Fist of the North Star: Lost Paradise, el Yakuza protagonizado por Kenshiro
Jugamos a la demo de Fist of the North Star: Lost Paradise en PlayStation 4, título basado en el popular manga El Puño de la Estrella del Norte.
El manga de El Puño de la Estrella del Norte —Hokuto no Ken, como se le conoce en Japón— va a cumplir 35 añitos, que se dice pronto, el 13 de septiembre de 2018. Cogió ciertos elementos prestados de Mad Max, sí, aunque también hizo bastantes méritos propios por popularizar un subgénero muy concreto de la ciencia ficción: el del colapso de la sociedad y el mundo tal y como los conocemos por el conflicto nuclear. Bienvenidos al post-apocalipsis.
Fist of the North Star: Lost Paradise no es, ni mucho menos, el primer juego basado en la jugosa licencia de Buronson y Tetsuo Hara que sale al mercado. Y lo cierto es que, si echamos la vista atrás, esta saga ha estado repleta de altibajos; sus videojuegos no han obtenido gran popularidad fuera del país del Sol Naciente. Para más inri, dos de sus últimos títulos destacados, Fist of the North Star: Ken's Rage, y Fist of the North Star: Ken's Rage 2, eran básicamente un Dinasty Warriors con skins de Hokuto no Ken, y no lo decimos en tono despectivo, sino que más bien queremos hacer énfasis en que últimamente los videojuegos basados en este manga han intentado encontrar su hueco en un mercado sobresaturado.
Y esto nos lleva hasta Lost Paradise, el título cuya demostración jugable para PlayStation 4 —es exclusivo— tenemos entre manos. Cuando decimos que Fist of the North Star: Lost Paradise es un Yakuza ambientado en El Puño de la Estrella del Norte, no es una comparación reduccionista. El estudio desarrollador es el mismo en ambos casos —Sega R&D1—, y, de hecho, Takaya Kuroda, actor que que pone voz a Kiryu, también se la presta aquí a Kenshiro. Es más, en Japón, este videojuego se titula «Hokuto Ga Gotoku», y a la saga Yakuza allí se la conoce como «Ryu Ga Gotoku». Como veis, Lost Paradise es toda una declaración de intenciones, como su propio nombre indica.
La demo, de apenas una hora de juego, consta de dos partes bien diferenciadas. Por un lado tenemos un tutorial, donde aprenderemos los aspectos básicos del combate, y por otro, seremos introducidos al mundo del juego propiamente dicho, donde el objetivo es cumplir una misión secundaria.
Kenshiro, el heredero del Hokuto Shinken
Las peleas, como decimos, son muy reminiscentes del sistema de lucha utilizado en la saga Yakuza. Aunque, evidentemente, Lost Paradise añade el toquecito habitual de casquería y flipadas varias a las que estamos acostumbrados de Hokuto no Ken. Kenshiro es el sucesor del Hokuto Shinken, un antiguo arte marcial que le permite presionar puntos clave del cuerpo humano para provocar un dolor inmenso en sus enemigos, e incluso hacer que, literalmente, exploten.
El combate es fluido y las peleas multitudinarias son divertidas tanto por la estrategia requerida para superarlas —hay múltiples enemigos, de distinto tipo, cada uno necesita un enfoque diferente—, como por la casquería que el juego no se corta un pelo en mostrar con las impresionantes ejecuciones que podemos realizar. Eso sí, para los de estómago menos fuerte, hay opción para reducir el nivel de sangre.
El tutorial de combate culmina en una batalla de jefe final contra Shin, el villano principal de Lost Paradise, y gran rival de Kenshiro en el manga. Esta pelea concreta sirve como examen final para poner en práctica todos los conocimientos adquiridos durante el cuarto de hora anterior en el que hemos estado curtiendo el lomo de incontables macarras de este lóbrego futuro postapocalíptico.
Edén, el oasis del post-apocalipsis
La otra parte de la demo nos mete de lleno en Edén, una ciudad que funciona relativamente bien teniendo en cuenta el enorme desastre global. Teniendo en cuenta que el principal enemigo a derrotar aquí es Shin, esta historia, que no es canónica y se sitúa en una continuidad alternativa a la oficial, estaría ambientada en los primeros compases del manga. Aún así, la propia demo nos promete, eso sí, encuentros con personajes importantes del Puño de la Estrella del Norte como Raoh, o Toki.
