Ennichi no Tatsujin

De la mano de Nintendo últimamente están comenzando a traspasar fronteras juegos que hasta hace bien poco eran impensables más allá del país del sol naciente, bien por su marcado acento cultural, como Taiko no Tatsujin; bien por su excentricidad, como Electroplankton. Osu, Tatakae, Ouendan, que debido al éxito cosechado al situarse como uno de los juegos más exportados ha ocasionado la programación de una versión exclusivamente occidental, Elite Beat Agents, es el caso más sonado. Así, juegos como Nintendogs, Trauma Center o el ya mítico Phoenix Wright, todos ellos integrantes de una extensa plantilla de bombazos para la última portátil de Nintendo, consuman una tendencia que se está extendiendo últimamente a otras plataformas.

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Tal vez Ennichi no Tatsujin (Maestro de las ferias), título exclusivo de lanzamiento para Wii en tierras niponas de la mano de Namco, sea el siguiente en saltar transgrediendo toda norma al mercado occidental. El planteamiento del juego hereda estilo y estética de su predecesor Taiko no Tatsujin (nueve entregas para recreativa y Playstation, incluyendo una para su portátil). La gran ventaja en este caso es que no se necesitan engorrosos controladores adicionales. Tan solo agitando el mando, simulando un lanzamiento o haciendo delicados gestos, nuestras acciones se verán reflejadas en pantalla.

En cuanto a la temática, el juego nos lleva a un tradicional matsuri japonés, lo que aquí vendría a ser la típica fiesta de verano del pueblo, donde nos dedicaremos a mostrar nuestra pericia de atracción en atracción. Así, los minijuegos que componen el disco emulan los tenderetes típicos de las ferias japonesas donde podemos practicar varias actividades y superar varios retos. Estas pruebas a menudo tienen que realizarse al ritmo de la música e incluyen las siguientes atracciones:

Yo yo tsuri (pesca-globos): Decenas de globos con cordel flotan en el agua y deben pescarse con un anzuelo de papel. Deberás hacerlo con cuidado si no quieres que se rompa.

Shateki (carabinas): En esta ocasión nuestro mando se convertirá en la tradicional carabina de las ferias y deberemos derribar a golpe de perdigón todos los objetos de las estanterías.

Wa nage (lanzamiento de aros): Practica tu puntería con los aros. Si consigues atrapar un objeto podrás sumar puntos y ganar varios premios. Supera los retos y atrapa varios objetos en un tiempo determinado.

Balloon art: Los globitos con forma de perrito o de flor hacen furor, así que usa el Wiimote y el nunchaku para dar forma al globo al ritmo de la música combinando varios movimientos.

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Kingyou sukui (atrapa-peces): En esta prueba usaremos el Wiimote para hacernos con el control de una frágil red de papel para pescar a unos majos pececillos de una pequeña piscina.

Takoyaki: El takoyaki es un plato de la gastronomía japonesa consistente en unas bolitas de pulpo rebozadas con harina de arroz. En esta prueba deberemos darles la vuelta con habilidad para que no se quemen y prepararlas al gusto de los clientes.

Dardos: ¿Como podían faltar los dardos en una feria? Convierte el Wiimote en una pequeña saeta y haz puntería en una diana de colores, dependiendo del objeto que quieras ganar.

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Crêpes: Por último todo un clásico, las crêpes. Usando el mando a modo de espátula debes servir un número de crepes en el tiempo requerido… ¡y con sus respectivos toppings!

Uranai no kan (pitonisa): ¿Qué sería una feria japonesa sin su pitonisa? El Wiimote y el nunchaku se usan para simular dos manos virtuales acariciando la bola de cristal y adivinar la fortuna del día.

Asimismo, si se superan todas las pruebas, se puede desbloquear el Obake Yashiki, una casa encantada en la que van apareciendo monstruos que tenemos que eliminar con un martillo de feria.

Cabe destacar que entre tanto minijuego sólo hay cinco que permitan multijugador (Balloon art, kingyou sukui, takoyaki, uranai no kan y obake yashiki) y que, además, están limitados a dos jugadores. Sin embargo, sólo se necesita un mando ya que un jugador usa el Wiimote y el otro el nunchaku. Además, los objetos que vayamos consiguiendo en las distintas pruebas se irán sumando a nuestra colección, que podremos visionar a través de una opción en el menú, de manera parecida al Super Smash Bros. Melee.

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En lo referente al apartado técnico, gráficamente parece un calco de lo ya visto en Tatsujin no Taiko, con sus coloridos escenarios y una estética parecida a los dibujos animados que, aunque no son el punto fuerte del juego, cumplen con su función. Se han creado mascotas temáticas para el juego, simpáticos personajes sacados de las fiestas tradicionales, como unos simpáticos daruma o unas bolas de takoyaki, y se han conservado algunas de la franquicia Taiko como los girasoles, con un aspecto de lo más entrañable. A medida que superemos las distintas pruebas y retos, estos simpáticos personajes irán pululando por la pantalla con tal de animarnos.

De nuevo estamos ante un título plagado de minijuegos, que tanto le van a la nueva Wii por su genial aprovechamiento de las posibilidades que ofrece tan peculiar mando. Es de esperar, pues, que el control sea una de las bazas del juego y que permita una mayor sensación de realismo tal como hemos visto en Wii Sports, Wii Play o Wario Ware: Smooth Moves, aunque en este caso parece ser que no está tan ajustado como sería deseable en un juego de sus características.

En resumidas cuentas, se presenta así el que es el primer juego de género musical y rítmico, creado en exclusiva y adecuado a la nueva máquina de Nintendo. Sin embargo, probablemente por tratar una temática tan peculiar y tan ceñida a la cultura nipona, este juego esté condenado a permanecer para siempre dentro de las fronteras japonesas a menos que se decida hacer una adaptación un tanto improbable. Siempre queda la posibilidad de la importación, siempre que se tenga una Wii japonesa.

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