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Conejito sádico enfadado

En el infierno, Ash se vengará de aquellos que vieron sus fotos más controvertidas. Con una estructura de niveles muy vertical e intrincada, este plataformas promete ser largo y tedioso, invitando al jugador a destrozar de maneras muy diversas a todo ser viviente en este limbo de color, peligros, sangre, cachivaches y guitarras eléctricas.

A menudo, el estilo cartoon desenfadado se emplea en títulos descargables de corte indie centrados en la acción y las plataformas. Buscar la identidad visual y jugable es cada vez más difícil en un género que ha visto en PlayStation Store y Xbox Live Arcade un nuevo renacer, también en tradicional óptica 2D. Hell Yeah! es notablemente distinto a todo lo que se había visto hasta ahora. Recordando muchísimo a niveles claustrofóbicos y verticales como los de Cave Story o Metroid, lo nuevo de Arkedo Studio nos ha presentado a Ash, un travieso conejo blanco con sed de crudísima venganza que recorrerá muerto el Infierno en busca de todo aquel que haya contemplado unas fotos controvertidas donde se le veía con una especie de muñeco hinchable.

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A partir de aquí, el jugador podrá esperar más de 13 o 15 horas de saltos y ejecuciones donde cada muerte tendrá su propia animación y desparrame de sangre, vísceras o cortes de sierra. Hell Yeah! es un juego violento, pero suavizado con un apartado estético tan colorista y aparentemente inocente como el propio protagonista. En su camino a través de los 10 enormes niveles abiertos de este título Ash tendrá que hacer uso de todo tipo de artilugios y utensilios de tortura para dar caza a sus víctimas, dispersas por los escenarios y con diversos escudos y habilidades especiales para hacer distinta la mecánica jugable a la hora de darles caza. Las tiendas donde adquirir más equipo y atuendos para Ash son la otra parte de un juego que adereza sin tapujos Quick Time Events y microjuegos, saltos y acción beat'em up.

Personaliza la muerte
Para salir de cada área y abrir las puertas, Ash debe acabar con un número mínimo de enemigos, abalanzándose sobre cada uno de manera diferente y cada vez más bizarra. El conejito podrá adquirir gracias a los puntos e items recogidos desde una sierra eléctrica o una especie de taladro hasta misiles teledirigidos, dinamita o pinzas que además le permitan llegar a salientes más altos. En Hell Yeah! la mejora del equipo es imprescindible no solo para poder dar una muerte espectacular a los bichejos rivales, sino también para abrirnos paso por nuevas zonas hasta entonces bloqueadas. Los gadgets tienen una importancia principal, y cada adquisición quedará rápidamente visible en el atuendo del protagonista, que se irá cargando de trastos recordando un poco al siempre hilarante Katamari Damacy.

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El diseño accidentado de los escenarios crea una especie de cuevas grandes abiertas donde movernos con libertad, subir y bajar siguiendo las indicaciones del radar de víctimas para localizarlas, evitando pinchos, lava, electricidad y demás torturas de un infierno que destaca muchísimo por sus detalles y vivos colores. El nivel que hemos podido probar coloca a Ash ante una vasta caverna laberíntica con todo tipo de conductos enrevesados, tiendas y puertas a priori innaccesibles para que el jugador tenga la sensación de perderse ante tanta inmensidad, detalles y colores chillones. Este título logra unas sensaciones muy propias, también con el manejo del personaje, que se mueve de forma algo abrupta pero realmente es capaz de saltar mucho y no resbalar en los fragmentos de plataformeo más exigente.

Una vez localizada una víctima, bastará con aguantar sobre ella unos segundos mientras pulsamos el botón de ataque repetidamente hasta que se active un microjuego o Quick Time Event, que puede ser parar una ruleta en una casilla exacta, machacar uno o dos botones durante un tiempo, acertar una disparatada pregunta a lo Quién quiere ser millonario o seguir el ritmo de una secuencia de golpecitos. Sentido del humor desbordado en estos momentos, donde la sorpresa del jugador es constante ya que, si se sabe mantener durante todo el juego esta idea de que cada ejecución sea única jugable y visualmente, se pueden lograr unos resultados creativos inigualables. Al instante y si tenemos éxito, la pantalla se llenará de sangre y el enemigo caerá, a veces desmembrado. Las referencias sádicas y sexuales también están presentes, con guiños claros a películas, programas de TV, monumentos o canciones...

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Un Infierno rocambolesco

El rock and roll más acelerado enmarcará esta obra desenfadada y original. Sega ha previsto que la llegada de Ash a Xbox Live Arcade y PlayStation Store se lleve a cabo en primavera, por lo que no tardaremos en conocer la fecha definitiva de lanzamiento de Hell Yeah! Por el momento, el título no tiene prevista una versión para PSVita, PC o sistemas iOS, aunque sus responsables no las descartan. Los que esperábamos un plataformas diferente y cargado de humor, podemos encontrar en este canto al gamberrismo una más que interesante propuesta. Ahora habrá que confirmar que sabe mantener sus ideas, la sorpresa y que su precio no es desorbitado, pese a su intachable duración y arsenal de extras, personajes secundarios y secretos.

Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit

  • PS3
  • 360
  • Acción
  • Plataformas

Plataformas descargable donde el irascible conejo Ash debe acabar con todas las enfermizas criaturas que vieron sus peores fotos. Una mezcla de dibujos animados, rock and roll y sangre.

Carátula de Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit
6.5