El legado oscuro ha comenzado...

Tras Gauntlet Legends en Dreamcast y el propio Gauntlet: Dark Legacy en PS2, llega a Xbox la enésima adaptación del clásico Gauntlet, que a tantas generaciones de jugones ha entretenido a lo largo de los años.

El juego que nos ocupa en el día de hoy es la enésima revisión del clásico Gauntlet, el cual, a lo largo de los años, ha definido un estilo de juego conocido por todos en el que nuestra misión es avanzar a lo largo de múltiples niveles acabando para ello con todos los enemigos que nos salgan al paso. Este estilo, versionado por multitud de juegos que han visto la luz posteriormente (¿a algunos os suena Hunter: The Reckoning?), nos traslada a la versión más pura del arcade, donde acabando con los enemigos sin parar y encontrando diversos objetos como llaves y joyas, avanzamos a lo largo de niveles hasta enfrentarnos con nuestro enemigo final.

La historia tras Gauntlet: Dark Legacy nos traslada al país de los Ocho Reinos, gobernado por el sabio mago Sumner, cuyo celoso hermano Garm estaba dispuesto a realizar cualquier cosa para poder quitarle el poder. Esto lleva a Garm a recoger las 13 Piedras Rúnicas que permiten disponer de los poderes del Inframundo. Tras conseguir 12 de las piedras, Garm intenta descender al Inframundo, con resultados nefastos para todos. El malvado demonio Skorne consigue escapar al país de los Ocho Reinos y mandar a sus secuaces a destruir cada uno de estos reinos, dispersando tras ellos las 12 Piedras Rúnicas para evitar que volvieran a usarse en su contra. El benévolo mago Sumner, tras enterarse de lo sucedido y gracias a sus increíbles poderes consigue hacer huir al demonio Skorne, el cual se encierra un templo que sella con ocho fragmentos mágicos que entrega a sus secuaces. Sumner busca ayuda entonces en los héroes más poderosos de cada reino, para conseguir la tarea de eliminar a los secuaces de Skorne y devolver a éste al inframundo.

Por si no os habéis dado cuenta, aquí es donde entramos nosotros y nuestro papel es acabar con todos los seguidores de Skorne a través de 60 niveles (más alguno mas oculto y los de bonues), recuperando las 13 Piedras Rúnicas para seguir al demonio al inframundo y los ocho fragmentos de la vidriera que dan acceso al templo donde Skorne está encerrado.

Para llevar a cabo nuestra misión en principio disponemos de 8 clásicos personajes de Gauntlet (arquero, enano, caballero, hechicero, mago, valquiria, guerrero y bufón) en un principio, a los que hay que añadir otros ocho caracteres desbloqueables y más de 24 ocultos. No todos ellos son iguales, sino que responden a las cuatro clásicas habilidades de este tipo de juegos: fuerza, velocidad, armadura y magia, lo cual les afectará en cierta medida en el desarrollo de los combates. Durante el desarrollo de la partida iremos encontrando diferentes bonificaciones, en forma de comida que aumentará nuestro nivel de vida, mejoras para las armas, o habilidades como la capacidad de ser invencible durante un periodo de tiempo, escudos y turbos que nos harán más fácil pasar nivel tras nivel. Además, nuestros personajes pueden aumentar de nivel, dándose así un pequeño toque rol al juego, lo que nos permitirá conseguir ciertas habilidades: por ejemplo los magos y brujas pueden convertir la comida envenenada en comestible, las valquirias y los caballeros puede usar la magia para detener las trampa o hacerlas visibles, la arquera y el bufón podrán localizar los muros secretos y el guerrero y el enano convertirán la basura en plata o en oro, según el nivel de experiencia adquirido.

Obteniendo experiencia, conseguiremos otras mejoras como cambiar de aspecto cada 10 niveles, mejorar los atributos o recibir a un familiar que nos ayudará a lo largo de las misiones. Este es el pequeño toque rol que recibe éste Gauntlet, aunque no debemos olvidar que este juego es un clásico arcade donde lo importante es acabar las riadas de enemigos que aparecen en la pantalla hasta acabar el nivel.

g r á f i c o s
Sin duda, el aspecto más decepcionante del juego, ya que las diferencias con su versión homónima en PS2 e incluso con la ya antigua versión de Gauntlet Legends de Dreamcast, es apenas apreciable. Sin duda es una mera conversión de las versiones  anteriores a la que se han añadido algunos efectos de partículas estándar y poco más, lo cual, después de ver joyas como Hunter: The Reckoning, cuyo estilo de juego es similar, hace que nos aborchonemos y una vez más nos lamentemos del poco partido que sacan algunas compañías al potencial de Xbox.

m ú s i c a  y  s o n i d o  f x
El aspecto sonoro en Gauntlet: Dark Legacy, cumple bastante bien con su cometido, que es mantener la atención en la partida y crear cierta ambientación. Así cada nivel tiene una melodía distinta que si bien no es una maravilla, si crea cierto ambiente del lugar en el que estamos.

j u g a b i l i d a d
No os vamos a engañar, y esta versión de Gauntlet no destaca por nada en especial, pero al menos sí consigue entretener durante un cierto tiempo al jugador. Su simple sistema de juego es apto para todo tipo de públicos, ya que su manejo no puede ser más sencillo. Podemos usar magias e ítem especiales, hacer ataques lentos y rápidos y poco más, con lo cual es coger el pad de la consola y comenzar a disfrutar. Aunque si te gustan los juegos más profundos, es más que probable que este estilo de juego te canse rápido ya que es muy repetitivo, simplemente avanzar nivel tras nivel y acabar con todos los enemigos que aparecen por pantalla.

c o n c l u s i o n e s
No estamos delante de un mal juego, pero tampoco delante de uno bueno. Estamos ante un juego del montón, con un apartado técnico muy limitado (sobre todo los pobres gráficos) pero que consigue entretener y que es apto para todos los públicos. Si a esto le unimos que podemos jugar con otros 3 amigos, su facilidad de manejo y la estimable duración del juego, podemos tener ratos de diversión asegurados aunque sin duda debemos pedir más a una consola del potencial de Xbox.

l o  m e j o r