas estelares contra un amigo. Nada espectacular, pero se trata de un añadido interesante. En resumidas cuentas, se trata de una producción peculiar, lastrada en nuestras tierras por una cuestión idiomática. Los aficionados a la ciencia ficción a buen seguro sabrán apreciar el cuidado puesto en Infinite Space, el resto esperaremos a ver si el resultado final está a la altura de las expectativas.