Estalla tu imaginación

Desde su fundación, a mediados de 2004 por el prestigioso Tetsuya Mizuguchi después de abandonar Sega, el estudio Q Entertainment tiene el honor de haber creado algunos de los mejores puzzles de los últimos años. Con una particular amalgama de jugabilidad y sonoridad, su primera incursión, Lumines, se convirtió en uno de los primeros grandes títulos de la portátil de Sony que en estos momentos ya cuenta con una secuela y sendas adaptaciones para PlayStation 2 y Xbox 360, triunfando allá por donde vaya.

Pero así como esta notable saga, junto con sus otras famosas series: Meteos, para Nintendo DS; y Gunpey (NDS y PSP), han llevado la idea del famoso Tetris a límites impensables, su última joya para PSP, Every Extend Extra, toma ciertos puntos en común con el clásico Asteroids y Rez (uno de los famosos títulos de Mizuguchi dentro de Sega, junto a Space Channel 5 y Sega Rally), creando una deslumbrante sinestesia de luces, color, explosiones y diversión.

Ampliar

No obstante, no cabe quitar mérito a los auténticos creadores del concepto de Every Extend Extra: el grupo Omega, formado por unos jóvenes estudiantes japoneses que hace pocos años crearon Every Extend, un título de distribución gratuita para compatibles que dejó completamente impresionado al mencionado fundador de Q Entertainment, fichándolos para su equipo y comprándoles los derechos para este nuevo proyecto, mejorándolo gráficamente e introduciendo nuevas posibilidades.

Una psicotrópica experiencia

Pero más difícil que enumerar todas las características que convierten a Every Extend Extra en una nueva referencia de la portátil de Sony es situarlo en un determinado género. A simple vista parece una nueva revisión del clásico Asteroids, con la particularidad de no poder disparar y en su lugar tener que explotar en el momento más adecuado para aniquilar al mayor número de enemigos.

No obstante, también hay abundantes momentos de estrategia, habilidad y suerte, ya que al destruir a los diferentes rivales, éstos originan pequeñas explosiones que pueden afectar a otros tantos, al mismo tiempo que nos otorgan una serie de puntos con los que conseguir más vidas y dejan al morir unos pequeños cristales de colores, que pueden afectar de una manera u otra al desarrollo de la partida.

Por lo tanto, la mecánica de Every Extend Extra no deja indiferente a nadie, teniendo en cuenta además que constantemente los fondos del escenario van cambiando y que cada explosión origina un sonido único y perfectamente adaptado al desarrollo, al igual que la gran variedad de los gigantescos jefes de nivel, el número de enemigos que aparecen en pantalla y su propia heterogeneidad, o bien el alto nivel de rejugabilidad, dado que, aunque se hace un poco corto para cualquier asiduo al género, cuenta con numerosos alicientes para superar los niveles una y otra vez.

Nada más cargar el UMD nos encontramos con las principales modalidades del presente juego: Individual, Multijugador y Sharing (o Compartición, que permite enviar una versión prueba o los records a otras portátiles). En la primera encontramos cuatro alternativas muy diferentes entre sí: Arcade, Tutorial, Caravan, Boss y Original, las tres últimas no disponibles en un principio hasta no cargar nuestra primera partida desde el Memory Stick.

La primera de ellas, Arcade, consta de un total de nueve fases (más dos secretas, sólo accesibles al realizar cierto requisito), conformándose como la más larga y adictiva para un solo jugador, si bien cualquier nivel superado con éxito en ésta se puede repetir en la tercera opción, Caravan, sin ninguna restricción de vidas o tiempo que otorga la anterior pero igualmente sin poder conseguir grandes cantidades de puntos. Tutorial, obviamente, nos enseña todas las particularidades del juego: como aprovechar las diferentes cadenas, dañar a los jefes de nivel, las propiedades de los objetos, etc.

Las dos opciones restantes dentro de Individual cuentan con un menor atractivo una vez probado Arcade; Boss, por ejemplo, permite enfrentarse a cualquiera de los enemigos finales una vez superado en la principal (permitiendo también derrotarlos sucesivamente) mientras que Original cuenta con el título tal y como lo concibieron en su día el grupo Omega, ofreciendo un nivel único con dos modos de dificultad: Fácil (sin objetos) y Difícil (con ellos), así como la opción Ranking (ver los records) y Replay (que permite ver videos de partidas grabadas y útiles estrategias así como nuestras propias jugadas).

