Combate al más alto nivel

Los ordenadores son las modernas máquinas del tiempo. No en sentido literal, claro. Pero con la ayuda de la imaginación de los usuarios nos pueden trasladar, por ejemplo, al año 1941. En ese año las tropas alemanas invadieron territorio soviético y, tal vez, sembraron la semilla de su posterior derrota en la segunda guerra mundial. IL2-Forgotten Battles (IL2-FB) te pone en la piel de los pilotos de combate que se enfrentaron en ese conflicto en el frente ruso. Podrás pilotar tanto los aviones alemanes como los soviéticos e, incluso, finlandeses y húngaros.

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IL2-FB es, obviamente, un simulador de vuelo. En concreto es la segunda edición de IL2- Sturmovik. A los aficionados a este género no será necesario presentarles el que, en opinión de muchos, es el mejor simulador de combate por su realismo. Pero al resto de nuestros lectores podemos decirles que en los tres años escasos que lleva disponible en el mercado se ha convertido en el rey por derecho propio de la simulación aérea. Y ello se ha debido al exquisito cuidado con que se ha realizado la tarea de programación del modelo físico de vuelo y al no menos preciosista trabajo de diseño gráfico que le acompaña. Todo esto se lo debemos agradecer en particular a Oleg Maddox, la cabeza visible de Maddox games y la fuerza impulsora de un producto sin concesiones a la galería y con un encomiable afán de calidad y verosimilitud.

IL2-FB empezó como un parche-complemento al producto inicial pero finalmente la envergadura de los cambios necesarios le ha hecho convertirse en un producto independiente que no necesita la presencia del juego original para su instalación.

Gráficos y Sonido

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Que los programadores de IL2-FB se hayan centrado en un excelente modelo físico de vuelo no quiere decir que hayan descuidado los aspectos visuales y sonoros. Al contrario, la impresión que dan es que los han mimado. Y tienen buenas razones para hacerlo así. Al fin y al cabo nuestra única vía de información desde el mundo virtual de IL2-FB es, precisamente, lo que vemos y lo que oímos. Y, claro, si de ello depende nuestra supervivencia no dejaremos de apreciar unos buenos gráficos y sonidos.

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Bien es cierto que necesitaremos un equipo con una potencia de cálculo más que digna y dotado de una buena tarjeta aceleradora de video (lo cual hoy día es casi habitual). Pero a partir de ahí vamos a disfrutar de vistas espectaculares tanto de los propios aviones como de las ciudades o elementos del terreno que sobrevolamos. Es especialmente llamativo el buen aspecto que ofrecen los aviones de IL2-FB. Amén de unas buenas texturas, el motor del programa es capaz de mostrar los daños recibidos con un amplio repertorio de boquetes, agujeros, humaredas, llamaradas, etc. El gusto por el detalle llega al punto de haber incluido texturas internas de la maquinaria que serán visibles a través de los boquetes causados por las armas enemigas. Igual ocurre con los pilotos y tripulantes que son visibles e identificables pues en las campañas podemos incorporar nuestra foto a la cara de unos y otros.

Ni que decir tiene que las texturas son intercambiables por las propias o las que descarguemos de los habituales sitios en Internet.

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Tanto el aspecto del terreno como el del agua son muy detallados y ayudan a sentirse en situación. Y, hablando del agua, las embarcaciones tienen un magnífico aspecto. Apartado este en el que otros simuladores parecen descuidarse un tanto. Tal despliegue tiene ciertos inconvenientes: el más grave es que a menudo vamos a notar una pérdida de rendimiento del juego en casos como los sobrevuelos de ciudades con muchos elementos o las batallas aéreas con abundancia de aviones.

Por su parte el sonido también está muy cuidado. No se trata sólo de que los motores suenen muy realistas. Así es. Sino de que los cambios de sonido de los motores nos dan pistas muy útiles sobre su funcionamiento. Un asunto que debemos vigilar de continuo pues si los tratamos descuidadamente se averiarán con la misma facilidad que sus primos reales. El uso del estéreo, además, nos facilitará tanto la identificación de problemas presentes como futuros en forma de enemigos que nos acechan.

