GTA: Vice City (PC)
Observa pantallas exclusivas de la vuelta de GTA al PC, con una ciudad el doble de grande que en la anterior entrega y dispuesto a conseguir un nuevo éxito tras el lanzamiento de la versión de consola.
Grand Theft Auto vuelve. Después de la revolución que supuso GTA 3 y el paso a las 3D de la popular serie de simulación criminal', los incontables fans e incondicionales que dejó reclamaban más acción. Y ahora, Rockstar Games da una vuelta de tuerca más a GTA 3 para dejarles cumplidamente satisfechos.
GTA: Vice City no es un GTA 4. Es, más bien, un GTA 3 y medio. Se conserva el motor (mejorado) y se conserva dinámica de juego, añadiendo un nuevo escenario y una nueva historia. Pero tampoco es una expansión, porque no necesitaremos el GTA 3 para disfrutarlo: Vice City es un juego independiente. Y es mucho más grande que el GTA 3 original.
Bienvenidos pues a los 80 y a la meca de la cultura más radical de la época: Vice City. Donde encontraremos todo lo que necesitemos para satisfacer nuestras fantasías más horteras y corruptas y donde la ropa y los colores compiten para provocar desprendimientos de retina en el resto de los transeúntes; la ciudad a la que quería ir Sonny Crocket antes de que le mandasen a Miami y en la que los jóvenes de ambos sexos, rubios y con cuerpos esculturales, se exhiben con ropas ajustadas como parte del patrimonio turístico de la ciudad. El lugar perfecto para gastar todos tus millones en aparentar y pasearte con el aspecto más estudiadamente hortera posible.
En Vice City seremos Tommy Vercetti, un recién llegado a la ciudad que acaba de terminar 15 añitos de vacaciones a la sombra. Así puestas las cosas, un lugar tan soleado como Vice City era el destino lógico, si no fuese porque no tenemos ni donde caernos muertos y dependemos, para ingresar en la vida social' de la gran ciudad, de un recado que le vamos a hacer a Sonny Forelli, nuestro antiguo jefe de Liberty City: Cerrar una compra de cocaína con unos narcos colombianos para expandir la influencia de la familia Forelli hacia el sur.
Pero las cosas se tuercen y en mitad del negocio aparecen invitados inesperados y de malos modales. El único superviviente de la ensalada de tiros es Tommy, que se encuentra de pronto entre dos fuegos, pues Sonny no parece muy comprensivo y nos avisa de que si no le devolvemos su dinero rápido se hará una alfombra con nosotros.
Y aquí estamos, en medio de toda una megaurbe de los años 80, empezando otra vez desde cero y dispuestos a convertirnos en lo más grande que le ha pasado a la ciudad desde que alguien empezó a vender chapitas de colores fluorescentes con caritas sonrientes. Nada que no podamos manejar: Recuperar la pasta que nos han robado y dejar claro a los ladrones que nadie le toca la moral a Tommy Vercetti. Al fin y al cabo, tenemos una dilatada experiencia en estas lides. ¿O no?
La mecánica de juego sigue siendo la misma. Tenemos una enorme ciudad moderna llena de habitantes con sus problemas y objetivos, por la que nos tocará movernos a lo largo y lo ancho casi siempre a bordo de vehículos que tomaremos prestados, para cumplir las diversas misiones que nos permitirán matar dos pájaros de un tiro: Labrarnos una reputación y ganar dinero. Bueno, o más de dos pájaros cuando la misión consista, precisamente, en eliminar a alguien.
Los elementos principales de este GTA seguirán siendo entonces los de siempre: La ciudad, enorme, realista y viva, los vehículos de todos los tipos que podremos pilotar por toda la extensión de esa ciudad, las armas que nos ayudarán en nuestras tareas, la historia de ambición, violencia y traición que guía nuestros pasos y el resto de habitantes que serán unas veces objetivos, unas veces meros testigos, otras un problema que esquivar (especialmente en el caso de las fuerzas del orden).
Sin embargo, se introducen modificaciones sobre los elementos de siempre para renovar el interés de una fórmula que ya tenía muchísimo incluso sin modificar. Para empezar, la ciudad (el doble de grande que Liberty City) estará casi totalmente disponible para nosotros desde un principio. El mapa completo de Vice City estará abierto casi desde el primer segundo de juego, una vez pasadas unas pocas misiones de habituamiento'. Los coches aumentan muchísimo su número y variedad. Hasta un centenar distintos, si tenemos que creer la publicidad del propio juego, todos ellos inspirados en estereotipos y modelos de la época y sobre todo, con la inclusión de motos de varios tipos (una petición casi unánime de los jugadores del anterior título) y la posibilidad de pilotar helicópteros y otros vehículos aéreos, una novedad ciertamente muy atractiva. En cuanto a las armas, ahora tendremos hasta 30 en total para escoger, aunque podremos cargar con un número máximo de ellas; la historia será mucho más larga (resultando en incluso más horas de juego que el GTA 3 original, que tenía 80 misiones frente a las 110 de Vice City) y en lo referente a la población Pues por supuesto tienen un aspecto distinto al de la gris Liberty City y serán, si hemos de creer a los chicos de Rockstar, mucho más inteligentes que ellos.