Por el contrario, el modo multijugador es otro cantar, dado que en sus partidas (para únicamente dos participantes y por conexión wireless) cuenta con una especie de niebla de guerra en la parte superior derecha de cada usuario, que crece y se desplaza a la pantalla del rival a medida que se encadenan explosiones, impidiendo ver lo que hay dentro de ella así como recoger los diferentes objetos que dejan los enemigos, creándose situaciones peliagudas en pocos segundos.

Una explosión de color

Sí Lumines ya ofrecía una extraña y original combinación entre gráficos minimalistas y sonido, Every Extend Extra lleva este concepto más allá y continuamente podemos observar una pequeña maravilla técnica con cientos de objetos moviéndose por la pantalla, explosiones y diversos efectos visuales muy llamativos, con localizaciones y fondos muy originales, como una pista de baile, un cielo japonés rosado, un fondo cuadriculado tubular, cientos de círculos u objetos y otros tantos curiosos ejemplos.

Lejos de ofrecer objetos y piezas formadas por cientos de polígonos, el aspecto gráfico de E3 se podría asimilar a una demo técnica de la portátil de Sony, muy al estilo de lo que en su día ofreció Fantavision en PlayStation 2 o bien FlOw en la próxima consola doméstica de la compañía.

Todas las piezas, sin excepción, están formadas por polígonos limitados: nuestra 'nave' (por así llamarla) es una especie de estrella tridimensional amarilla y naranja y los enemigos suelen ser cubos, esferas, estrellas o simples formaciones bidimensionales de círculos y rombos. El color de los mismos es la única característica que los diferencia dentro de un mismo nivel aunque los enemigos finales son claramente identificables, dado que son formaciones mucho más complejas con aspecto de insecto, gusano, animales o gigantescas esferas.

Entre tantos personajes, explosiones y los objetos que dejan los enemigos al morir al principio no es fácil identificar nuestra posición por lo que puede resultar un poco confuso para algunos usuarios, si bien a los pocos minutos cualquiera ha aprendido a jugar, aunque se tardan semanas en conseguir grandes records. Además, en determinadas ocasiones o al alcanzar un número de puntos establecido, pueden aparecer personajes muy curiosos en pantalla, como cerdos o pájaros volando (también muy simples gráficamente).

Música en tu mente

Como en su día Tetsuya Mizuguchi justificó la particular mezcla de música y efectos visuales del presente título con la escueta introducción de este párrafo, las melodías electrónicas de Every Extend Extra hacen que su desarrollo sea totalmente único e irrepetible, con numerosas capas sonoras de explosiones, voces (en perfecto inglés) y melodías creadas por conocidos artistas japoneses como H. Ueda, o los grupos Quiet Personal Electronic, USCUS o los conocidos Ozone.

No obstante, no toda la música es del mismo nivel de calidad y algunos niveles son mejores auditivamente que otros, si bien la escasa duración de cada fase hace que no se hagan nada repetitivas. Lástima de la pésima cuenta atrás de los últimos diez segundos (que llegan a ser bastante irritables) y no poder seleccionar una pista cualquiera de la banda sonora.

La táctica de las cadenas

Como se ha mencionado anteriormente la mecánica de Every Extend Extra es realmente peculiar y se basa principalmente en eliminar a los diferentes enemigos realizando cadenas de explosiones que otorgan puntos y una serie de objetos que pueden otorgar más tiempo o velocidad, aumentando esta progresivamente en cada nivel.

Obviamente, al explosionar cada vez, perdemos inevitablemente una valiosa vida, si bien se puede recuperar al alcanzar determinada puntuación: por ejemplo, la primera a los 1.000 puntos, la segunda a los 2.500, la tercera a los 5.000 y así sucesivamente, por lo que hay que pensar adecuadamente cada movimiento para aprovechar el máximo número de puntos. Después de inmolarse contamos con poco más de dos segundos para buscar la mejor posición posible para volver a la partida, momentos en los que somos invulnerables pero no podemos explotar.

Este baremo de puntos también puede aumentar ligeramente al recoger los abundantes objetos blancos y verdes que dejan al morir los enemigos de cada color correspondiente, e igualmente según el número de rivales destruidos por una sola explosión así como al recoger seguidamente los mencionados objetos verdes sin explotar entre medias.