Como ya hemos dicho IL2-FB está centrado en la contienda que enfrentó a alemanes y rusos a partir de 1941 por el control del territorio soviético en el marco de la segunda guerra mundial. En esa contienda la aviación tuvo un papel primordial. De hecho, a menudo la primera señal que tenía un ejercito de lo que se le venía encima era la aparición de los cazas y bombarderos sobre sus cabezas. Recordemos. Por cierto que en esa época el vuelo era prácticamente visual y no se disponía en general de radar o instrumentos electrónicos de navegación. Tampoco los aviones eran una maravilla de la automatización, por lo que volar era, sobre todo, un asunto de habilidad manual y conocimientos técnicos bien aplicados.

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Otros programas anteriores se han centrado abundantemente en otros aspectos de la segunda guerra mundial. En especial la batalla de Inglaterra y el contraataque aliado sobre Europa. Pero IL2-FB desplaza su interés hacia el frente del este. Para ello a los sectores cubiertos en IL2 añade 5 nuevos en Finlandia (con Helsinki, San Petersburgo y Tallin) , Hungría (alrededor del lago Balaton)  y Lvov (con parte de Polonia y Eslovaquia)

En este terreno dispondremos de todos los aviones de IL2 y de 30 nuevos modelos para pilotar además de otros 23 gestionados por el ordenador. En total unos 129 aviones de los cuales 80 son pilotables por el jugador. Para utilizarlos tenemos a nuestra disposición las opciones habituales en los simuladores bélicos: misiones únicas, campaña y partidas multijugador.

La verdad es que no se puede decir que los programadores hayan dado el do de pecho en la variedad de misiones; tan sólo 20 en solitario y 10 más en multijugador no resultan un bagaje impresionante. Menos mal que vamos a poder generar nuestras propias misiones con el módulo que a tal fin se incluye. Y, naturalmente, ya hay un nutrido mundillo de misiones y accesorios descargables en Internet.

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Resulta más interesante el modo de campaña dinámica. Resultó un tanto frustrante en IL2 y ahora parece que han tomado nota de las protestas de los usuarios. Pero una cosa debe quedar clara: con el énfasis puesto en la verosimilitud histórica no debemos esperar que nuestras brillantes hazañas cambien el curso de la historia. Como mucho resulta reconfortante comprobar que las unidades que ataquemos con éxito verán reducida su efectividad en posteriores encuentros. Mientras que si fallamos en los ataques lo pagaremos con un enemigo en mejor posición más adelante. Entre una y otra cosa iremos ascendiendo por el escalafón y recibiendo órdenes y misiones más interesantes. Un detalle curioso: se puede incorporar nuestra foto a la cara del piloto de manera que en las vistas externas nos veremos realmente dentro de la cabina.

Estrategia y trucos

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En primer lugar debemos hacer notar que IL2-FB no es un juego fácil dirigido a neófitos. Al contrario, desde el primer momento se hace patente que para sacar el máximo fruto de este simulador vamos a tener que dedicarle algunos ratos de atenta lectura y muchas horas de prácticas. Naturalmente los programadores han sido conscientes de que no se puede ignorar a la mayoría de los usuarios, así que se han incorporado muchas opciones para configurar el grado de realismo del simulador a gusto del piloto. Desde luego, en las configuraciones de mayor realismo el mero hecho de arrancar el motor y tratar de rodar se convierte en una tarea realmente compleja. Téngase en cuenta que la mayoría de estos aviones apoyaban la cola en tierra por lo que la visibilidad frontal era mínima. De hecho no era raro ver a los aviones desplazarse por las pistas con mecánicos subidos a las alas para indicarle al piloto las vías a seguir.