En esta ciudad que podemos explorar libremente, debemos completar varias tareas para avanzar la trama; lo típico. En la demo jugable hemos tenido que ir con Bat, el alegre compañero de fatigas de Kenshiro, a hacer una serie de recados con tal de arreglar un vehículo. Durante el proceso, cómo no, nos han salido al paso varios maleantes a los que hemos tenido que repartir estopa para que dejen de incordiar a la gente de bien. En definitiva; la resolución de las misiones es la que cabría esperar de un Yakuza, y, a este respecto, Lost Paradise no inventa la rueda precisamente.
Minijuegos sin ton ni son en Lost Paradise
Hablando de ruedas, en el juego completo habrá disponibles misiones en vehículo. Podemos explorar el yermo libremente para obtener recursos necesarios para fabricar objetos decentes y partes de vehículo en condiciones, y también podremos participar en una serie de carreras. En la demo había disponible una carrera bastante simple, aunque suficiente para hacernos una idea de cómo funciona esta vertiente del juego. Se intenta buscar un control «realista», aunque no esperéis un sistema de físicas o daños en el vehículo como los de un DiRT Rally.
En la versión completa tendremos acceso a minijuegos variopintos como títulos arcade en 8 bits en un salón recreativo local, o incluso la posibilidad de hacer que —por ridículo que parezca, incluso el propio juego lo admite— Kenshiro sea un barman. Sí; Kenshiro podrá convertirse en barman —con erre, ojo—, y hacer todo tipo de cócteles y escuchar las penas de sus clientes. Lo cierto es que rebosa potencial humorístico.
Impresiones finales de Fist of the North Star: Lost Paradise
Hemos jugado a la demo en una videoconsola PS4 estándar, y no hemos detectado fallos graves de rendimiento. Algo de popping ocasional —NPCs que aparecen de la nada en Edén al ir andando—, y caídas leves en la tasa de frames justo al acabar alguna carga. Lost Paradise luce realmente bien a 1080p 60FPS, aunque, por su ambientación, la exploración del yermo puede hacerse muy monótona. Desconocemos si el juego tendrá soporte 4K en PS4 Pro. Todas las imágenes que acompañan a este texto las hemos extraído del juego directamente utilizando una capturadora de vídeo externa.
Lost Paradise posee audio dual; hay voces en inglés y japonés, y subtítulos en inglés. Teniendo en cuenta cifras de ventas reveladas por Sega hace relativamente poco, y lo —valga la redundancia— poco que falta para que el título esté en las tiendas, dudamos que llegue a tener siquiera textos en castellano. Le pasa lo que a otros títulos recientes de la saga Yakuza; Sega no va a invertir capital extra en algo que sabe que es muy de nicho.
En cualquier caso, Fist of the North Star: Lost Paradise tiene muy buena pinta teniendo en cuenta lo que hemos dicho en el párrafo anterior: es un título de nicho. A la espera de ver cómo será el resultado final, nos aventuramos a decir que sabrá satisfacer a los fans tanto de Yakuza como de Hokuto no Ken. Será bastante interesante ver cómo se desarrolla la trama, y las interacciones de Kenshiro con el resto de personajes emblemáticos de la serie. Hay una gran fidelidad a la fuente original en el aspecto de los personajes; habrá que ver si también la hay en su comportamiento.
Fist of the North Star: Lost Paradise salió a la venta en Japón el 8 de marzo de 2018, y se pondrá a la venta en Europa el próximo 2 de octubre, en exclusiva, en PlayStation 4. Podéis descargar la demo desde su página en PlayStation Store.
Fist of the North Star: Lost Paradise
- Acción
- Aventura
Fist of the North Star: Lost Paradise, desarrollado y editado por Sega para PlayStation 4, es un título de acción y aventura que traslada el manganime homónimo y las peripecias de Kenshiro en el futuro postapocalíptico de Eden a cargo del equipo encargado de la serie Yakuza.