F1 Race Stars

Little Big Planet Karting y Sonic & Sega All-Star Racing Transformed son dos notables títulos de conducción arcade "karting" que este año se ven con un nuevo corredor en esto de los circuitos alocados y los items para la victoria. El año pasado Codemasters dedicó una pequeña parte de su equipo de desarrollo a un Fórmula 1 diferente, un juego que aprovechando las licencias que posee la compañía para las entregas "serias" anuales llamara también a otro tipo de jugadores y supiera hacer algo nuevo. De ahí sale este F1 Race Stars, la versión caricaturesca y cachonda de la F1 real, con las escuderías más célebres sobre la pista, monigotes de los pilotos más conocidos en los bólidos, y un diseño de circuitos vertiginoso que los hace parecer intrincadas montañas rusas. Xbox 360, PlayStation 3 y PC reciben un nuevo enfoque para las Pole Position.

Total, que se han recogido las bases de los juegos de karting más populares, como Mario Kart, ModNation Racers o el inolvidable Crash Team Racing, y se han impuesto en el terreno de la F1. Pero esta obra menor no se ha quedado ahí, sus creadores han querido que aspectos propios del deporte de Fernando Alonso como la importancia de las frenadas o la parada en boxes para reparar los bólidos tengan también presencia aquí, de manera que se ha logrado un juego que no se basa en ser una copia exacta, aunque sí muy aproximada y sin conseguir estar a la altura de otros, empezando por sus competidores este otoño.

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11 circuitos, pocos, son los que acogen carreras de hasta 12 corredores, inspirados en las distintas ciudades y con toques orientales, americanas, europeas o africanos según su ambientación, no demasiado distintos en diseño crudo, en los recursos que usan. Todos están llenos de curvas de alto peralte, loopings, vertiginosos cambios de rasante o saltos, más de lo esperado en la mitad de estos tracks, consiguiéndose sensación de ingravidez en muchos momentos. Eso sí, las físicas del juego no son irreales, cada coche tiene su peso y todo en pantalla se muestra con coherencia, también en el manejo, totalmente simplificado con solo aceleración y freno pero con la obligación de usar este último en las curvas, algo rara vez probado en un género como el de los karts, dominado por los derrapes + turbo para los giros.

Ésta es la principal aportación al género de F1 Race Stars en cuanto a manejo, aunque también hay alguna otra, como la inclusión de items que funcionan como armas -como siempre- pero relacionadas con el muno de la Fórmula 1. Por ejemplo, hay un objeto que mete en pista un safety car, de manera que los corredores en los primeros puestos se ven limitados por esta "seguridad" y aminoran su velocidad, siendo ralentizados. Es un item bastante bueno. También, con los ataques y golpes iremos deteriorando el coche, teniendo que pasar por boxes para repararlo, algo que saca un poco de la ruta de la carrera pero que no frena, pues se genera una reparación automática al vuelo al desviarnos. Está muy bien introducido esto y le da un punto innovador.

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Pilotos como De La Rosa, Schumacher, Vettel... forman parte de la plantilla, con simpáticas réplicas de sus vehículos reales, con todas las pegatinas de los partners en pequeñito y pequeños detalles que diferencian unos coches de otros. Su aspecto físico está caricaturizado, siguiendo con la estética cartoon del juego que aunque se mueve con el motor gráfico EGO -el mismo de GRID Takedown o F1 2012- no tiene ni mucho menos todo el partido sacado, resultando todo visualmente mediocre, por encima de que pretenda ser un título de aspecto desenfadado. Detalles como la poca carga poligonal en los decorados o ausencia casi total de texturas en alta resolución le hacen deslucir sin necesidad. No por ser dibujo animado colorista tiene que estar menos trabajado. En cambio, aspectos ya llevados a buen puerto en otras IP como la sensación de velocidad o la fluidez total de frames y los acontecimientos de pantalla sí están también muy presentes. Pero técnicamente es un juego mediocre. En cuanto a sonido poco que destacar, ni música, ni efectos y ni siquiera el tenue rugir de los motores.

El potencial de las armas y turbos es otro aspecto discutible, con un claro desequilibrio de las que obtienen los que van detrás sobre las que obtienen los que van delante, algo que ocurre desde los tiempos de Mario Kart y ayuda a equilibrar las partidas y darles emoción. No es lo mismo en el juego de Nintendo una cáscara de plátano que un trío de caparazones rojos. Aquí ocurre igual, es ventajoso en cuanto a items ir en als últimas posiciones. No hay demasiada variedad y todos recuerdan a otros ya vistos, pero se comportan y, con 12 jugadores en pantalla, ayudan a crear a menudo un espectáculo pirotécnico y frenético notable. Su simplísimo manejo, pues se disparan todos los power up con un solo botón, hace divertida y accesible esta propuesta para todo tipo de públicos.

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Si algo sí ha sabido cuidar Codemasters, por tanto, es su modo multijugador. En modo local hasta cuatro personas podrán compartir pantalla o unirse a partidas online de hasta 12 jugadores. Los enganches a carreras funcionan rápido y hay varias opciones de personalización que lo hacen algo menos monótono. La intensidad y diversión están aseguradas, aunque ya hemos presenciado a algunos jugadores que utilizan pequeños trucos para resultar victoriosos. Esperemos que sus creadores estén encima de esto y rápidamente se arregle, pues puede estropear el online, que sin ser nada del otro mundo, al menos se agradece como modo central, con torneos y carreras sueltas que ayudan a hacerlo duradero.