Recomendamos vivamente una atenta lectura de las misiones de aprendizaje. Y un pronto olvido de las lecciones impresas sobre tácticas de combate. No es que no se deban conocer, lo que ocurre es que en el fragor de la lucha se ha de reaccionar de inmediato y por instinto. En realidad el combate aéreo es más una pelea callejera que un partido ajedrecístico. No pierdas de vista al enemigo, calcula hacia donde va y trata de conseguir una posición para apuntar hacia allí. Que lo consigas con un repertorio de figuras impecables o con la más horrorosa de las maniobras da igual. Y si estás en desventaja... huye, tan de prisa y tan erráticamente como puedas. Ya te tomarás venganza en otra ocasión.

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Y para esa venganza si que te puede ayudar una cuidadosa lectura de la guía del teclado. El cúmulo de posibles acciones asignables a teclas es tal que necesitarías dos o tres teclados en batería para poder usarlas todas sin repetir asignaciones. Conviene decidir cuales vamos a usar con más frecuencia y programarlas con preferencia a las menos útiles. De todos modos una opción más sensata es la utilización de joystick y palanca de gases con botones programables. Hay varios modelos en el mercado en distintos grados de robustez y complejidad. Si puedes, usa uno con Force-feedback. Lo convierte en otro juego.

Jugabilidad

En IL2-FB no vamos a encontrar misiles, señuelos ni AWACS. En vez de eso nos enfrentaremos en combates a corta distancia y habremos de utilizar, como mucho, armas de fuego o bombas de caída libre. Pero lejos de suponer un inconveniente cabe considerar estas características como el alma del programa. Nos vamos a ver transportados a situaciones en las que resultará clave la ventaja posicional sobre el enemigo, o la capacidad de verle antes de que nos descubra él a nosotros, o la pericia que tengamos para cubrir las espaldas de nuestros compañeros de escuadrilla.

Y aquí encontramos las grandezas y miserias de IL2-FB. No hay confusión ni engaño; IL2-FB está dirigido a un público dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo en todas las fases de las operaciones. No es un juego sencillo ni fácil como no lo es ni la guerra ni los aviones de combate. Quien quiera un entretenimiento inmediato y diversión al instante deberá buscar en otros cielos.

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Se podrá aducir que este enfoque complica las cosas y desanima a muchos posibles jugadores. Es cierto. Pero a cambio la recompensa es elevada. Si el lector consigue despegar, descubrir al enemigo y abatirle tras enfrentarse a él, sabrá que lo ha hecho por propios méritos y podrá sentirse orgulloso de ello. Eso, claro, si no se han activado algunas de las ayudas que, piadosamente los programadores han incluido para aliviar un poco las angustias de los primeros días.

Amén de esta insalvable dificultad de manejo el juego recrea muy fielmente las vicisitudes del combate aéreo. Si ya IL2 marcó un hito en la simulación, este lanzamiento aún ha mejorado aspectos tan interesantes como la gestión del motor. Ahora tendremos que ir con sumo cuidado al acelerar. No se trata tan sólo de dar gases y disfrutar de la potencia. Habremos de tener muy presentes aspectos como las revoluciones del motor, su presión de admisión, el paso de la hélice o la mezcla de combustible. Por no hablar de los motores dotados de sistemas de sobrealimentación o refrigeración extras. Y todo esto sin olvidar echar vistazos continuos a la temperatura. A primera vista se trata de una tarea titánica y puede que en los primeros días muchos usuarios se desanimen ante esta complejidad. Pero a la larga el esfuerzo rendirá sus frutos y el piloto experimentado realizará la mayoría de esas tareas de gestión de modo automático para centrarse realmente en la busca y derribo del enemigo. Es, en suma, un juego muy exigente pero generoso en la recompensa.

