Goat Simulator, Análisis

1 de Abril, día oficial de la bromita buena en muchas partes del mundo, menos en las deshabitadas. Pero esas nos importan nada y menos así que vamos a centrarnos y espero que esteís mentalizados para afrontar este acontecimiento social. La industria de los videojuegos y la ciencia cada vez van a más para brindarnos sus revolucionarios avances para mejorar nuestra calidad de vida.

Seamos sinceros ¿quien no ha querido alguna vez … ver todo desde el punto de vista de una cabra?, en la actualidad para bien o para mal hay gente para todo y con ver las ventas de la Ouya nos basta para darnos cuenta, así que Coffee Stain Studio se ha dignado a contentar a una pequeña parte de la población para que podamos recrear esta maravillosa experiencia.

Ser una cabra no es fácil.

Goat Simulator nos pone al mando (teclado y ratón o lo que uses en tu casita) de una cabra hiperactiva, indestructible e inmortal. Posiblemente creada por un genio del mal en un laboratorio perdido en las montañas de Huesca. Por alguna retorcida casualidad del destino esta cabra ha sido soltada en un pueblo para proporcionarnos el sandbox definitivo.

¿Que se supone que puede hacer una cabra? Pues si no lo sabéis vosotros mal vamos y yo desde luego no soy un experto pero por lo visto en este maravilloso simulador podemos embestir a los valientes que salgan a la calle en vez de quedarse jugando a la expansión de diablo 3 o dejar muertas todas nuestras extremidades y sacar puntos mediante alocadas acrobacias. Con todo eso yo creo que se trata de un buen simulador que recrea fielmente la vida cotidiana de una cabra.

Is this real life?

Por el potente apartado técnico del juego podríamos decir que si, pero profundizando podremos apreciar ciertos rasgos jugables que son así como un poco oníricos (pero solo una pizca) uno de los primeros puntos a tratar es que al contrario que otros sandbox protagonizados por debiluchos como Carl Johnson o John Marshton esta cabra nunca tendrá que pasar por el hospital así que podemos chocarnos deliberadamente con coches o cosas que exploten sin miedo a volver a un punto de control.

El juego estará plagado de elementos que nos motivarán para hacer maniobras de descerebrado dando sentido a eso de “estar como una cabra”. Recorrer todo el pueblo a base de saltos en camas elasticas, ofrecer sacrificios a satanás, contrarreloj para poner a prueba nuestras habilidades, marcarse un backflip 720º ollie wallgrind no scope desde una grúa desafiando la SICK SKILL del celebre skater Antonio Halcón, o estrellar un coche contra una barbacoa dominguera de amigos tirando de el con nuestra lengua.

Por otro lado si nos ponemos tiquismiquis a veces los controles se opondrán a que logremos ciertas metas ya que estos son ciertamente rígidos para realizar ciertos movimientos lo cual puede llegar a requerir toda nuestra concentración para subir a un sitio alto, por otra parte podemos aprovechar cualquier caída para sacar puntos entrando en el modo ragdoll el cual por cierto se activa con el botón derecho del ratón y más de una vez hará que suframos un espasmo involuntario. También para rematar tendremos a nuestra disposición elementos adicionales como cohetes, invocar cabras que impactan contra el asfalto y llenan el mundo de ¿cabras muertas? Y como no, un bullet time para cornear con estilo a lo Max Payne o una versión de Flappy bird pero con cabra, de todo y más.

Vale pero ¿y los gráficos y esas cosas técnicas?

Mira que sois sacando este tema, es que no disfrutáis de las cosas eh. Entrando en materia técnica nos encontraremos con un juego solido para lo que es, vamos que no esperéis un frostbite en un juego tan completamente roto ya que para eso tenemos battlefield cua... eh bueno, como iba comentando este juego adopta el Unreal Engine 3 y las PhysX de Nvidia. Con esas cartas en la mano podríamos decir que se trata de algo serio pero no ya que la intención del propio juego es que cada vez que das un paso todas las partículas de la materia exploten dando lugar a lo que yo he bautizado como “el agujero de Hawking”.

En general se puede destacar que aunque suene raro el hecho de que ocurran cosas inesperadas y el festival de errores acaban potenciando la jugabilidad, el excesivo popping que nos atacará a traición más de una vez ya no, pero en general si esta creación no estuviera plagada de errores perdería parte de su encanto. Como se suele decir es un producto de belleza distraída o enigmática, como yo, el redactor que mi barba me da ese puntillo.