GRID 2, Impresiones

El respeto por TOCA era latente cuando Codemasters posicionó la nueva IP GRID como su directa sucesora, con algunos cambios que harían mas intensa y divertida la experiencia, también más masificada, más accesible para todo tipo de públicos y no solo los devotos del automóvil. Así en 2008 la división Racing Studio de la editora y desarrolladora parió el primer título propio realmente pensado para las plataformas HD, que hizo a muchos llevarse las manos a la cabeza ante el control sencillo que habían implementado, la poca exigencia para hacer espectaculares y perfeccionados derrapes, las físicas algo exageradas en pos de la espectacularidad y hasta pruebas de gincana motorizada con coches que debían ganar carreras multitudinarias en circuitos sinuosos por las ciudades o competir en trompos. GRID 2, con salida prevista para este 31 de mayo, lleva aquel salto más allá, ya hemos podido conducirlo. No es un regreso a la simulación obsesionada, y, mirado con perspectiva y con un resultado como el que hemos tenido entre manos, eso no es ninguna mala noticia.

El código de preview al que hemos tenido acceso en MeriStation nos enseña los primeros compases del juego, repartido en categorías de pruebas que habrá que ir superando para desbloquear más y más circuitos, coches, modalidades de competición, etc. De esta forma, igual tendremos que ganar en hacer puntos de trompo a otro adversario que competir en una carrera de NASCAR en pistas de curvas peraltadas, o en otras donde cada 20 segundos se elimina al corredor que vaya último. Por lo contemplado hasta el momento, parece que modos no le faltarán, tampoco pistas, pues hay un buen panel de trazados en entornos como el centro de París o de Chicago, las laderas de California junto al Pacífico, los bosques de Indianápolis o la Ruta de la Velocidad de la bebida energética Rockstar entre rascacielos azulados en Dubai. Muchos campeonatos homologados y otros creados para este juego, en circuitos serios y calcados, pero también otros de pura adrenalina y curvas imposibles.

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Además del avance en formato de juego, que pretende ser idóneo para el aficionado a la conducción al mimo tiempo que capaz de captar a quein quiera pasar un buen rato sin más -hay un selector de hasta cinco niveles de dificultad y realismo además de las consecuencias visuales o totales de los daños-, GRID 2 busca destacar por su aspecto gráfico, esforzado en la potente iluminación y el sistema de daños en los coches, probablemente el mejor visto hasta la fecha, y sin exagerar. La atención prestada por Codemasters en las partículas, los pesos de cada pieza, que rueden perfectamente por la carretera como deben y salgan disparadas en la dirección realista, las deformaciones... es pionera. Y eso que, claro está, volvemos a tratar con decenas de modelos de coches absolutamente reales, por lo que no siempre es fácil convencer a las marcas de que sus automóviles van a romperse en este juego con bastante facilidad y tal y como lo harían realmente. Ha habido un brillante trabajo de documentación, pruebas y observación.

Desde el garaje

Pero volviendo a lo meramente jugable, GRID 2 abre su centro de operaciones desde un pequeño garaje de cualquier casa americana donde en realidad prepara su ascenso un piloto desconocido, el que nos ha tocado encarnar y el que, a base de colgar los vídeos de sus carreras en YouTube y otras redes sociales, va a ir ganando popularidad y fans hasta poder competir por fin en los torneos de velocidad más importantes del mundo, todos ellos homologados. Así, sus actuaciones en pistas de todo el mundo y todos los estilos, le supondrán hacerse con un elenco de coches mayor y acceso a nuevas pruebas antes restringidas. Funciona su singleplayer, por tanto, de forma semilineal, como es habitual en los juegos de conducción de ahora, dando acceso a carreras y pruebas a medida que se obtienen éxitos.

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La gran diferencia entre los vehículos, cómo se comportan, cómo se notan sus piezas y motores, la estabilidad, inercias... hace que la variedad sea total en las fases que incluye, más esmeradas también en buscar pruebas que jueguen con la adrenalina a la par que con la sensación de realismo. Carreteras estrechas, hasta 12 coches en pista, trazados de montaña o rutas que cambian ligeramente de una vuelta a otra ayudan a fomentar aún más la diversidad de situaciones. Y a esto se suman las pruebas de exhibición donde conseguir puntos con derrapes, trompos... las carreras uno contra uno, las de eliminación del último o las que proponen una escena agresiva competitiva donde los cierres en las curvas, presiones contra las cunetas o frenazos para atascar a toda la cola de detrás son tácticas tan válidas como una conducción perfecta. Eso sí, nunca se olvida de la simulación total de un volante certero y precabido. GRID sigue siendo un ejercicio de velocidad.

Modelos como el Ford Mustang Boss, el BMV M3 Coupe, el Honda S2000, el VOLVO S60 BTCS, Mazda RX7 Type RZ o el precioso y potente Bugatti Veyron están disponibles en esta preview para las carreras y pruebas de exhibición, pero también para su contemplación directa en el garaje, con un acabado muy estilizado y redondeado en todas sus formas que deja bastante atrás lo que vimos en el primer GRID. Gráficamente el espectáculo vuelve a venir por la iluminación dinámica, destellos y reflejos, además de por la distancia de dibujado o el nivel de detalle fuera de carretera, sobre todo en niveles como el mediodía entre rascacielos azules de Dubai y el anochecer con fuegos artificiales del horizonte de París, sencillamente espectaculares. Los tiempos de carga, al menos en esta versión previa, vuelven a utilizarse para consejos y estadísticas, como kilómetros recorridos, mayor derrape o modelos de coche en el garaje.

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A fondo

GRID 2 nos ha dejado probar solo una minúscula parte de lo que ofrecerá en su singleplayer, nos ha dado acceso a las primeras pruebas y, lo mejor de todo, enseñado cómo será uno de lo título de los últimos años que mejor se adapten a los nuevos jugadores pero también a los que quieran un simulador exigente y sofisticado, atento a todos los factores físicos y de manejo que entran en juego al pilotar en carrera una de estas maravillas. Todavía le quedan algunos detalles por pulir pero desde luego tiene un aspecto magnífico, con el pleno sello Codemasters como especialistas del género. Su vuelco aún más motivado hacia el espectáculo y la diversión lo alejan quizá de las raíces, pero funcionan de maravilla en el mando y ante los ojos, que disfrutarán de un despiece con los accidentes como pocas veces se había presenciado. No creemos que pegue el volantazo. En menos de un mes sabremos en qué queda el que puede que sea el gran competidor de Gran Turismo 6 -en caso de lanzarse al final- este año.