Otro de los aspectos a tener muy en cuenta en las diferentes fases es el limitado y ajustado tiempo para completarlas, aunque es posible aumentarlo al recoger unos cristales especiales de color amarillo que dejan aleatoriamente cualquier tipo de enemigo, mientras que los dos tipos de cristales restantes: rojos y morados, aumentan o disminuyen respectivamente la velocidad a la que se mueven los enemigos, por lo que puede ser o no, una pequeña ayuda para aumentar todavía más la puntuación.

De igual manera, los enemigos se dividen en varias clases: los más abundantes son aquellos que se mueven inapelablemente en una sola dirección, también los hay que se quedan quietos y disparan con diferentes flancos y frecuencias y por último los hay que provocan una explosión retardada de bastante alcance, que permite destruir más enemigos en una misma cadena.

Así pues, cada una de las fases cuenta con pequeños tramos claramente diferenciados. Al principio aparecen pocos enemigos y la velocidad de los mismos no es muy alta, lo que permite adecuarse bien a los controles. Al poco suelen abundar más los rivales y sus formaciones son más complejas, haciendo también acto de presencia los enemigos que disparan y complican ligeramente la situación.

Tras esto la dificultad aumenta varios enteros y la pantalla se llena rápidamente de enemigos que, aunque siguen un patrón fijo de movimiento, es bastante complicado no ser tocado antes de explotar por ninguno de ellos, dado que en dicho caso nos penalizan con cinco segundos menos y no hay ninguna explosión.

Por último, tras un breve instante en el que aparece el nombre del jefe de nivel y sus condiciones para dañarlo, la pantalla se vuelve a llenar rápidamente de enemigos que acompañan al citado enemigo final, que cambia de forma y modo de actuar tras cada impacto, aunque los últimos son mucho más complicados y con aspectos muy originales.

Normalmente hay que encadenar cinco o más explosiones seguidas para poder afectarle, aumentando dicho requisito después de cada golpe. Además en ocasiones también pueden aparecer pequeños jefes a la mitad del nivel, que rigen las mismas pautas de movimiento que el final, para así avisarnos en parte de cómo aniquilarle.

Por otra parte, la jugabilidad de Every Extend Extra es tan o más minimalista que sus propios gráficos, dado que al únicamente contar con la única acción de explotar, cualquier botón lo puede realizar en cualquier momento, si bien podemos mantenerlo pulsado para crear una explosión todavía mayor, aunque ralentiza nuestro movimiento. Asimismo, el stick analógico sirve para tener un mejor control que las teclas de dirección, que se utilizan fundamentalmente en los diferentes menús del juego.

Dependiendo de nuestra puntuación y los segundos al superar cada nivel, el título nos otorga un determinado rango, permitiendo acceder a un nivel de dificultad superior en el siguiente, con la posibilidad de contar con hasta con tres caminos diferentes, si bien a partir de la séptima fase podemos acceder a un cuarto nivel de dificultad extremo, siendo todavía más complicado en el octavo y noveno, y alcanzando así los dos niveles secretos.

Pero no es oro todo lo que reluce en el nuevo título de Tetsuya Mizuguchi y como casi todos cuenta también con una serie de fallos, debido principalmente a su propio concepto y dificultad, demasiado alta para muchos jugadores en los últimos niveles, mientras que la propia mecánica puede no atraer a todo tipo de usuarios.

Además, para un jugador experimentado, las once fases disponibles (nueve en un principio) pueden resultar ligeramente cortas, durando poco más de dos horas en total, si bien cuenta con una gran cantidad y variedad de modalidades para aumentar considerablemente la diversión. Por fortuna para muchos, el presente juego se ha puesto a la venta a un precio muy accesible: por poco menos de 30 € cualquier usuario puede jugar a esta nueva maravilla portátil.

Una apuesta diferente y rebosante de originalidad

Every Extend Extra es un título único, inédito en mecánica para todo aquel que no haya probado el original de PC y que expande todas las posibilidades con el particular punto de vista de Mizuguchi San conformándose como un claro homenaje a los clásicos matamarcianos de toda la vida. Ambientado en un mundo psicodélico con música electrónica de gran calidad, para algunos puede resultarle irritante y casi desquiciante, pero para la gran mayoría se conformará como una notable sorpresa digna de ver… pero sobre todo de escuchar.