Ya hemos hablado de la mecánica, que será muy similar. Ya hemos hablado del entorno, que será otra ciudad totalmente distinta de Liberty City, aunque la idea sea la misma. Si la historia y el escenario cambian, entonces ¿Qué hay de nuevo en el apartado técnico? Pues partiendo de la base de que el motor de juego es el mismo, hay que mencionar que en Rockstar han hecho importantes mejoras en él. Para empezar, el molesto efecto de popping' que hacía aparecer los elementos según nos acercábamos a ellos habrá desaparecido. Ha aumentado la calidad y el detalle de los elementos gráficos, desde las texturas hasta la iluminación, pasando por los escenarios y las mallas de los personajes (parece que dejaremos de ver los empalmes entre las articulaciones) o el agua, un elemento muy importante en una ciudad playera como es Vice City. Además, los usuarios de GTA 3 deberían notar un aumento en la velocidad y fluidez del juego, aunque las primeras impresiones sobre el juego final parecen indicar que los efectos atmosféricos más radicales (como la torrencial lluvia que cae de cuando en cuando en la ciudad) pueden hacer estragos en el rendimiento de aquellas máquinas más humildes si no se han bajado las opciones de calidad.
La ambientación también será diametralmente opuesta a la de Liberty City. Las sombrías y grises calles de aquella ciudad norteña dejan paso a las soleadas calles de Vice City, con un color que tiende mucho más al rosa. Sí, si, al rosa. El motor y los gráficos han sido adaptados, con colores más calidos y una sensación de calor húmedo para terminar de redondear el ambiente.
Desde el punto de vista de historia y posibilidades, ahora podremos poner en marcha nuestros propios negocios, como clubes de strip-tease, compañías de taxis y casas discográficas que nos permitan hacer dinero de forma más rápida, aunque tendremos que cuidar de ellos (a nuestro estilo) para que sigan funcionando correctamente y siendo rentables. La música que nos acompaña será de mayor calidad y variedad que nunca, totalizando nueve horas (9!!) de temas musicales de la época, con piezas de grupos como Judas Priest, Motley Crue, Megadeth, Iron Maiden, Anthrax, Slayer, Tesla, Tears for Fears, Blondie, Spandau Ballet, Frankie goes to Hollywood, Michael Jackson, Electric Light Orchesta, Go West, INXS, Yes, Africa Bambaata Y de numerosos estilos incluyendo rock, baladas, pop, hip-hop/rap o ritmos latinos, además de las hilarantes emisoras de charla, que no tengo muy claro si quiero ver dobladas o no (se corre un gran riesgo de hacerlas perder toda la gracia de los locutores profesionales que han participado en las originales). Apartado, el doblaje, que si sigue el ejemplo de la versión consola, será inexistente. En cualquier caso, esto ya es hablar por hablar, sin tener datos al respecto. Por lo menos, nos quedan los subtítulos (a ver si su traducción es más fiel que en la anterior entrega)
Por lo demás, en Vice City haremos lo mismo que hacíamos en Liberty: Recorrer las calles en busca de encargos, robando coches y arriesgando nuestro digital pellejo de forma temeraria. En nuestra contra, nuestros objetivos y sus escoltas, los grupos criminales a los que vayamos irritando según ascendamos en el Hall of Fame de los más criminales de la ciudad y las fuerzas del orden, que nos seguirán con más o menos celo según la gravedad de nuestras actuaciones. En este sentido seguiremos contando con el sistema de medición de nuestro interés' para las autoridades mediante estrellas, de cero -pasan totalmente de nosotros- a seis -con el ejército tomando las calles para acabar con nuestros demanes-. Entre estos puntos veremos a simples coches de policía tras nuestros talones, equipos de intervención especial y hasta unidades aéreas. Para los que conozcan Liberty City, viejos conocidos: Los mismos perros con distintos collares. Para despistarlos, podemos llevar nuestro vehículo a determinados talleres de chapa y pintura' que cambiarán el aspecto del mismo en un tiempo record o -y esto es novedad- colarnos en alguna tienda de ropa compinchada' en la que deshacernos de nuestro atuendo y sustituirlo por otro que despiste a la policía.
En definitiva, multitud de nuevos detalles aguardan a los ya impacientes fans de GTA, que esperan (esperamos) el juego como agua de Mayo (nunca mejor dicho, dada la fecha de lanzamiento del mismo). Un nuevo paso adelante en esta saga que ofrece como puntos fuertes una salvaje adicción y jugabilidad (lo más importante en cualquier juego), una ambientación absolutamente de lujo, un cuidado exquisito por los detalles y un montón de horas de diversión que justifiquen (de sobra) la inversión de comprarse el juego. Como puntos negativos, sólo se puede conjeturar. Primero, el elevado tiempo que hemos tenido que esperar, comiéndonos las uñas, los que disfrutamos del genial episodio' anterior. Y como algo que casi es seguro, los elevados requisitos de hardware que pedirá este programa para ser disfrutado en todo su esplendor, a saber y juzgando por sus características, grandes cantidades de RAM y una tarjeta aceleradora superior a la media.
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