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Por otra parte el juego ha recibido cierta dosis de críticas por parte de sus primeros usuarios. Al decir de muchos (y nos encontramos entre ellos) la balanza de efectividad y potencia cae ligeramente más de lo esperado del lado soviético. La impresión que se puede sacar es que los aviones soviéticos y, en particular el IL2 Sturmovik son más potentes y más certeros de lo que la fidelidad histórica exigía. El caso se complica si nos referimos a los aviones AI (los dirigidos por el ordenador) pues a veces parecen estar dotados de características sobrehumanas como una precisión de vuelo y punterías dignas de semidioses.

Comparándolo con...

No hay comparación. Aunque en el mercado se encuentren otros programas bajo el epígrafe "Simuladores de vuelo" ninguno dedica tanto esfuerzo a la fidelidad de la simulación y al ambiente en el que se desarrollan los combates. Hay simuladores más completos en aspectos concretos como la navegación o el realismo del terreno. Pero en términos del vuelo y su control IL2-FB ocupa un puesto privilegiado. Es el patrón "de facto" contra el que se deben medir otros simuladores de combate. Lo que nos lleva a la interesante pregunta: ¿Qué pasaría si Oleg Maddox produjera un simulador de vuelo civil? ¿peligraría el cetro de Microsoft Flight Simulator?

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Naturalmente, si lo que buscas es un juego sencillo en el que centrarte en la pelea e ignorar las complejidades del vuelo de aviones a hélice, debes buscar en otro sitio. Como un pura sangre IL2-FB no hace concesiones pero si lo dominas te llevará muy lejos y muy rápido.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

Manual

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Para ser un producto con una orientación tan técnica el manual impreso no está a la altura de las circunstancias. Un comprador que se decide por IL2-FB probablemente disfrutaría de un grueso manual con abundancia de información sobre el vuelo y las características de los distintos aviones representados. Y no estaría de más una sección más amplia sobre el contexto histórico en el que se desarrollarán los combates. Las 30 páginas del manual incluido no consiguen cubrir ni siquiera los aspectos más básicos del manejo de los aviones representados. Incluso se perpetuan los errores habituales sobre la aerodinámica de perfiles. En realidad sería un folleto aceptable para algún otro simulador más básico pero no para uno que aspira a ocupar el trono de la simulación "realista".

No obstante, hemos de mencionar que en la instalación del juego se incluyen algunos documentos adicionales en el habitual formato PDF. Lamentablemente están en inglés y uno se pregunta porqué una compañía que pretende vender su producto en nuestro país no hace el pequeño esfuerzo necesario para traducir esos documentos.

Este inconveniente del idioma resultará especialmente enojoso en las lecciones en forma de vuelos guiados que se incluyen en el juego. Son unas lecciones muy útiles… para quien sepa Inglés. Ya sabemos que el Inglés es un idioma poco menos que universal y todos estamos convencidos de su utilidad pero… ¿es que un mercado de trescientos millones de compradores no merece una cierta consideración?

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En resumidas cuentas, el aficionado que quiera sacar el máximo partido a este programa tendrá que acudir a otras fuentes para completar su formación aeronáutica. Menos mal que hay abundantísimas páginas en la red dedicadas tanto a IL2-FB como a su predecesor IL2. Y no estaría de más visitar algunos sitios dedicados a los aspectos históricos de la batalla de Rusia.

Enlaces

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Mínimos

Intel Pentium III a 800 ó AMD Athlon a 700, MS Windows 98, Me, 2000 ó XP. 256 MB RAM, 1,1 GB libres en disco duro. CD-ROM 4X. Tarjeta de video aceleradora 3D (compatible Directx 8.1) con 32 MB de memoria. Teclado, Ratón. Tarjeta de sonido compatible con DirectX 8.1

Recomendables

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Pentium 4 a 2 GHz ó Athlon 2000+ 512 MB RAM. 1,7  GB libres en disco. CD_ROM 16X. Tarjeta de video aceleradora 3D (compatible Directx 8.1) con 64 MB de memoria. Joystick (Si es posible Force Feed Back) y pedales. Módem o Red local para juego multijugador.